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Manuel Méndez
Ver galería >Las zonas peatonales de Vilagarcía padecen un exceso de circulación rodada que no cesa, ni siquiera con el control ejercido por la policía. Los vehículos que las invaden sin permiso, muchos de ellos reincidentes, ponen en peligro a los peatones y causan daños en el piso y el mobiliario urbano.
M. Méndez
Las zonas peatonales de Vilagarcía padecen un exceso de circulación rodada que no cesa, ni siquiera con el control ejercido por la policía. Los vehículos que las invaden sin permiso, muchos de ellos reincidentes, ponen en peligro a los peatones y causan daños en el piso y el mobiliario urbano.
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Las zonas peatonales de Vilagarcía padecen un exceso de circulación rodada que no cesa, ni siquiera con el control ejercido por la policía. Los vehículos que las invaden sin permiso, muchos de ellos reincidentes, ponen en peligro a los peatones y causan daños en el piso y el mobiliario urbano.
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