¿Quién es quién en La Reconquista de Vigo? Los héroes reconocidos y los anónimos

La fiesta histórica revive la expulsión de las tropas francesas de la plaza olívica en 1809, convirtiéndose en la primera villa en toda España en liberarse

El alzamiento que culminó en la batalla de la Porta da Gamboa fue una obra coral, con protagonistas históricos destacados pero también con otros muchos desconocidos

Recreación de la batalla en la Porta da Gamboa.

Recreación de la batalla en la Porta da Gamboa. / Marta G. Brea

El 28 de marzo de 1809, Vigo expulsó a los soldados de Napoleón. Casi dos meses antes, las tropas francesas entraban en la plaza, que se rendía sin oponer resistencia para evitar muertes.

Durante ese tiempo, la resistencia se organizó hasta lograr la victoria en la batalla de la Porta da Gamboa.

El alzamiento tuvo destacados protagonistas, con sus nombres grabados en la historia de la ciudad, pero también muchos héroes y heroínas anónimos que hicieron de la villa olívica la primera en todo el territorio español en declararse libre en plena Guerra de la Independencia.

Carolo

Se desconoce su verdadero nombre y fue el primer caído en el asalto a la Porta da Gamboa. Murió a causa de las graves heridas de bala que sufrió cuando el 28 de marzo de 1809 intentaba romper a machetazos una de las puertas de la muralla que guardaba al Vigo tomado por los franceses.

Algunos historiadores sostienen que era un marinero y otros un anciano -por entonces, 50 años ya era una edad muy avanzada-. Hay quienes se atrevieron a darle un nombre, como el escritor Pérez Carvajal, que lo identifica como José Fernández, o el cronista de la ciudad, Avelino Rodríguez Elías, quien le llama Martínez Obelleiro. En cuanto al apodo, “carolo”, tiene dos acepciones: pájaro marino muy audaz y pedazo de pan duro.

El misterio sigue rodeando a este héroe de La Reconquista, que está representado en el monumento de la Plaza de la Independencia.

A repatriación de Cachamuíña

Retrato de Cachamuíña. / FdV

Cachamuíña

Bernardo González del Valle nació en Ourense, en una aldea de Pereiro de Aguiar que le valió su sobrenombre. El marqués de la Romana lo encumbró comandante de los combatientes que se alistasen para luchar contra los franceses en Galicia. Batalló en Ourense, Santiago y Pontevedra. Sus 5.000 hombres se juntaron con las fuerzas de Morillo y Colombo, a quienes convenció para liberar Vigo.

En la toma de la Porta da Gamboa resultó gravemente herido tras recoger el hacha que soltó Carolo al caer abatido. Tras la victoria fue nombrado gobernador de la villa y luego ascendido a coronel. Pasados los tres meses de recuperación que le costaron las heridas de La Reconquista, continuó la persecución de las tropas francesas por Ourense. Se retiró en 1811 a su pueblo natal, Cachamuíña, donde murió en 1848.

La Sociedad de Hijos de Vigo solicitó que sus cenizas se trasladasen a la ciudad en 1932, y fueron llevadas al cementerio de Pereiró. Su figura no aparece en el Monumento de homenaje a los héroes de la Reconquista, pues la escultura es anterior a la recuperación de su papel en la batalla del 28 de marzo.

Francisco Javier Vázquez Varela

Retratao de Francisco Javier Vázquez Varela. / FdV

Francisco Javier Vázquez Varela

Nacido en Vigo y de profesión abogado, fue nombrado alcalde de la plaza tras la destitución del afrancesado Alonso Cayro por el pueblo. Entregó la villa a los franceses para evitar el derramamiento de sangre y juró el nuevo orden, pero supo socavar el poder francés desde su puesto y con la ayuda de toda la corporación. Organizó el cerco a las tropas de Napoleón junto al abad de Valladares y el regidor de Bouzas.

