Un simple gesto de Cristiano Ronaldo en la rueda de prensa previa al partido de Portugal contra Hungría provocó el desplome de las acciones de Coca-Cola. Ocurrió cuando el jugador retiró los dos refrescos de esta marca que tenía sobre la mesa y cogió la botella de agua. Y no pudo ser más explícito: levantó la botella y mostrándola a los periodistas dijo “agua” y a continuación, en un tono despectivo, añadió: “Coca-Cola...”.

Poco después, las acciones de la multinacional se desplomaron en bolsa y perdieron 4.000 millones de dólares. Así, el precio de los títulos pasó de los 56.10 dólares a los 55.22, una caída del 1,6%. El valor de la multinacional en el mercado pasó de los 242.000 millones de dólares a los 238.000 millones. Preguntado sobre el asunto de Cristiano, un directivo de Coca-Cola se limitó a declarar ayer que “todo el mundo tiene derecho a beber lo que prefiera” según sus “gustos y necesidades”.

Un portavoz de la UEFA explicó que en las ruedas de prensa a los jugadores se les ofrece agua, Coca-Cola y Coca-Cola Zero. Y a la vista del cariz que estaba adquiriendo el asunto en todo el mundo, añadió la importancia de una marca como Coca-Cola en el entramado financiero del campeonato: “Sin la marca sería imposible invertir en el futuro del fútbol. Tienen una larga tradición en apoyar todos los deportes”. Cristiano siempre ha defendido los hábitos saludables y el culto al cuerpo y de ahí que no sea amante de las bebidas refrescantes.

Por si fuera poco, Paul Pogba también emuló a Cristiano al apartar una botella de cerveza la marca Heineken (0,0) sin hacer ningún tipo de comentario, después de la victoria de Francia contra Alemania en Múnich.