La educación también sana: uno más en la terapia de los más pequeños

Un ingreso hospitalario supone una pausa en la vida cotidiana, un punto y seguido que se antoja eterno mientras dura. Si ya sucede así en el caso de los adultos, que decir cuando son niños o niñas los que deben de pasar una temporada alejados de su entorno y estructura.

Para la mayoría de pequeños y jóvenes, su centro educativo, sus compañeros y sus profesores son agentes socializadores fundamentales. Por eso, mantener dentro de las posibilidades de su salud una rutina similar a la que se imparte en colegios o institutos es crucial durante el ingreso, un punto de normalidad que también resulta sanador. Por eso, el papel del aula hospitalaria del hospital vigués Álvaro Cunqueiro trasciende lo meramente académico, que también.

De hecho, el curso pasado se lanzaron al reto propuesto por Faro da Escola, crear su propio periódico, con un resultado que consiguió el reconocimiento del jurado de la iniciativa. Y este año repiten.

Además, el apoyo de FARO con el aula del Cunqueiro se amplía convirtiendo la recaudación de los talleres del VIII Foro Faro Educa en material educativo para acompañar la actividad que desarrollan en el hospital.

Desde el decano no cabe la menor duda de que, tal y como dijo la profesora Chus Iglesias, darán un gran uso a esta aportación. Porque todo lo que simboliza esa aula es uno más de la terapia.