El podenco gallego, rescatado tras un atropello cuando era todavía cachorro en 2015, vive feliz gracias a la dedicación de Os Biosbardos. Esta protectora de Ponteareas pide ayuda para conseguirle una silla adaptada a sus necesidades, ya que se hace mayor y sus dificultades físicas van aumentando. Ahora ha sido adoptado por la familia que forman Andrea Barciela y Brais con los perros Bibi, Tuco, y Anixa (que tiene una placa en la columna porque se la partieron con una barra).
Brais y Andrea con sus perros Bibi, Tuco, Anixa y Cas
Marta G. Brea
El podenco gallego, rescatado tras un atropello cuando era todavía cachorro en 2015, vive feliz gracias a la dedicación de Os Biosbardos. Esta protectora de Ponteareas pide ayuda para conseguirle una silla adaptada a sus necesidades, ya que se hace mayor y sus dificultades físicas van aumentando. Ahora ha sido adoptado por la familia que forman Andrea Barciela y Brais con los perros Bibi, Tuco, y Anixa (que tiene una placa en la columna porque se la partieron con una barra).
Andrea y Brais con sus perros Anixa, Cas, Tuco y Bibi
Marta G. Brea
El podenco gallego, rescatado tras un atropello cuando era todavía cachorro en 2015, vive feliz gracias a la dedicación de Os Biosbardos. Esta protectora de Ponteareas pide ayuda para conseguirle una silla adaptada a sus necesidades, ya que se hace mayor y sus dificultades físicas van aumentando. Ahora ha sido adoptado por la familia que forman Andrea Barciela y Brais con los perros Bibi, Tuco, y Anixa (que tiene una placa en la columna porque se la partieron con una barra).
Cas, descansando y feliz con su nueva familia
Marta G. Brea
El podenco gallego, rescatado tras un atropello cuando era todavía cachorro en 2015, vive feliz gracias a la dedicación de Os Biosbardos. Esta protectora de Ponteareas pide ayuda para conseguirle una silla adaptada a sus necesidades, ya que se hace mayor y sus dificultades físicas van aumentando. Ahora ha sido adoptado por la familia que forman Andrea Barciela y Brais con los perros Bibi, Tuco, y Anixa (que tiene una placa en la columna porque se la partieron con una barra).
Andrea y Cas dándose mimos
Marta G. Brea
El podenco gallego, rescatado tras un atropello cuando era todavía cachorro en 2015, vive feliz gracias a la dedicación de Os Biosbardos. Esta protectora de Ponteareas pide ayuda para conseguirle una silla adaptada a sus necesidades, ya que se hace mayor y sus dificultades físicas van aumentando. Ahora ha sido adoptado por la familia que forman Andrea Barciela y Brais con los perros Bibi, Tuco, y Anixa (que tiene una placa en la columna porque se la partieron con una barra).
Brais, Andrea y Cas
Marta G. Brea
El podenco gallego, rescatado tras un atropello cuando era todavía cachorro en 2015, vive feliz gracias a la dedicación de Os Biosbardos. Esta protectora de Ponteareas pide ayuda para conseguirle una silla adaptada a sus necesidades, ya que se hace mayor y sus dificultades físicas van aumentando. Ahora ha sido adoptado por la familia que forman Andrea Barciela y Brais con los perros Bibi, Tuco, y Anixa (que tiene una placa en la columna porque se la partieron con una barra).
El podenco Cas exhibe su independencia por el jardín pese a tener solo dos patas
Marta G. Brea
El podenco gallego, rescatado tras un atropello cuando era todavía cachorro en 2015, vive feliz gracias a la dedicación de Os Biosbardos. Esta protectora de Ponteareas pide ayuda para conseguirle una silla adaptada a sus necesidades, ya que se hace mayor y sus dificultades físicas van aumentando. Ahora ha sido adoptado por la familia que forman Andrea Barciela y Brais con los perros Bibi, Tuco, y Anixa (que tiene una placa en la columna porque se la partieron con una barra).
