Clérigo que se relacionó con unos soldados galos que fingieron querer desertar para integrarse en la milicia local. Núñez intentó ayudarles dándoles una nota para un confidente español. Los franceses lo llevaron ante su comandante. Fue detenido y sentenciado a pena de muerte.

Las autoridades invasoras cambiaron su vida por la de los tres soldados que asesinaran a los tres vecinos en la taberna de Xoana Rial. El propio cura le hizo llegar al alcalde su intención de aceptar el intercambio, y así la historia dio un nuevo giro.