Después de muchos días de estudio y en la recta final (por fin) de un largo curso, la selectividad está a la vuelta de la esquina. Ya están aquí las pruebas de acceso a la universidad: la ABAU (Avaliación de Bacharelato para o Acceso á Universidade) y es importante tomárselo con calma.

Los expertos recuerdan que hay que tener confianza en uno/a mismo

-El trabajo del curso ya está hecho

-La materia está estudiada

-Seguramente sabes más de lo que te parece

-Y es normal sentir pánico a quedarse en blanco...

¿Qué hacer durante esta jornada?

La orientadora Ana Berdeal nos lanzaba hace unos días varios tips o consejos para preparar selectividad. Algunos de ellos orientados a la jornada previa o víspera:

  1.  El día antes: el día antes de las pruebas tómatelo de descanso, haz algo agradable y trata de no estudiar.
  2.  Mirar bien hora y lugar: asegúrate del lugar y de la hora a la que tienes que presentarte y prepara todo lo que necesites para ese día.
  3.  Evitar tensiones: evita situaciones que te produzcan tensión y mantén un pensamiento positivo.

No estudiar

No es bueno estudiar el día antes. Es mejor tomarse la jornada para relajarse. Realizar alguna actividad que aporte calma, que permita pensar en otra cosa y olvidarse un poco de la tensión.

No pasa nada si surge alguna duda que lleva a revisar los apuntes o a repasar un punto en concreto.

También es posible echar un vistazo a los esquemas elaborados en los últimos días. Pero memorizar materia nueva no es aconsejable.

Descansar

Dar un paseo al aire libre es ideal. También se aconsejan técnicas de relajación para aplicar durante esta jornada.

Asegúrate de llevar todo lo que necesitas...

Dormir y desayunar

Es muy importante dormir las horas necesarias (no menos de 7 u 8 horas). También es bueno evitar bebidas tipo café, Coca-Cola... Desayunar bien e hidratarse para rendir durante las pruebas es crucial.

¿Y el día de las pruebas...?

  1.  Durante las pruebas: lee bien las preguntas y asegúrate de que las entiendes. Consulta posibles dudas.
  2.  Empieza por las preguntas que mejor sabes: es bueno empezar por lo que más se controla y dejar las que menos para el final.
  3.  Tiempo: Hay que tener muy en cuenta la gestión del tiempo; comprueba cuánto te queda cada poco y reserva un rato para repasar y revisar la ortografía.
  4.  Si quedas en blanco... respira lentamente y anota las ideas que recuerdes en un folio aparte, según los consejos de Ana Berdeal.