Tras la Reconquista ordenaron prisión para él por colaboracionista, siendo redimido de tal pena y reconociéndosele los esfuerzos realizados.

Grabado de la época de Cayetano de Parada y Pérez de Limia, alcalde de Bouzas y líder fundamental en el levantamiento de las "alarmas" del Val do Fragoso.

Grabado de la época de Cayetano de Parada y Pérez de Limia, alcalde de Bouzas. / FdV

Cayetano Parada y Pérez de Limia

El alcalde de Bouzas fue el principal impulsor de las “alarmas” -grupos de combatientes al estilo “guerrilla”- y enaltecedor del espíritu de La Reconquista. En su casa se celebró la reunión en la que se acordó la ofensiva que liberaría la villa. No en vano estaba en contacto con los frailes del Convento de Santa Marta y con el alcalde Vázquez Varela a través de correspondencia secreta. Está enterrado en el cementerio de Alcabre.

El Abad de Valadares

Juan Rosendo Arias y Enríquez llegó a la ahora parroquia viguesa gracias a su primo, el marqués de Valadares, con la misión de administrarla. Llevaba 22 años aquí cuando se produjo la invasión. Entonces comenzó a arengar a los feligreses y organizar la recuperación de la villa.

Tenía tal prestigio que, cuando llegaron los militares profesionales y quisieron hacerse con el mando, la presión popular no dejó que lo relevaran. Con un grupo de combatientes se apostó en Puxeiros para bloquear los suministros a la villa, y le encargó a Vicente Pérez de Limia, hijo del alcalde de Bouzas, que hiciese lo mismo en las zonas altas que rodeaban Vigo.

El bloqueo por la ría lo llevó a cabo un crucero inglés, además de la vigilancia de los vecinos de O Morrazo. Se estableció el cerco de tal manera que "ningún francés saliese de la villa como no fuese muerto, herido o prisionero".

Retrato de Pablo Morillo en el Museo Quiñones de León. // Óleo de Horacio Vernet

Retrato de Pablo Morillo en el Museo Quiñones de León. / Óleo de Horacio Vernet

Pablo Morillo

Era un militar con gran experiencia, curtido en las batallas de Trafalgar y Bailén. Llegó a Vigo el 21 de marzo y relevó al militar portugués Almeida, al mando del asedio a las tropas francesas.

Fue ascendido a coronel para acabar con las reticencias de Chalot - jefe de las tropas napoleónicas en la plaza olívica -a rendirse ante paisanos o militares de menor graduación. Fue él quien dio el ultimátum a los franceses para que abandonasen las armas. Se unió a las fuerzas de Cachamuíña y Almeida para encarar juntos la batalla de A Gamboa. Estampó su rúbrica en la capitulación gala.

Tumba de los héroes anónimos de La Reconquista en el cementerio de Pereiró. / CAMESELLE

Tumba de los héroes anónimos en Pereiró. / CAMESELLE

Combatientes desconocidos y Aurora

La ciudad parece haberse olvidado de ellos y los escasos símbolos de su recuerdo distan mucho de la "tumba al soldado desconocido" bajo el Arco del Triunfo de París. Nuestros héroes anónimos yacen en el cementerio de Pereiró, donde también se encuentran los restos de Cachamuíña.

Se desconoce la cantidad de personas que fallecieron en la batalla, pero no se descarta una cifra elevada porque hay constancia de la disposición de un despacho con el objetivo de concederles pensiones a las viudas de guerra. Los caídos en la ocupación, el cerco y la batalla de A Gamboa fueron trasladados de sus cementerios parroquiales al de Picacho en 1857, y al de Pereiró en 1898.

En los últimos años, la recreación dramatizada de La Reconquista incluyó al personaje de Aurora. Este, que no existió históricamente, es una representación y puesta en valor de las mujeres de Vigo que lucharon durante el asedio a las tropas napoleónicas y la batalla de la Reconquista.