El primer encuentro ante Eslovaquia lo jugaron en San Petersburgo, el segundo lo disputarán mañana en Sevilla y el tercero los llevará de nuevo a la ciudad rusa. Una verdadera odisea a nivel de viajes y desplazamientos la que vivirá (está viviendo, de hecho) la selección polaca.

En total más de 10.000 kilómetros teniendo en cuenta que el cuartel general del equipo nacional es en Sopot (Polonia) y que entre esta ciudad y San Petersburgo hay más de 1.000 kilómetros. Entre Sopot y Sevilla hay otros 3.000. Una barbaridad en una fase de grupos en la que, por ejemplo, España juega sus tres partidos en Sevilla, en casa, y apenas tiene que preocuparse por el trayecto entre Las Rozas, donde está concentrada, y La Cartuja (poco más de una hora de vuelo).

Respecto al planing de Polonia a lo largo del día previo a ese partido contra España de la segunda jornada, la expedición aterrizará en la ciudad hispalense a media mañana. Comerán en el hotel, descansarán y alrededor de las 20.00 horas se ejercitarán en La Cartuja, escenario del encuentro el sábado. Antes, el seleccionador, Paulo Sousa, y un jugador atenderán a los medios de comunicación. Cabe recordar que Sousa no podrá contar con el ex del Sevilla Krychowiak, expulsado en el duelo inaugural ante Eslovaquia.