Mascarillas, cumplir las distancias, ventilar, lavar las manos, desinfectar... No tocarse, faltan los abrazos con los compañeros, restricciones, normas y más normas. Casi dos años de pandemia, acatando restricciones, limitados por flechas de entrada y salida y con mucho cuidado continuamente, es mucho tiempo. La fatiga pandémica se nota en todos los ámbitos. También en los colegio s e institutos. No ha sido una etapa fácil. Y sigue sin serlo. Por ello, toda ayuda complementaria para sobrellevar esta situación es bienvenida y se agradece.
Meditar en el instituto
Como la iniciativa puesta en marcha en el Instituto de Educación Secundaria (IES) Auga da Laxe. Todo el alumnado de este instituto de Gondomar participó varios días en una sesión de iniciación a la meditación o mindfulness. Una instructora especializada se encargó de impartir la actividad con el objetivo de ofrecer a los chicos herramientas y estrategias que les ayuden a mejorar la concentración y la capacidad de relajación, además de reducir el nivel de estrés y ansiedad y lograr un mayor aprovechamiento de las clases.
Resilientes y positivos
El mindfulness se asocia con la regulación de las emociones. La atención plena produce cambios en el cerebro que se corresponden con una menor reactividad y una mejor capacidad para realizar tareas incluso cuando las emociones están activadas. El profesorado que practica mindfulness puede mejorar sus habilidades para relacionarse con calma y eficacia con los estudiantes, mientras que al alumnado le ayuda a comportarse mejor en clase, y a ser menos impulsivos y más respetuosos. En cuanto al nivel de estrés, contribuye a rebajarlo. El mindfulness ayuda a los docentes y estudiantes a tener nuevas perspectivas sobre cómo lidiar con el estrés, ya que les proporciona nuevas herramientas para poder gestionarlo, y por consiguiente reducirlo. Dado que el mindfulness se enfoca en el entrenamiento de la conciencia y la atención plena, para de esta manera poder dirigir de forma voluntaria estos procesos mentales, su práctica resulta eficaz para poder aumentar la capacidad de atención y concentración. Este hecho ha llevado a expertos a aconsejar esta práctica como terapia complementaria en los trastornos relacionados con el déficit de atención. Además, mejora el rendimiento académico y ayuda a formar alumnado resiliente, creativo y positivo.