Todos los secretos del bus urbano en sus manos

«Porque contamina menos», «porque así pueden ir más personas a la vez que en un coche», «porque hay gente que no puede conducir», «porque andando igual no llegas a tiempo hasta Francia al hospital». 

Los niños y niñas de tercero de Primaria del colegio San José de Cluny, en Vigo, tienen muy claro por qué es importante el transporte público urbano.

Bueno, igual alguna duda sí que había por ahí pendiente, pero casi todas quedaron resueltas después de la visita de Miriam Iglesias, técnica de comunicación y márketing de Vitrasa, y Manuel Anido, jefe de operaciones de la compañía, que tuvo lugar el pasado miércoles en el marco del proyecto de periodismo escolar Faro da Escola. 

«Un autobús oruga mide lo mismo que 10 camas»

El alumnado quedó impresionado con las imágenes de los carros de caballos, uno de los métodos de movilidad que se empleaban en las ciudades antes de la invención del transporte urbano, que no llegó a Vigo hasta el año 1914. «¿Y cuánto costaba subir en eso?», preguntó uno de los pequeños al instante. 

Las fotos de los autobuses ya les sonaron más, aunque descubrieron que no siempre han sido como ahora conocen. «¡Ostras!», exclamaron al unísono al conocer que hace tiempo, en la ciudad olívica, los buses eran azules y se llamaban El Cometa. El color verde no llegó hasta 1994 y antes, desde el año 1981, fueron rojos.

«O Club Faro xa forma parte do cole!»

Tras un breve repaso por su historia, Miriam Iglesias les contó cómo se organiza la red de transporte urbano en Vigo: desde cuántas líneas hay hasta cuál es la más larga y la más corta (para curiosidad del lector, la A, que se extiende 30 kilómetros, y la C1, de solo seis), pasando por las características de los propios vehículos de Vitrasa. «Un autobús oruga mide lo mismo que 10 camas», explicó la técnica ante la atenta multitud. Uno de los niños no pudo evitar levantar la mano: «¿Pero camas grandes o pequeñas?».

Así, conocieron que en Vigo hay 125 autobuses circulando diariamente, recorriendo unos 23.000 kilómetros en cada jornada -«Lo que supone media vuelta al mundo», ejemplificaba Iglesias para sorpresa de los menores- o que existen un total de 39 líneas. 

También aprendieron, por ejemplo, que en la ciudad hay 65.000 personas que emplean cada día este método de transporte y se mostraron de lo más entusiasmados ante los buses especiales de Vitrasa. «¡Ahí fui yo!», decían varios de los pequeños, señalando la fotografía del bus de Navidad.

Llenos de curiosidad

A través de un test de verdadero o falso respondido entre todos, quedó más que comprobado que los estudiantes de tercero del Cluny estuvieron muy atentos a la charla. 

De hecho, la ronda de preguntas fue una demostración de que el tema no es moco de pavo para ellos. Los pequeños trasladaron todo tipo de dudas, como por ejemplo, sobre las normas del servicio - «¿Se pueden llevar animales? ¿Una cobaya puede subir? ¿Y una tarántula?», «¿Puedo comer dentro del bus?»- o sobre el trabajo de los conductores -«¿Qué pasa si un conductor se desmaya?», «¿Cuántas líneas conoce cada uno?»-. Todas ellas fueron resueltas e incluso hubo espacio para algunas sugerencias: «¿Cuándo vais a poner más autobuses por Camiño Quirós?», «¿Por qué no hacéis una aplicación para el móvil con la que se pueda pagar el viaje?».

Alejandro Costas, tutor de tercero de Primaria en San José de Cluny, reconocía a FARO que experiencias como esta son muy enriquecedoras para el alumnado: «Es bueno para ellos que no vean siempre las mismas caras, ayuda al desarrollo de las habilidades sociales y potencia su curiosidad. En esta ocasión, con la visita de Vitrasa, han podido conocer la importancia del transporte público, que es algo fundamental».

Claudia y Joaquín son dos de los niños que participaron en la charla, la primera del 2025 que organizaba la compañía de transporte urbano viguesa. «Yo nunca uso el bus, solo en las excursiones del cole», explicaba tímidamente Joaquín. 

Claudia nos contó que ella lo utiliza «a veces» con su familia, cuando tienen que ir «al Vialia o al Corte Inglés» y opina que es muy cómodo. Además, ambos descubrieron gracias a la sesión que «hay muchos tipos de buses» y «un montón de líneas distintas» y coincidieron en cuál es, para ellos, la mayor ventaja del transporte público: «¡Así contaminamos mucho menos!». Esperamos leer más en su periódico escolar.