El gallego que fue presidente de Uruguay y su hermano, primer campeón del mundo de fútbol

Óscar y Álvaro Gestido eran descendientes de un matrimonio afincado en O Morrazo que emigró a América a principios del siglo XX

De izquierda a derecha, Óscar y Álvaro Gestido.

De izquierda a derecha, Óscar y Álvaro Gestido. / Archivo FDV

Salvador Rodríguez

Salvador Rodríguez

Aunque acostumbra a citarse solo a dos gallegos en la alineación titular de la selección de Uruguay que disputó y ganó frente a la de Argentina, en 1930, la final de la primera Copa del Mundo de Fútbol (tras haber obtenido la Medalla de Oro en los Juegos Olímpicos celebrados en Amsterdam en 1928) en realidad la presencia gallega en aquel elenco habría que extenderla a cuatro jugadores, pues a los ya conocidos Pedro Cea y Lorenzo Fernández, nacidos o con orígenes en Redondela, habría que añadir dos más: Héctor Castro (apodado «El Divino Manco» debido a que una sierra le había amputado accidentalmente su mano izquierda en el aserradero de su padre cuando era un niño) y Álvaro Gestido. Es este último, todavía hoy considerado uno de los mejores futbolistas de la historia del fútbol uruguayo, a quien hoy traemos hasta aquí, y no ya solo por su extraordinario palmarés deportivo, sino también por la peculiar historia de su familia, pues su hermano, Óscar Diego, alcanzó la presidencia de la República Oriental de Uruguay durante la década de los 60 del siglo pasado. Ninguno de los dos había nacido en Galicia, sino en Montevideo, pero ambos eran hijos del matrimonio constituido por Antonio Gestido Peña, de profesión marinero, y Josefina Pose Puentes, quienes a principios del siglo XX habían emigrado a América procedentes de la comarca de O Morrazo. Sobre la localidad concreta en la que residía este matrimonio, Lois Pérez Leira, investigador de la emigración gallega en América Latina, maneja los concellos de Bueu, Cangas o Moaña como los más probables, pues «estos apellidos, Gestido y Pose, son muy frecuentes en familias de estas localidades» y, asegura, «en sus biografías oficiales se indica muy claramente que eran del sur de la provincia de Pontevedra. He contactado con una de las bisnietas y me confesó que habían visitado Bueu durante un verano, aunque no me llegó a confirmar que esa fuese la villa de nacimiento de uno o de los dos cónyuges. En realidad la desconoce, solo me pudo contrastar que, efectivamente, Gestido Peña y Josefina Pose provenían de esa comarca».

Se conocen los años de nacimiento de Antonio Gestido Peña (1876) y de Josefina Pose Puente (1879). También se sabe el del fallecimiento de ésta (1934) aunque no ha trascendido el de su marido. Además de Álvaro y Óscar, la familia contaba con tres miembros más: Manuela (la mayor de los hermanos), Gualberto y Walter. Curiosamente todos los varones practicaron el fútbol (al que luego llegó a presidente se le atribuían grandes virtudes) pero al cabo solo triunfó, y de qué manera, «Varito».

