Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Los ecologistas proponen instalar cámaras a bordo para proteger a los delfines

Es una vieja idea que buena parte de la flota rechaza y que algunos científicos no comparten

Un delfín atrapado en redes empleadas en labores de acuicultura. BDRI

Una treintena de organizaciones no gubernamentales remitieron a la Comisión Europea una nueva propuesta de instalación de cámaras en los barcos de pesca con las que vigilar las muertes accidentales de delfines en aguas europeas y, al mismo tiempo, tratar de adoptar soluciones con las que erradicarlas o, cuando menos, minimizarlas.

Es una medida de carácter voluntario que ya se aplica en Australia, Canadá y Estados Unidos y, según las ONGs, “permitiría involucrar a los pescadores en la protección de los mares en los que faenan”.

Pero es, igualmente, una acción que rechaza buena parte de la flota y a la que ya se opuso Galicia hace un par de años, si bien es cierto que en aquella ocasión el objetivo de la Comisión Europea no era tanto velar por la salud de la fauna marina, sino vigilar la propia actividad pesquera.

Lo que pretenden ahora entidades naturalistas como el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) es estudiar las muertes accidentales de delfines, ballenas y demás mamíferos marinos para, en la medida de los posible, sacar conclusiones que permitan adoptar acciones tendentes a protegerlos.

Una foca atrapada en un mar de redes. WWF

Hay que tener presente, y así lo resalta la ONG, que cada año mueren entre 8.000 y 10.000 mamíferos marinos presa de las redes de pesca, tanto si se trata de aparejos que el sector está usando como de las temidas “redes fantasma” existentes en prácticamente todos los mares del mundo, las cuales constituyen una forma de matanza permanente que no es fácil de localizar y eliminar.

No hay que perder de vista, tampoco, el hecho de que esas redes abandonadas, perdidas o descartadas por la flota “suponen el 10% del total de residuos y vertidos al mar”.

El creciente problema de los plásticos en el mar 


WWF ha elaborado el informe “Stop redes fantasma, la forma más letal de plástico marino”, del que se desprende que “cerca del 6% de todas las redes de pesca, casi el 9% de las trampas y nasas, y el 29% de todos los sedales de pesca utilizados en el mundo se abandonan, se pierden o se desechan”.

En ese documento se incide en que “más del 90% de las especies capturadas por las redes fantasma tienen valor comercial”.

De este modo, WWF insiste en luchar contra el plástico en la naturaleza, advirtiendo de que “si no cambiamos el ritmo de producción y consumo de plástico, en 2050 habrá más que peces en nuestros mares”.

Para lograr su reducción, la organización internacional presenta propuestas como la de “regular el uso y descarte de las redes, mejorar su trazabilidad e incentivar el uso de materiales biodegradables”.

Solo de esta forma se logrará “proteger algunos de los tesoros de nuestro planeta, como son las ballenas, tortugas, pingüinos, delfines, focas y tiburones”. 

Por eso los conservacionistas calculan que “entre 500.000 y un millón de toneladas de redes y artes de pesca se abandonan en el océano cada año y se convierten en trampas mortales para mamíferos, tortugas y aves marinas que mueren enredadas o asfixiadas en estas trampas”.

"La instalación de cámaras a bordo permitirá identificar y medir el grado de accidentes y su relación con las capturas”

Antonia Leroy - Jefa de Políticas Oceánicas de la delegación de WWF en Bruselas.

decoration

Antonia Leroy, jefa del departamento de Políticas Oceánicas de la delegación de WWF en Bruselas, explicaba hace unos días que la instalación de esas cámaras a bordo “permitirá identificar y medir el grado de accidentes y su relación con las capturas”.

Pero también “analizar las zonas y caladeros afectados” y determinar los períodos más peligrosos para cada especie. De este modo se cree que será posible encontrar soluciones consensuadas con los pescadores, ya que la captura accidental de cetáceos “es una situación muy incómoda para todos”, reconocen los ecologistas.

Se trata, en consecuencia, de emplear las cámaras “para tener más datos sobre las especies y los ambientes marinos que están en riesgo”.

Sin embargo, en la asociación de organizaciones nacionales de empresas pesqueras de la Unión Europea no coinciden, en absoluto, con esas apreciaciones, dejando constancia de que “es muy complejo poner cámaras en miles de buques solo para observar la magnitud del problema”.

En este caso se inclinan por permitir la presencia de observadores a bordo, que ya se hace en la actualidad con diferentes fines.  


