Entrevista | Iago Ferraz Maestro Montessori de Infantil

“Creían que éramos escuelas de hippies donde reinaba el libertinaje”

La realidad de la pedagogía Montessori se basa en el pensamiento crítico, el estudio activo y la libertad autogestionada de los propios alumnos

Iago Ferraz es maestro  de infantil en Gándara  International School.

Iago Ferraz es maestro de infantil en Gándara International School. / Cedida

La pedagogía Montessori lleva décadas funcionando junto a otros sistemas de educación alternativa. Aún así, resulta desconocida para el gran público, que imagina lo que ocurre dentro de esas aulas como si formara parte de una dimensión paralela.

Es esa dimensión desconocida la que empieza a llamar la atención de Iago Ferraz, quien, tras un largo viaje por Sudamérica visitando diferentes escuelas alternativas, aterrizó de nuevo en Galicia con ganas de participar en un proyecto renovador. Ahora es profesor de Gándara International School, uno de los centros pioneros en educación Montessori de la provincia de Pontevedra.

Pero empecemos por el principio. ¿Qué es todo esto? ¿Cómo funciona este tipo de enseñanza, y cómo llega hasta aquí?

La educación alternativa pretende que los niños y niñas sean activos, que aprendan haciendo, manipulando, creando, y que piensen por sí mismos, tomando decisiones constantemente. Además, son pedagogías en las que se fomentan los intereses reales de cada niño y niña y se respetan sus ritmos individuales, lo cual ayuda considerablemente a que se mantenga la motivación y el entusiasmo por aprender.

»La idea de Gándara nace allá por el 2014, y surge de la necesidad de dos mamás de escolarizar a sus hijos en una escuela más respetuosa que las tradicionales, y que deciden montar una pequeña escuelita en el galpón de la casa de una de ellas. Juntos hemos crecido hasta incorporar un modelo pedagógico basado en la educación activa y vivencial, inspirado en la pedagogía Montessori, con una atención individualizada, respetuosa y libre para niños y niñas de infantil y primaria.

Esa libertad ¿cómo se gestiona? ¿Cómo encontrar el equilibrio en el control?

Hay que tener muy claro que la libertad sin límites es un error y no funciona. Para poder vivir en un marco de libertad amplio se necesitan ciudadanos muy responsables que respeten unas normas de convivencia y unos límites claros. Estos límites se instauran siempre desde el amor, nunca desde el enfado o la confrontación, y ayuda mucho el hacer partícipe a los niños y niñas en la elaboración de estas normas, ya que así las hacen suyas y entienden por qué son necesarias; de ahí viene el que desde los 3 añitos se hagan asambleas con ellos cada mañana, y el fomentar el que tomen decisiones, que trabajen el pensamiento crítico y su autonomía general a todos los niveles.

“El miedo a educar diferente es miedo a que los niños piensen por sí mismos”

¿Cómo dirías que es la idea que tenemos de esta educación desde fuera?

Cuando empezamos hace ya casi 10 años me consta que la idea generalizada era la de que éramos unas escuelas de cuatro hippies que dejaban hacer a los niños lo que les daba la gana, en un espacio sin normas en el que reinaba el libertinaje. Hoy en día creo que, aunque puedan quedar resquicios de este pensamiento, la idea es otra. Más gente conoce estos modelos de aprendizaje, hay más escuelas por todo el país y muchas con muy buena reputación y muy buenos resultados, y cada día salen más artículos sobre pedagogías alternativas en los medios de comunicación.

Creo que existe incluso una cierta moda, simplemente porque la mayoría son privadas y parecen como más cool, algo que resulta un tanto peligroso, porque luego suelen ser familias que no entienden cómo funcionan las dinámicas de estos modelos educativos y por lo general nunca acaban de encajar.

¿Crees que hay miedo en España a educar diferente?

En mi opinión, el miedo a educar diferente en las familias es cada vez menos frecuente, aunque todavía sigue existiendo en muchos casos. Por otro lado, el miedo a educar diferente por parte de las instituciones ya es otra cosa, y yo creo que siempre va a estar ahí. Nunca va a interesar del todo para las instituciones que se fomente una educación en la que las niñas y niños tengan un pensamiento muy crítico y librepensador, ya que luego serán mucho más difíciles de dominar y manejar a su antojo... 

El método Montessori  convierte a los niños y niñas  en protagonistas de su  propia educación.

El método Montessori convierte a los niños y niñas en protagonistas de su propia educación. / Cedida

¿Hasta dónde puede llegar la educación alternativa?

Lo ideal sería que llegase a ser una opción más dentro del sistema de educación pública, para que toda la población pueda tener acceso si así lo desea, como ya ocurre en muchos países de Europa. Lo cierto es que en los últimos años ha habido muchísimos avances, y en muchas escuelas públicas de infantil y primaria se están instaurando métodos pedagógicos diferentes. No obstante, la gran mayoría de las opciones siguen estando en escuelas privadas, ya sean Montessori, Waldorf, Bosquescuelas...etc.

Entonces, ¿observas avances hacia el lado correcto?

Sí que lo veo, poco a poco. Una prueba de ello son las últimas modificaciones de la ley educativa, bastante progresistas en general y que van muy en el camino de lo que están haciendo escuelas como la nuestra. De todas maneras creo que todavía quedan muchas cosas importantes por cambiar: las ratios, la separación por materias en lugar de ámbitos, los espacios, materiales, grupos de edades heterogéneas... Esperemos que en unos años no se vuelva a dar marcha atrás en los avances que es un error muy habitual en este país.