Ya lo decía Spiderman, un gran poder conlleva una gran responsabilidad. Si hoy en día alguien tiene la capacidad de influir en un número importante de ciudadanos son aquellas personas que triunfan en las redes sociales. A través de sus perfiles alcanzan diariamente a cientos de miles de usuarios en todo el mundo y su mensaje cala en muchos de ellos. Por eso, aprovechar esa multitudinaria ventana para formar e informar bien puede ser una de esas grandes responsabilidades a las que se refería Peter Parker.

Un ejemplo impecable de buena práctica sería el de La Vecina Rubia, una influencer con más de 2,8 millones de seguidores en Instagram que es difícil de enmarcar en alguna de las corrientes que imperan en las redes. En su perfil principal comparte contenido de moda, lifestyle o humor pero también lleva meses haciendo una incansable labor de concienciación, difusión, motivación y suma de sinergias en todo lo relativo a la pandemia por COVID-19.

Historias humanas, como el apoyo que ha ofrecido tanto de manera individual como junto con toda su comunidad -chat de amigas como le gusta llamarle-, a seguidoras que pasaban momentos complicados es otra de sus señas de identidad. Muchos se emocionaron con la historia de India y el acompañamiento que le hicieron en su tránsito por un cáncer que terminó llevándosela al arcoíris de las amigas (ese que está justo al lado del de los padres o el de las mascotas).

Pero el caso que nos ocupa en esta ocasión es el pelazo con cerebro debajo que se gasta y con el que traslada a las redes sociales conocimientos sobre ortografía de manera desenfadada pero eficaz. Acompañada de su 'Conejito ortográfico' y de la estrecha relación con la RAE de la que hace gala a través de Twitter aprovecha su popularidad para demostrar que "escribir bien es de guapas".

Y así lo cuenta, de manera clara, con cierta ironía que solo puede ofender a aquellos que no comprenden el mensaje que se esconde detrás de los clichés que precisamente utiliza para demostrar todo lo contrario. Para muestra, unas cuantas recomendaciones de su fiel amigo:

También tiene una aplicación con juegos y retos para mejorar la ortografía y hasta un club virtual de lectura. Todo siempre, con mucho brillibrilli