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Julio Santos Álvarez
Ver galería >Con buen tiempo y flojo viento llegaban los veleros piratas a desembarcar Cangas. Lo hacían en sigilo, sin apenas levantar sospechas, a pesar que una muchedumbre los esperaba en Ojea. Así comenzaba el primer capítulo de «A defensa da Vila», que reproduce lo acontencido en Cangas en el año 1617, cuando los turcos invadieron Cangas sembrando el terror. Ahí también comenzó la leyenda de María Soliña.
Santos Álvarez
Con buen tiempo y flojo viento llegaban los veleros piratas a desembarcar Cangas. Lo hacían en sigilo, sin apenas levantar sospechas, a pesar que una muchedumbre los esperaba en Ojea. Así comenzaba el primer capítulo de «A defensa da Vila», que reproduce lo acontencido en Cangas en el año 1617, cuando los turcos invadieron Cangas sembrando el terror. Ahí también comenzó la leyenda de María Soliña.
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