Sentado en el banquillo de La Cartuja (o tal vez en la grada) habrá esta tarde un viejo conocido de la afición del Celta: Stanislav Lobotka. El centrocampista, internacional por Eslovaquia, aún no ha pisado el campo en lo que va de campeonato. Y difícilmente lo hará. Un paso más en una carrera que se ha estancado por completo desde que abandonó el Celta hace dos veranos a cambio de más de veinte millones de euros. Uno de esos negocios que ha hecho el Celta vistos los acontecimientos posteriores a su venta. Lobotka, titular en la selección de su país hace un par de temporadas y con cuya camiseta ha jugado 27 partidos, ha perdido su sitio en el equipo nacional como le ha ocurrido en el Nápoles donde su rendimiento ha ido cayendo de forma constante hasta la intrascendencia más absoluta.

De hecho hubo ciertas dudas de que entrase finalmente en la lista del seleccionador eslovaco para la Eurocopa. El hecho de que se ampliase la convocatoria a 26 futbolistas le ha ayudado considerablemente. Porque la temporada que acaba de terminar ha jugado con el conjunto napolitano un total de 15 partidos de Liga en los que únicamente ha acumulado 159 minutos sobre el campo. Ni en uno de esos partidos ha sido capaz de llegar a la media hora de juego y desde enero de 2021 simplemente quedó para los cambiso de última hora para perder tiempo. Solo en el arranque de temporada Gennaro Gattuso echó mano de él para los partidos de la primera fase de la Europa League. Ahí es donde acumuló algo más de minutos. Pero con la llegada del año nuevo su participación desapareció.

Pero el exjugador del Celta pudo meterse finalmente en la lista de la Eurocopa con pocas posibilidades de jugar. En el primer partido, jugado ante Polonia, fue uno de los tres jugadores que no se vistió (al presentar una lista de 26 futbolistas el técnico tiene que hacer tres descartes antes del partido) y en el segundo ante los suecos al menos estuvo en el banquillo aunque no llegó a pisar el campo. Está por ver su destino en el encuentro de esta tarde en La Cartuja, pero parece una evidencia que sus posibilidades de pisar el campo y de enfrentarse a España son prácticamente nulas.

La situación de Lobotka es ahora mismo una patata caliente para el Nápoles que ya ha deslizado que le está buscando un destino con urgencia, algo que no resulta sencillo dado su bajo rendimiento y su elevada ficha. En la ciudad italiana se critica con bastante insistencia la inversión que se hizo en su momento por el centrocampista porque entienden que su situación tiene mal arreglo dadas las circunstancias. Y la posibilidad de que la Eurocopa fuese un escenario en el que el excéltico pudiese reivindicarse ya hace tiempo que quedó descartada. Veremos si hoy hay opción de verle aunque sea un instante en el campo.