Las oposiciones que vienen serán menos "de chapar". El modelo que quieren tanto Gobierno central como autonómicos sería una estructura de exámenes en las oposiciones que resten importancia a la memorización de extensos temarios y largas listas de leyes y prioricen la práctica y otras aptitudes de los opositores en función del sector que elijan. Para ello, según ha trascendido, un grupo de trabajo se ha puesto manos a la obra para llevar a cabo esta reforma en la Administración pública, que lanzará las primeras propuestas para unos cambios que serán fundamentales en el estilo de las oposiciones y que, sin duda, marcarán un antes y un después en la historia de los exámenes para acceder a la Función Pública en este país.

Estos cambios en las oposiciones van de la mano de la reforma pendiente del Estatuto Básico del Empleado Público para limitar los contratos temporales y reducir la tasa de eventualidad al 8%. La elevada temporalidad es un problema que el Gobierno pretende afrontar de cara en los próximos años.

Ámbito educativo

Y en el ámbito educativo el Ministerio de Educación hace ya tiempo que habla de cambiar los exámenes para acceder a una plaza pública de maestro o profesor. De hecho, está pendiente toda la reforma tanto del acceso a la función docente como de la carrera laboral. La propia Ley Orgánica de Modificación de la Ley Orgánica de Educación (Lomloe), conocida como Ley Celaá, incluye directrices para que el Gobierno cambie la manera en que se forman y acceden a plazas públicas los docentes, entre otros temas, como la modificación de los currículos de la enseñanza (para que sean menos extensos para el alumnado, menos materia: el objetivo es eliminar esa sensación de contenidos inabarcables).

Tener claro qué se quiere medir en las oposiciones y cómo se quiere medir en los opositores, las claves de los cambios en las oposiciones, no es tarea fácil. Eso implicará también el cambio de temarios para preparar los exámenes, algo que preocupa cada año a opositores.

¿Cambio de temarios?

De hecho ya se hablaba de un cambio de temarios para 2020, por ejemplo, que no se llevó a cabo. Con la pandemia también se frenó este proceso. Por otro lado, la Ley Celaá da un año de plazo al Gobierno para consultar con las autonomías y presentar una revisión o reforma de la profesión docente. Esto implicará desde la formación que reciben en las universidades los futuros docentes, hasta el sistema de acceso y también modificaciones en la carrera profesional, para que no sea tan lineal o estática como ahora.

En cuanto al sistema de acceso se habla de una especie de MIR (el modelo típico en Medicina), parecido pero no igual. Se le puso el nombre de MIR del profesorado y en principio se hablaba de un año entero de prácticas del futuro docente (tras acabar la carrera) en una escuela o instituto, si bien el Gobierno matizó hace poco que habrá que concretar en función de las etapas: En Infantil y Primaria (van distribuyendo la parte práctica durante los cuatro años del grado) y los docentes de Secundaria que acceden a través de un máster de profesorado (uno o dos años). De momento está todo en el aire, hasta que Gobierno y comunidades presenten ese primer documento.

¿Para cuándo?

¿Para cuándo entonces los cambios de temario? Fuentes del sector educativo indican que ni para 2021 ni para 2022. Con las convocatorias de las oposiciones cerradas previamente sería imposible introducir los cambios. Fuentes del Ministerio de Educación expresaron, precisamente, que las nuevas ideas de oposiciones no saldrán antes de 2022 y después podría aplicarse un periodo transitorio para no perjudicar a opositores que hayan empezado a estudiar. Academias que preparan oposiciones de Educación dan por hecho que 2021 y 2022 serán con los actuales temarios. A esto se añade, además, que serán convocatorias con muchas plazas. Al menos hasta 2023 el formato de estudio en educación se proyecta como hasta ahora.