El IES Valadares destaca en su proceso de transformación, de integración de metodologías activas, de atención individualizada, de reorganización de espacios... Una de las artífices (junto a Eva López, la directora) es Carmen Boado, jefa de estudios de este innovador instituto. Precisamente por todo este proceso innovador Boado acaba de ser una de las docentes elegidas en los Premios Innovagal de la Consellería de Cultura, Educación e Universidade.

"El gran número de alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo y necesidades educativas especiales (NEE), un 37% del alumnado, nos llevó a formular cambios en las metodologías empleadas. Constaté que apoyos, refuerzos, desdobles y profesores son imprescindibles. Pero no solo. También se necesitan nuevas iniciativas innovadoras para llegar con éxito a todo el alumnado. Para que cada persona llegue a un desarrollo máximo de sus posibilidades (DUA). Los programas de innovación y las metodologías activas vinculadas a las medidas de atención a la diversidad (MAD) nos ayudan a ir mudando hacia esta docencia más innovadora", explica Boado. Esta, precisamente, ha sido una de las razones que llevó al jurado de estos galardones a elegirla entre los docentes ganadores de esta edición.

Proyecto de cambio

Expresa Boado que las nuevas demandas de la sociedad y las necesidades específicas del alumnado la llevaron a pensar y consensuar en el equipo directivo un proyecto de cambio en las metodologías tradicionales utilizadas en la educación.

Trayectoria rica en propuestas

Cuando se le pregunta a Boado qué destacaría de su trayectoria laboral, explica que es una trayectoria "rica en análisis, propuestas, decisiones y cambios que trataron y tratan de armonizar su tarea educativa con la variedad y la riqueza del alumnado y con los cambios que considera que hay que implementar en la educación para alinearla con la actualidad".

Trabajo de todo el equipo

"Es una experiencia profesional vinculada inexorablemente al trabajo de todo un equipo. Más allá del éxito de las iniciativas emprendidas, asentó una dinámica de trabajo basada en un proceso de análisis de la realidad-propuesta-implementación-modificación-análisis. Una dinámica como proceso "en espiral" que intenta dar respuesta a las necesidades educativas a través de nuevas prácticas (innovación) que se implementan buscando objetivos educativos acordes con la realidad del alumnado y del entorno; y que se modifican y/o cambian en función de los resultados (experimentación), intentando involucrar a los alumnos y alumnas en el pilotaje de su propio proceso educativo (metodologías activas).

Carmen Boado.

Precisamente, no solo el centro y su equipo de dirección reciben premios y distinciones. También el alumnado. Recientemente FARO publicaba esta información, con dos alumnos de este centro galardonados:

Rubén, la profe (Virginia) y Sheila.

"Premios al esfuerzo y superación personal desde Vigo"

Les resultaba complicado concentrarse. Tenían dificultades para superar los cursos; muchos días se hacía complicado seguir. Pero tanto sus familias como los profesores, en este caso, del IES Valadares, no dejaron que se desanimaran. En todo momento confiaron en ellos, les animaron y con mucho refuerzo y voluntad por parte de todos, porque ellos mismos reconocen que es una labor conjunta, consiguieron su propósito: superar la Educación Secundaria Obligatoria (ESO). Y en muchos momentos de esta etapa educativa no tenían claro que “titular” sería una realidad. 

Sheila Romero y Rubén Alonso son dos estudiantes que terminaron la ESO en el IES Valadares y han sido galardonados con los Premios de Educación Secundaria Obligatoria al Esfuerzo y a la Superación personal correspondientes al curso 2020/21, junto a otros 18 alumnos/as de toda Galicia. El IES Valadares es el único centro con dos estudiantes premiados: “el año pasado tuvimos cinco premiados”, apunta Carmen Boado, jefa de estudios de este instituto. “Creo que tenemos un profesorado estupendo, dispuesto a ayudar a todo el alumnado, a hacer que se vean capaces, a quitar barreras para intentar llegar a cada uno de los alumnos/as y que estos consigan sus objetivos”, expresa Boado.

Tanto Sheila como Rubén, sin la ayuda de su familia y entrega de sus profesores día a día, quizás no hubieran titulado, no sacarían la ESO. Pero sí lo han conseguido. Sus padres se emocionan cuando miran hacia atrás: cuántas tardes estudiando y haciendo deberes con ellos y muchos días de charlas con los profesores y preocupaciones por el futuro de los pequeños. 

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