Brais y Andrea con sus perros Bibi, Tuco, Anixa y Cas
Marta G. Brea
El podenco gallego, rescatado tras un atropello cuando era todavía cachorro en 2015, vive feliz gracias a la dedicación de Os Biosbardos. Esta protectora de Ponteareas pide ayuda para conseguirle una silla adaptada a sus necesidades, ya que se hace mayor y sus dificultades físicas van aumentando. Ahora ha sido adoptado por la familia que forman Andrea Barciela y Brais con los perros Bibi, Tuco, y Anixa (que tiene una placa en la columna porque se la partieron con una barra).
Andrea y Brais con sus perros Anixa, Cas, Tuco y Bibi
Marta G. Brea
El podenco gallego, rescatado tras un atropello cuando era todavía cachorro en 2015, vive feliz gracias a la dedicación de Os Biosbardos. Esta protectora de Ponteareas pide ayuda para conseguirle una silla adaptada a sus necesidades, ya que se hace mayor y sus dificultades físicas van aumentando. Ahora ha sido adoptado por la familia que forman Andrea Barciela y Brais con los perros Bibi, Tuco, y Anixa (que tiene una placa en la columna porque se la partieron con una barra).
Andrea acariciando a Cas
Marta G. Brea
El podenco gallego, rescatado tras un atropello cuando era todavía cachorro en 2015, vive feliz gracias a la dedicación de Os Biosbardos. Esta protectora de Ponteareas pide ayuda para conseguirle una silla adaptada a sus necesidades, ya que se hace mayor y sus dificultades físicas van aumentando. Ahora ha sido adoptado por la familia que forman Andrea Barciela y Brais con los perros Bibi, Tuco, y Anixa (que tiene una placa en la columna porque se la partieron con una barra).
Brais, Andrea y Cas
Marta G. Brea
El podenco gallego, rescatado tras un atropello cuando era todavía cachorro en 2015, vive feliz gracias a la dedicación de Os Biosbardos. Esta protectora de Ponteareas pide ayuda para conseguirle una silla adaptada a sus necesidades, ya que se hace mayor y sus dificultades físicas van aumentando. Ahora ha sido adoptado por la familia que forman Andrea Barciela y Brais con los perros Bibi, Tuco, y Anixa (que tiene una placa en la columna porque se la partieron con una barra).
Cas, descansando y feliz con su nueva familia
Marta G. Brea
El podenco gallego, rescatado tras un atropello cuando era todavía cachorro en 2015, vive feliz gracias a la dedicación de Os Biosbardos. Esta protectora de Ponteareas pide ayuda para conseguirle una silla adaptada a sus necesidades, ya que se hace mayor y sus dificultades físicas van aumentando. Ahora ha sido adoptado por la familia que forman Andrea Barciela y Brais con los perros Bibi, Tuco, y Anixa (que tiene una placa en la columna porque se la partieron con una barra).
Andrea, Brais y Cas
Marta G. Brea
El podenco gallego, rescatado tras un atropello cuando era todavía cachorro en 2015, vive feliz gracias a la dedicación de Os Biosbardos. Esta protectora de Ponteareas pide ayuda para conseguirle una silla adaptada a sus necesidades, ya que se hace mayor y sus dificultades físicas van aumentando. Ahora ha sido adoptado por la familia que forman Andrea Barciela y Brais con los perros Bibi, Tuco, y Anixa (que tiene una placa en la columna porque se la partieron con una barra).
Andrea y Brais con sus perros Anixa, Cas, Tuco y Bibi
Marta G. Brea
El podenco gallego, rescatado tras un atropello cuando era todavía cachorro en 2015, vive feliz gracias a la dedicación de Os Biosbardos. Esta protectora de Ponteareas pide ayuda para conseguirle una silla adaptada a sus necesidades, ya que se hace mayor y sus dificultades físicas van aumentando. Ahora ha sido adoptado por la familia que forman Andrea Barciela y Brais con los perros Bibi, Tuco, y Anixa (que tiene una placa en la columna porque se la partieron con una barra).