Álvaro Antonio Gestido Pose (Montevideo, 17 de mayo de 1907- 18 de enero de 1957) era el tercer hijo de la familia y, al igual que su hermano, siguió la carrera militar en la que alcanzó el grado de coronel. Apodado «El Caballero del Deporte» por ser siempre leal y respetuoso con sus adversarios deportivos, se escribió de él que «...Era un titán, un portento físico, un jugador temperamental y trancador en toda pelota dividida, pasaba bien y cabeceaba mejor... Resulta difícil encontrar en la historia del fútbol otra personalidad tan singular, que prodigara tanto la fuerza, el temperamento y la emotividad como las actitudes nobles y hasta los consejos al adversario...». Esa caballerosidad no le impedía ser un fuerte y gran marcador, así reconocido también desde el exterior. Jugador del Peñarol desde su juventud, obtuvo 7 campeonatos uruguayos, disputó 335 partidos y marcó 8 goles. En la Selección sumó 27 presencias. Anunció su retiro jugando parte del partido conmemorativo del primer cincuentenario de Peñarol, disputado contra el River Plate argentino el 28 de setiembre de 1941 ante un estadio repleto y luego del desfile de homenaje. Falleció en la ciudad de Santa Clara de Olimar, el 18 de enero de 1957, a los 49 años de edad, víctima de una afección cardíaca. Como testimonio imperecedero de su valor como rival y compañero de tantas gestas deportivas suele recordarse que «El Vasco Cea», hincha a muerte de Nacional, máximo rival de Peñarol, había jurado no entrar, bajo ningún concepto, en la sede de Peñarol, pero el día que murió Álvaro Gestido, Cea apareció en el velatorio de su gran amigo y se plantó ante el ataúd, para rezar. Ante el pasmo de los hinchas aurinegros que lo miraban con sorpresa porque conocían su juramento, les dijo: «Ustedes nunca podrán saber qué clase de hombre han perdido».

Equipo titular de la selección de Uruguay en la final de la Copa del Mundo de 1930. Arriba, segundo por la izquierda, Gestido Pose; segundo por la derecha, Lorenzo Fernández; abajo, agachados, Pedro Cea y Héctor Castro, segundo y tercero por la derecha.

Equipo titular de la selección de Uruguay en la final de la Copa del Mundo de 1930. Arriba, segundo por la izquierda, Gestido Pose; segundo por la derecha, Lorenzo Fernández; abajo, agachados, Pedro Cea y Héctor Castro, segundo y tercero por la derecha. / Archivo FDV

Por su parte, Óscar Diego Gestido Pose (Montevideo, 1901 - 1967) había ingresado en la Escuela Militar de la capital uruguaya, donde se graduó como oficial de artillería para, en el año 1923, alistarse en la Escuela de Aviación, en la que permaneció hasta 1932, fecha en la que, con el rango de capitán, fue designado agregado aeronáutico en la embajada de su país en Francia. El 1 de febrero de 1949 alcanzó el grado de general. Nombrado inspector general del ejército en 1951, seis años más tarde se hizo cargo, en calidad de interventor, de la gestión de todos los ferrocarriles del país.

En 1961, después de pasar a la reserva, Óscar Gestido dio comienzo a su carrera política dentro de las filas del conservador Partido Colorado, con el que se presentó y triunfó en las elecciones generales celebradas en noviembre del año 1966; consiguió así que su partido recuperase el poder que había perdido muchos años atrás con el último presidente colorado, Andrés Martínez Trueba.

Álvaro durante un partido y Óscar con la banda presidencial.

Álvaro durante un partido y Óscar con la banda presidencial. / FDV

Gestido tomó posesión del cargo el 1 de marzo de 1967. Durante su mandato (poco más de nueve meses) reforzó el poder ejecutivo unipersonal, además de rehacer los partidos tradicionales. En el ámbito económico, para hacer frente a una situación sumamente deteriorada y con ánimo de detener la fuerte inflación que azotaba el país, devaluó el peso e intentó reorientar la economía en un sentido menos favorable a los intereses agrícolas y de los acreedores e inversores extranjeros. Con el objeto de paliar la agitación social en el país, traducida en numerosas huelgas y acciones desestabilizadoras, promulgó, en el mes de octubre de 1967, la ley marcial, y reprimió a toda la izquierda política opositora. De esta forma se hizo patente el carácter autoritario de su gestión.

Sus medidas, sobre todo las de carácter económico, provocaron un fuerte rechazo a su presidencia: cinco ministros de su gabinete presentaron la dimisión y se produjo un catastrófico éxodo de los capitales extranjeros. Justo en el momento en el que las críticas a su Gobierno por parte de casi todos los sectores de la sociedad uruguaya estaban en el punto más álgido, Óscar Gestido Pose falleció repentinamente de un ataque al corazón, al igual que le había ocurrido a su hermano diez años antes. 

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