Este 2021 vendrá repleto de retos en los que las organizaciones que representamos a los colectivos de la comunidad educativa y universitaria tendremos que jugar un papel crucial para que los cambios que recibamos se basen en los intereses generales de los colectivos que representamos, es decir, necesitaremos de un Pacto Educativo de las organizaciones que representan a los diversos colectivos del ámbito de la educación, para consensuar diferentes temas como:
1. Acceso a las Titulaciones de Educación – ATE (Pedagogía, Ed. Social, Ed. Infantil, Ed. Primaria y Máster de Formación del Profesorado): las Universidades deberán realizar un proceso para evaluar el acceso de las titulaciones mencionados anteriormente. Esto en ninguno de los casos se tendrá que convertir en una duplicidad de la Prueba de Evaluación y Acceso a la Universidad. Actualmente, la profesión docente, no transcurre por un momento de reconocimiento social. En muchas ocasiones estos grados son elegidos como segundas e incluso, terceras opciones. Ante la importancia de esta profesión esto es inadmisible, por ello se debe plantear que se establezca un filtro en la entrada del estudiantado, con el fin de evaluar las competencias de trato con las personas, así como otras competencias que las pruebas de acceso a la universidad no consiguen alcanzar. Un ATE igual para todo el Estado español en el que se evalúen diferentes capacidades personales y se incluya una entrevista realizada por un/una profesional con experiencia en la enseñanza no universitaria.
2. Modificación de los Planes de Estudio: la Profesión Docente necesita una reformulación que se adecue a los cambios producidos en nuestra sociedad partiendo desde su Formación Inicial/Básica. Los futuros y futuras profesionales de la educación han de adaptarse a las necesidades de las escuelas del siglo XXI, donde trabajarán de manera directa con perfiles muy diversos, tratando de responder a todas las necesidades, dificultades e individualidades que se puedan encontrar de la manera más competente posible. El reto nacerá en todas las escuelas y facultades del territorio español en las que la gran barrera será dejar de lado los intereses de los departamentos de las Universidades para buscar una reformulación realista y no utilizada para los intereses personales de estos departamentos como ha sido hasta ahora.
3. Ampliación del Período de Formación y Evaluación Práctica: con el fin de garantizar una formación integral para desarrollar las competencias profesionales, concretadas en objetivos generales (comunes para el conjunto de docentes) y específicos de las etapas educativas y áreas de conocimiento. El debate será si este período será posterior a obtener la titulación y si será requisito para estar habilitado para la docencia en los centros Públicos y Privados. ¿Habrá una prueba de acceso a este período?. Muchas cuestiones están sobre la mesa y el reto será alcanzar un acuerdo en el que los colectivos afectados estemos de acuerdo en sacar una propuesta común.
4. Acceso a la Profesión Docente: se plantea desde el propio Ministerio de Educación y Formación Profesional, rediseñar el sistema actual de oposiciones para el acceso a la docencia en la enseñanza pública.
Un gran reto lleno de cuestiones a resolver y barreras en el que nos encontraremos con grandes intereses propios y/o personales de muchos colectivos.
Está claro, que el objetivo común es mejorar la Calidad Educativa, pero como dije al inicio, necesitaremos de un Pacto Educativo en en el que estos cuatro apartados serán básicos para la reformulación de la propia Profesión Docente que es fundamental para llevar a cabo cualquier Ley o Modificación de Ley en materia de Educación.
LA VOZ DE LOS UNIVERSITARIOS EN LA REFORMA DOCENTE
La asociación nacional de estudiantes de Educación y Formación del Profesorado, conocida como Cesed, será presidida durante los dos próximos años por David Álvarez Caneda con el objetivo de “mejorar la formación de los futuros profesionales”. Estudiante de Magisterio, y actualmente realizando prácticas en el colegio de Rubiáns, llega al cargo tras encabezar la única candidatura presentada en la última asamblea nacional. Tras representar a la Facultad de Educación de la Universidad de Vigo en la Federación Nacional de Estudiantes, su implicación y actividad le llevó a ser elegido como cabeza de lista de una candidatura en la que, como el propio David Álvarez señala, “están representadas las Universidades de Sevilla, Alcalá, Barcelona, Jaume I de Castellón.... Tenemos un equipo bastante variado”. Deja claro el joven de Vilagarcía que su principal motivación al abanderar el progreso de los estudiantes de las ramas educativas y su formación como profesionales pasa por “mi vocación por la educación y por la mejora en la formación”. “Como estudiante noté las barreras en muchos sentidos y cuando mantenemos reuniones a nivel nacional te das cuenta de que hay problemáticas compartidas en muchas universidades”, indica.