Anixa y Cas
Marta G. Brea
El podenco gallego, rescatado tras un atropello cuando era todavía cachorro en 2015, vive feliz gracias a la dedicación de Os Biosbardos. Esta protectora de Ponteareas pide ayuda para conseguirle una silla adaptada a sus necesidades, ya que se hace mayor y sus dificultades físicas van aumentando. Ahora ha sido adoptado por la familia que forman Andrea Barciela y Brais con los perros Bibi, Tuco, y Anixa (que tiene una placa en la columna porque se la partieron con una barra).
Andrea y Cas dándose mimos
Marta G. Brea
El podenco gallego, rescatado tras un atropello cuando era todavía cachorro en 2015, vive feliz gracias a la dedicación de Os Biosbardos. Esta protectora de Ponteareas pide ayuda para conseguirle una silla adaptada a sus necesidades, ya que se hace mayor y sus dificultades físicas van aumentando. Ahora ha sido adoptado por la familia que forman Andrea Barciela y Brais con los perros Bibi, Tuco, y Anixa (que tiene una placa en la columna porque se la partieron con una barra).
Andrea acariciando a Cas
Marta G. Brea
El podenco gallego, rescatado tras un atropello cuando era todavía cachorro en 2015, vive feliz gracias a la dedicación de Os Biosbardos. Esta protectora de Ponteareas pide ayuda para conseguirle una silla adaptada a sus necesidades, ya que se hace mayor y sus dificultades físicas van aumentando. Ahora ha sido adoptado por la familia que forman Andrea Barciela y Brais con los perros Bibi, Tuco, y Anixa (que tiene una placa en la columna porque se la partieron con una barra).
Brais y Bibi, y Andrea quitándole una legaña a Cas
Marta G. Brea
El podenco gallego, rescatado tras un atropello cuando era todavía cachorro en 2015, vive feliz gracias a la dedicación de Os Biosbardos. Esta protectora de Ponteareas pide ayuda para conseguirle una silla adaptada a sus necesidades, ya que se hace mayor y sus dificultades físicas van aumentando. Ahora ha sido adoptado por la familia que forman Andrea Barciela y Brais con los perros Bibi, Tuco, y Anixa (que tiene una placa en la columna porque se la partieron con una barra).
Cas, descansando y feliz con su nueva familia
Marta G. Brea
El podenco gallego, rescatado tras un atropello cuando era todavía cachorro en 2015, vive feliz gracias a la dedicación de Os Biosbardos. Esta protectora de Ponteareas pide ayuda para conseguirle una silla adaptada a sus necesidades, ya que se hace mayor y sus dificultades físicas van aumentando. Ahora ha sido adoptado por la familia que forman Andrea Barciela y Brais con los perros Bibi, Tuco, y Anixa (que tiene una placa en la columna porque se la partieron con una barra).
Cas, el podenco al que le tuvieron que amputar dos patas, estrena familia
Marta G. Brea
El podenco gallego, rescatado tras un atropello cuando era todavía cachorro en 2015, vive feliz gracias a la dedicación de Os Biosbardos. Esta protectora de Ponteareas pide ayuda para conseguirle una silla adaptada a sus necesidades, ya que se hace mayor y sus dificultades físicas van aumentando. Ahora ha sido adoptado por la familia que forman Andrea Barciela y Brais con los perros Bibi, Tuco, y Anixa (que tiene una placa en la columna porque se la partieron con una barra).
Cas, descansando y feliz con su nueva familia
Marta G. Brea
El podenco gallego, rescatado tras un atropello cuando era todavía cachorro en 2015, vive feliz gracias a la dedicación de Os Biosbardos. Esta protectora de Ponteareas pide ayuda para conseguirle una silla adaptada a sus necesidades, ya que se hace mayor y sus dificultades físicas van aumentando. Ahora ha sido adoptado por la familia que forman Andrea Barciela y Brais con los perros Bibi, Tuco, y Anixa (que tiene una placa en la columna porque se la partieron con una barra).
