Inglaterra coqueteó con el miedo y las semifinales perdidas en el pasado ante una Dinamarca aguerrida y dispuesta a resistir, que les aguantó durante 104 minutos, hasta que Harry Kane, con polémica arbitral, mandó a los ‘Tres Leones’ a su primera final en la historia de la Eurocopa (2-1).

61 años han tenido que esperar los ingleses para saborear este placer, pero, por fin, los inventores del fútbol miran la gloria de cerca, tras una prórroga sufrida como un parto y a un encuentro contra Italia de distancia de tocar metal 55 años después.

Un controvertido gol de penalti de Kane en la prórroga, tras un partido en el que Mikkel Damsgaard adelantó a los daneses con el primer gol de falta del torneo, y en el que Simon Kjaer se hizo el empate en propia puerta, posibilitó la victoria más importante de los de Gareth Southgate en mucho tiempo.

Había acercamientos de Damsgaard y Braithwaite y Pickford estaba inseguro. Falló sus cuatro primeros pases. A Inglaterra le costó estirarse, porque su centro del campo no funcionaba y Mount estaba desaparecido. Solo las bajadas de Kane desatascaban a un equipo, cuya pasividad fue ajusticiada por un latigazo de Damsgaard.

El danés cogió una falta fuera del área y la curvó lo suficiente para que Pickford no llegara. El arquero pudo hacer más, pero el lanzamiento fue precioso. Olía a ‘maracanazo’ en Wembley con el primer gol de falta de la Euro.

Y entre todo el miedo a una derrota horrible para Inglaterra, de las peores de su historia si ocurriera, llegó la calma de Kane. El delantero recibió en tres cuartos, en su rol de 10, se dio la vuelta y dio un pateo de golf recto, a la espalda de Maehle, y para que Saka penetrase cual cuchillo. El del Arsenal desesperó a la grada, tardando en dársela a Sterling en boca de gol. Lo hizo tarde, cuando la jugada agonizaba y Sterling no llegó, pero sí Kjaer, que se metió la pelota en su portería.

Con el empate, Inglaterra ganó un punto de calma, pero no de control. Dinamarca volvió a tener 20 minutos muy fuertes tras el descanso, pero sin mordiente, mientras que Inglaterra se sentía más poderosa al encarar a la defensa de cinco danesa. Maguire, coreado por la grada, la tuvo de cabeza, pero una gran estirada de Schmeichel evitó el gol. Pese al empuje inglés el partido se fue a la prórroga que Inglaterra dominó hasta que el árbitro le regaló un penalti por un leve contacto con Sterling. Lanzó Kane, detuvo Kasper pero el rechace lo recogió el delantero para dar el triunfo a Inglaterra. Esquivado el ‘maracanazo’, espera la gloria.