Los viejos oficios: Ángela Gandoy, artesana textil

Con aguja y a conciencia

Ángela Gandoy da una segunda vida a la ropa usada o descartada. Camisas, pantalones, camisetas o retales sin destino se convierten en bolsos, mochilas o accesorios tan únicos como funcionales y estéticos. Belitroque es su proyecto artesanal en Lugo donde nada se tira, todo se transforma

Cuando las ideas se hilan con brillantez y talento, los proyectos van creciendo de forma natural. Algo así le pasó a Ángela Gandoy, que desde Lugo transforma prendas olvidadas en accesorios únicos y sostenibles bajo el prisma del «upcycling», un enfoque que da una segunda vida a ropa y telas que de otro modo serían desechadas, promoviendo así el reciclaje y reduciendo el desperdicio textil. Con tal base nació Belitroque, la moda sostenible creada por Ángela a partir de materiales de segunda mano. Bolsos, mochilas, fundas para gafas, monederos… siempre únicos e irrepetibles que pueden viajar a cualquier lugar del mundo.

Ángela pasó varios años trabajando en tiendas de ropa. Conocía bien el ciclo de las modas y el descarte apresurado de prendas que aún tenían mucho que decir. También la mucha vestimenta vieja u olvidada que se va acumulando en todos los hogares. En el taller de su prima Astrid tuvo sus primeros contactos con una máquina de coser, y se le daba tan bien que su prima la animó a comprarse una. «Y así fue —explica—. Empecé a hacerme algún arreglo básico de ropa, decoración… siempre intentando reutilizar telas que tuviera en casa».

Hace unos años «cogí una camiseta vieja, una camisa, una cremallera de otra prenda y un cordón e hice la primera mochila». A partir de ahí los primeros encargos vinieron sin buscarlo porque familia y amigos veían en sus creaciones funcionalidad y estética, además de piezas únicas transformadas en algo diferente a lo que alguna vez fueron. Era también todo un manifiesto de que otra forma de consumir, de vestir y de producir es posible.

La marca creció al compás de sus ideas, incorporando bolsos, mochilas, neceseres, monederos, llaveros, fundas de gafas y otros accesorios, siempre con ropa reutilizada como materia prima. Cada pieza es única, tanto por su propio proceso artesano como porque ninguna tela se repite.

La última colección lanzada por Belitroque se llama «Mareas» y vio la luz el pasado 8 de junio. Inspirada en el mar, reúne piezas que evocan con sutileza las olas, las redes, los nudos, los colores salobres y la vida marina. Son veintiocho creaciones que rinden homenaje a los océanos del planeta.

Pero Belitroque no es una marca estática. Ángela lleva su universo textil a ferias y mercados, donde el público se detiene, toca y pregunta. Y adquieren algo más que un producto: consiguen una historia única tejida a mano. Sus próximas paradas artesanas serán el 28 de junio en el Mercado Ecolóxico de Valdoviño y el 5 de julio en la Feira de Artesanía de Outeiro de Rei.

Belitroque tiene presencia en Instagram, donde muestra su proceso, comparte novedades y deja claro que lo suyo no es moda rápida, sino artesanía duradera. También en su tienda online www.belitroque.com, un escaparate virtual de esta alquimista de la costura. 

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