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Manuel Méndez
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M. Méndez
La jornada festiva de San José y el Día del Padre hizo que en O Grove se viviera un anticipo primaveral. De no ser por el viento, podría decirse que casi estival. Deja imágenes de paseos marítimos repletos de gente, segundas residencias ocupadas, paisajes espectaculares y controles policiales de carretera en horario de mañana y tarde, tratando de dar con visitantes llegados de otras comunidades y vigilando, también, el consumo de drogas y alcohol. No faltaron autocaravanas por todas partes ni restaurantes a tope, muchos de ellos con todo reservado desde hace días. A causa de los protocolos COVID, la mayoría tuvieron que decir no a numerosos clientes que se dejaban caer por los establecimientos sin haber encargado mesa.
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