Cas, descansando y feliz con su nueva familia
Marta G. Brea
El podenco gallego, rescatado tras un atropello cuando era todavía cachorro en 2015, vive feliz gracias a la dedicación de Os Biosbardos. Esta protectora de Ponteareas pide ayuda para conseguirle una silla adaptada a sus necesidades, ya que se hace mayor y sus dificultades físicas van aumentando. Ahora ha sido adoptado por la familia que forman Andrea Barciela y Brais con los perros Bibi, Tuco, y Anixa (que tiene una placa en la columna porque se la partieron con una barra).
Andrea, Brais y Cas
Marta G. Brea
El podenco gallego, rescatado tras un atropello cuando era todavía cachorro en 2015, vive feliz gracias a la dedicación de Os Biosbardos. Esta protectora de Ponteareas pide ayuda para conseguirle una silla adaptada a sus necesidades, ya que se hace mayor y sus dificultades físicas van aumentando. Ahora ha sido adoptado por la familia que forman Andrea Barciela y Brais con los perros Bibi, Tuco, y Anixa (que tiene una placa en la columna porque se la partieron con una barra).
Anixa y Brais
Marta G. Brea
El podenco gallego, rescatado tras un atropello cuando era todavía cachorro en 2015, vive feliz gracias a la dedicación de Os Biosbardos. Esta protectora de Ponteareas pide ayuda para conseguirle una silla adaptada a sus necesidades, ya que se hace mayor y sus dificultades físicas van aumentando. Ahora ha sido adoptado por la familia que forman Andrea Barciela y Brais con los perros Bibi, Tuco, y Anixa (que tiene una placa en la columna porque se la partieron con una barra).
Bibi, que adora el sol
Marta G. Brea
El podenco gallego, rescatado tras un atropello cuando era todavía cachorro en 2015, vive feliz gracias a la dedicación de Os Biosbardos. Esta protectora de Ponteareas pide ayuda para conseguirle una silla adaptada a sus necesidades, ya que se hace mayor y sus dificultades físicas van aumentando. Ahora ha sido adoptado por la familia que forman Andrea Barciela y Brais con los perros Bibi, Tuco, y Anixa (que tiene una placa en la columna porque se la partieron con una barra).
Tuco, el abuelete
Marta G. Brea
El podenco gallego, rescatado tras un atropello cuando era todavía cachorro en 2015, vive feliz gracias a la dedicación de Os Biosbardos. Esta protectora de Ponteareas pide ayuda para conseguirle una silla adaptada a sus necesidades, ya que se hace mayor y sus dificultades físicas van aumentando. Ahora ha sido adoptado por la familia que forman Andrea Barciela y Brais con los perros Bibi, Tuco, y Anixa (que tiene una placa en la columna porque se la partieron con una barra).
Bibi y Brais
Marta G. Brea
El podenco gallego, rescatado tras un atropello cuando era todavía cachorro en 2015, vive feliz gracias a la dedicación de Os Biosbardos. Esta protectora de Ponteareas pide ayuda para conseguirle una silla adaptada a sus necesidades, ya que se hace mayor y sus dificultades físicas van aumentando. Ahora ha sido adoptado por la familia que forman Andrea Barciela y Brais con los perros Bibi, Tuco, y Anixa (que tiene una placa en la columna porque se la partieron con una barra).
El podenco gallego, rescatado tras un atropello cuando era todavía cachorro en 2015, vive feliz gracias a la dedicación de Os Biosbardos. Esta protectora de Ponteareas pide ayuda para conseguirle una silla adaptada a sus necesidades, ya que se hace mayor y sus dificultades físicas van aumentando. Ahora ha sido adoptado por la familia que forman Andrea Barciela y Brais con los perros Bibi, Tuco, y Anixa (que tiene una placa en la columna porque se la partieron con una barra).
