Galicia, a la cabeza de la inclusión (aunque con mucho por hacer)

Las Necesidades Educativas Especiales (NEE) son las dificultades y/o discapacidades que interfieren en el proceso de aprendizaje del alumnado e incluyen un amplio rango de casuísticas que van desde los trastornos del aprendizaje hasta la discapacidad cognitiva; pasando por las enfermedades físicas; las patologías relacionadas con la salud mental; los trastornos TGD, entre los que se enmarca el TEA; o trastornos del Neurodesarrollo como el TDAH; además de otras ligadas a las condiciones personales del estudiante como puede ser una entrada tardía al sistema. 

Independientemente de su tipología, el hecho de que cada vez sean más visibles sólo puede ser una gran noticia para un sector, el de la enseñanza, que sigue buscando avanzar cada día un poco más hacia la inclusión real, especialmente en Galicia y es que la comunidad parece liderar este compromiso tan ineludible como necesario en todo el país, con el 93,6 % de su alumnado con NEE escolarizado en centros comunes, según datos del Ministerio de Educación. 

Los alumnos con necesidades especiales ya suponen el 14% de las matrículas en centros ordinarios de Vigo

Una cifra que quiso ponerse en valor durante la Jornada formativa ‘Atención a la diversidad’, celebrada en el Pazo de Congresos y Exposiciones de Galicia y en la que unos 800 orientadores y profesores autonómicos pudieron atender a ponencias como: ‘La importancia de construir entornos de aprendizaje seguros’, a cargo de Juan de Vicente Abad, orientador y profesor en el Instituto público IES Miguel Catalán (Coslada); o ‘el papel de la orientación en una escuela inclusiva’, desarrollada por la psicopedagoga Ana Cobos, entre otros ejemplos.

Allí, para seguir aprendiendo, estuvo también Paula Carreiro, profesora de Pedagogía Terapéutica (PT) y presidenta de la Asociación Galega de Mestras e Mestres pola Inclusión (AGAMPI), que nos explica la importancia de trabajar por continuar mejorando estas cifras. 

“La inclusión es necesaria. Segregar al alumnado con NEE implica dificultar su proceso de aprendizaje en ámbitos como las habilidades sociales o los procesos de comunicación”, dice y añade: “Además y lo que para mí es todavía más importante: el mundo real es eso, está repleto de diversidad y todos debemos aprender a convivir con ella desde pequeños. Es mucho más enriquecedor para todos y nos va a enseñar a ser más tolerantes”.  

Así las cosas, la experta coincide en el liderazgo gallego en este sentido: “Sí que es cierto que nos situamos entre las comunidades que más medidas tienen implantadas de cara a la atención a la diversidad, con la figura del orientador regulado para Infantil y Primaria, protocolos específicos establecidos para cada tipo de necesidad, y plazas de Atención Preferente para alumnado con NEE”. 

Con todo y aunque reconoce que “se avanza, a pequeños pasos, pero se avanza”, Carreiro se inclina por subrayar el adjetivo “pequeños” y matiza que aún queda mucho camino por delante para lograr la inclusión real y es que “no debemos fijarnos solo en el porcentaje de alumnado con NEE escolarizado en centros ordinarios, sino también, y sobre todo, preguntarnos por cómo están siendo atendidos en dichos centros”: “Por ejemplo: ¿Durante cuántas horas de la jornada escolar están realmente en el aula?, ¿hablamos de inclusión real o más bien de integración?”.  

En su opinión y como adelantaba, para llegar a lo segundo queda aún mucho por hacer y es necesaria la incorporación de más profesorado especialista — tanto de Pedagogía Terapéutica (PT) como de Audición y Lenguaje (AL)— en los colegios.