Italia pone la chispa y tiene poder. Una selección que juega con buen fútbol y que no aburre viéndola en acción mientras asegura la clasificación para seguir viva (muy viva) en la Eurocopa. El domingo frente a Gales sabrá el conjunto transalpino si pasa como primero de grupo, lo que le permitiría disputar los octavos de final de la Eurocopa en el estadio londinense de Wembley.

Tan poderoso fue el dominio italiano ante Suiza, que los jugadores helvéticos no realizaron ninguna acción peligrosa ante la portería de Donnarumma hasta el minuto 60. Hasta ese instante el partido fue un claro y absoluto dominio italiano ante un rival suizo que apenas cruzó el campo enemigo, que intentaba cerrar filas y evitar (eso al menos lo consiguieron) una goleada de escándalo.

Para haber hasta hubo actuación del VAR que anuló el que podía haber sido el primer tanto italiano ante un desafortunado Chiellini, al que la técnica del videoarbitraje le anuló un gol por unas manos clarísimas y poco después tuvo que pedir el cambio tras sufrir una lesión.

Fue algo así como una señal para que comenzase la exhibición del mejor jugador local en el Estadio Olímpico de Roma. Fue el primer minuto de gloria (en el 26) de Manuel Locatelli, el doble goleador de la azzurra y al que se podría denominar con el héroe del partido.

El jugador del Sassuolo marcó por partida doble; su primer gol llegó después de un contragolpe sensacional tras una magnífica jugada de colaboración con Berardi, acción de fuerza y coraje, que entusiasmo a la grada romana. Y ya en el segundo tiempo (m. 51) Locatelli conectó desde fuera del área un tremendo disparo que significó el segundo gol italiano. Por eso, cuando finalmente fue sustituido se ganó la ovación de los seguidores italianos que pese a las restricciones sanitarias pudieron acceder a las gradas del estadio de Roma.

Italia avanza con paso firme, sin fisuras y si no falla ante Gales como primero de grupo del Grupo A. Y no es para menos porque más allá de la propia Eurocopa la selección italiana lleva 29 partidos sin perder y una veintena sin encajar un gol. Es un equipo que ofrece su candidatura para ganar el torneo. Porque no se rinde, porque disputa los 90 minutos sin guardar fuerzas para el siguiente partido. Y se vio anoche cuando no renunció a marcar más goles pese a tener el partido controlado._Así, el delantero Ciro Immobile buscó el tercer tanto y lo consiguió (m. 88) (tres goles en cada uno de los dos partidos disputados) para la satisfacción de la grada italiana.