Opinión | Te doy una canción
El «alegre» país de «Dixie»

Pintura de 1863 que muestra la escena de una batalla de la Guerra de Secesión de EEUU / FDV
En ninguna de las odiosas guerras acostumbran aflorar cosas buenas, sin embargo a lo largo de la historia han surgido canciones que se hicieron populares en los campos de batalla. En esta misma trinchera, ya les relaté el caso de «Lili Marlene», compuesta en 1937 por Norbert Schultze, que se convirtió en el himno paralelo de los soldados del ejército nazi durante la Segunda Guerra Mundial. Y, sin ir más lejos, en España incluso se han editado álbumes de «canciones de la Guerra Civil» entonadas por los combatientes de ambos bandos (la más famosa es «¡Ay, Carmela», que data de la Guerra de Independencia y fue recuperada durante la Guerra Civil).
En esta ocasión voy a centrarme en una canción cuya popularidad ha llegado hasta nuestros días gracias al cine y, concretamente, a los western que recrean la Guerra de Secesión de los Estados Unidos (1861 –1865). Se trata de «Dixie», pasionalmente cantada por los soldados del ejército confederado como una especie de canto de orgullo, y a la par de desafío, frente a los yanquis.
Curiosa, y sorprendentemente, se cuenta de ella que era una de las canciones favoritas del mismísimo presidente Lincoln y que por eso fue la elegida para que se escuchase durante el acto de rendición del general Robert E. Lee como símbolo de una reconciliación que tardó en llegar, si es que llegó, como se demuestra en las banderas confederadas reaparecidas en los mítines de Donald Trump.
La mayoría de las fuentes señalan a Daniel Decatur Emmett como autor de «Dixie», y aunque en algunos de sus estribillos cierto es que uno se puede quedar con el tono alegre y divertido (hasta se puede bailar) con que se expresa la nostalgia por «los viejos tiempos en los campos de algodón», en realidad el compositor refleja el estado de ánimo de un importante sector de la sociedad norteamericana ante el creciente sentimiento abolicionista de la esclavitud.
Es decir, y no le den más vueltas al asunto, que ese «país de Dixie» que tanto añoran los heroicos combatientes sureños era el país de las plantaciones de esclavos afroamericanos. No en balde, se ha confeccionado una lista (consulten en Internet) en la que «Dixie» figura incluida en la categoría Canciones Esclavistas.
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