La cogestión, una de las soluciones al agotamiento de los recursos pesqueros


En WWF España abogan por la cogestión pesquera como una de las mejores formas de acabar con la muerte de las diferentes especies, reducir la basura marina y, a la postre, proteger los océanos. Esto supone lograr que los integrantes de la flota artesanal se conviertan en guardianes de los mares, en estrecha colaboración con la sociedad civil, organizaciones conservacionistas como ésta, Administraciones públicas y comunidad científica.

De hecho, ya trabajan conjuntamente “para encontrar soluciones reales y evitar el agotamiento de los recursos pesqueros, recurriendo a la cogestión para garantizar el buen estado de conservación de las pesquerías”, reseñan en WWF.

A lo que añaden que “la cogestión es clave para cambiar un modelo insostenible de pesca que está agotando los recursos”.

Dicho de otro modo, que “el mar se está vaciando, como lo demuestra que en las últimas cuatro décadas las poblaciones de las especies más importantes para el consumo humano, como son el atún, la caballa o el bonito hayan caído un 74%”.

Entre las ventajas de la cogestión se cita que propicia “una visión compartida de las necesidades y problemas y una búsqueda conjunta de soluciones eficaces, aplicables y viables”. 

El BDRI no cree que las cámaras en cubierta sean la solución

Al hablar del control de las redes y la protección de los mamíferos marinos, es importante el posicionamiento de Bruno Díaz, el director del Instituto para el Estudio de los Delfines Mulares (BDRI). Es de los que creen que son mejores los observadores a bordo que colocar cámaras en los barcos.

“Se trata de una controvertida propuesta”, explica este doctor en Ecología, convencido de que “todos tenemos claro que son necesarios estudios científicos para conocer mejor el verdadero alcance del impacto generado por las pesquerías y, sobre todo, determinar en cuáles existe de verdad el problema, ya que no todas son iguales”.

“Todos tenemos claro que son necesarios estudios científicos para conocer mejor el verdadero alcance del impacto generado por las pesquerías"

Bruno Díaz - Director del BDRI

decoration

Pero también tiene presente que “no se puede generalizar; no se puede considerar a toda la flota del mismo modo”.

Lo que quiere decir es que “hay artes de arrastre nada selectivas que causan un enorme impacto en el ecosistema, mientras que hay otras que sí lo son o, al menos, no constituyen una amenaza”.

Esto lo lleva a decir que “entre todos debemos luchar por la conservación de las especies, pero tampoco podemos condicionar la actividad humana de manera drástica, sino que debemos apostar por la sostenibilidad”.

La interacción entre pesca y mamíferos marinos no es siempre un problema. BDRI

Ante esta situación, “lo de poner cámaras a bordo puede no servir para solucionar el problema, ya que lo idóneo es disponer de observadores que elaboren informes susceptibles de alcanzar un valor científico”.

Otra cosa sería seguir el ejemplo de Australia “y poner cámaras dentro de algunas redes para evaluar de forma detallada el nivel de impacto y la cantidad de delfines, tiburones o tortugas que caen en ellas, tratando así de planificar una mejor gestión pesquera”.

Esto es, insiste Bruno Díaz, “muy diferente a la colocación de cámaras a bordo para vigilar los métodos de pesca, pues para esto ya están los observadores”.

Lo que manifiesta es que “hay que salvaguardar el medio, pero es necesario hacerlo bien, en base a datos objetivos, ya que los delfines pueden caer en redes en cualquier parte del mundo de forma accidental, y lo que procede es estudiar el por qué o en qué porcentaje para tratar de corregirlo”.

Presentan nuevos estudios científicos


El BDRI anuncia que algunos de sus integrantes presentarán el mes que viene un estudio científico y un doctorado relacionados con los delfines comunes estudiados en las Rías Baixas.

En los mismos se confirma que, lógicamente, “los delfines son una especie vulnerable frente a los grandes arrastreros”, pero también que hay artes o sectores pesqueros que pueden convivir perfectamente con estos animales.

Al igual que se detalla que además del impacto directo, es decir, la muerte de los delfines atrapados en las redes, hay otro indirecto y menos visible, como es “la disminución del alimento” que provocan las redes más destructivas.

“Todo eso es lo que hay que determinar científicamente, tratando de buscar la sostenibilidad de la industria pesquera, lo cual se consigue erradicando las artes que no son selectivas y, al mismo tiempo, defendiendo la potenciación de la pesca sostenible”, sentencia Bruno Díaz.




Compartir el artículo

stats