Entrevista | Óscar Rosa Detective privado

“La profesión de detective es, en la realidad, una de las más desconocidas”

«En España no estamos legalmente autorizados a investigar delitos públicos: ni asesinatos, ni atracos, ni acciones de narcotráfico... salvo que la Policía nos lo permita o el delito ya haya prescrito. Y si durante nuestras pesquisas, descubrimos una infracción grave, debemos comunicarlo a las autoridades»

Óscar Rosa, emulando a Sherlock Holmes

Óscar Rosa, emulando a Sherlock Holmes / FDV

Salvador Rodríguez

Salvador Rodríguez

Óscar Rosa conoce muy bien la ciudad olívica, no en balde fue colaborador docente en materia de investigación privada en la Universidad de Vigo entre 2007 y 2011. Pero también es escritor y, el próximo miércoles, llega a las librerías su nuevo libro, titulado “De Baker Street al Paseo de la Castellana” (Ariel), obra apasionante en todos los sentidos, que será presentada el 31 de marzo en el MARCO, en acto organizado por el Club FARO. Item mas: sus ocupaciones también incluyen conferencias a nivel nacional e internacional y, desde 2022, mantiene el podcast «Historias de detectives de verdad» con el alter ego de El Loco del Fondo.

–Tiene usted experiencia como docente en varias universidades, entre ellas la de Vigo. ¿Se ha encontrado con muchos alumnos que, después desmitificar en sus clases esta profesión, hayan decidido no seguir por ese camino?

–Me he encontrado con muchos que, después de conocer de qué iba realmente la profesión de detective privado, decidieron, efectivamente, abandonar su «vocación», pero lo mayoría de ellos no es que fuesen aficionados a la novela negra, al cine negro o a las series de televisión que todos conocemos.

–¿Con que tipología mayoritaria de aspirantes a detectives se ha topado usted?

–Pues, rara vez, con ese tipo de personas que te dicen “yo quería ser detective desde niño” o “me encanta leer novelas de Agatha Christie o Sherlock Holmes”… No, no: casi todos llegan (llegamos) a esta profesión por algo así como designios del destino. Yo, por ejemplo, nací en un entorno de detectives privados, porque mi padre lo era, e incluso tenía una agencia propia, en la que ahora también trabajan mis hermanos. Otros están o aspiran a estar en esto porque alguien les ha dicho que en esta profesión se gana bastante dinero, porque han visto los carteles informativos de la Universidad y les han llamado la atención, por sugerencia de un amigo… Pero, ya te digo, la mayoría de los detectives reales no han llegado hasta aquí porque les fascinasen las obras de ficción. Y hay muchos, muchísimos abandonos, o que incluso han acabado la carrera pero nunca han llegado a ejercer de detectives.

–Y de entre estos últimos, ¿cuáles son las razones por las que abandonan?

–Porque cuando empiezan a asistir a las clases, se dan cuenta de que no reúnen las habilidades suficientes para hacer vigilancias, camuflarse, trabajo de calle... ni saben cómo captar clientes… y, claro, descubren a un tipo profesional que no responde al perfil que tenían en mente. Así que llegan a una conclusión: “Esto no es lo mío”.

Óscar Rosa con una gabardina a lo teniente Colombo

Óscar Rosa con una gabardina a lo teniente Colombo / FDV

–¿Usted es especialmente aficionado al noir?

–Me gusta leer novelas del género y ver películas y series, si son buenas, pero no puede decirse que sea un devoto del noir. También me gustan las obras de humor, el cómic…

–La legislación española no permite la investigación privada en casos de asesinato. Sin embargo, hay familias que contratan a detectives para hacer averiguaciones al respecto, al margen, o más allá, de las investigaciones que realiza la policía o la Guardia Civil. ¿Cuál es entonces el límite?.

–El límite, en España, estriba en que el detective no puede investigar delitos públicos. Es decir, solo puede investigar necesidades y casos privados, y aún así en estos también hay límites legales. Los detectives profesionales españoles, en general, tampoco es que queramos investigar asesinatos, sin embargo nos parece razonable que haya familias, cuyo hijo/a haya muerto asesinado y al que la Policía no ha sido capaz de averiguar quien le ha matado o en qué circunstancias, que tengan la posibilidad de contratar un detective. Y no es porque tengamos mejores medios, pero sí que podemos tener más tiempo para poner el foco en el caso.

–¿Y eso sí lo pueden hacer?

–Tal cual, en España, no, no se puede hacer. Otra cosa es que el caso haya prescrito o que la familia te lo haya encargado, pero para eso primero debemos pedir permiso a la Policía y, por supuesto, asegurarles que no vamos a interferir sus investigaciones.

–¿Y en los casos de desapariciones?

–Están sujetos a las mismas reglas que te he citado, pero ciertamente trabajamos mucho en casos de desapariciones.Y ahí, en no escasas situaciones, nos hemos topado con gente, mayor de edad, que nos dice que no quieren ser “encontrados”.

–¿Y entonces qué hacen?

–Ante todo, comunicarles que hemos sido contratados por sus familias para buscarles y, vaya, preguntarles si quieren que las informemos o no.

–¿Están autorizados para investigar delitos de narcotráfico?

–No, ni tampoco atracos. Pero puede suceder que yo esté llevando a cabo una investigación, pongamos que una búsqueda de desaparecido o un caso de unos padres que quieren saber qué hace su hijo por las noches y, de repente, nos encontramos con un delito de narcotráfico o que ha cometido un atraco…¿Qué tenemos que hacer llegado e caso? Pues, por obligación legal, comunicarlo inmediatamente a la Policía, y la Policía, o la Guardia Civil, puede animarnos a continuar la investigación u ordenarnos que lo dejemos, que ya se encargan ellos.

– ¿Y si la familia que les ha contratado se lo quiere impedir alegando que se trata de una investigación privada?

–Es igual. Tengo que informar a la Polícía y compartir mis resultados con ella.

–¿Y si el delito se ha cometido en el pasado, es decir, no durante el tiempo en que se ha desarrollado la investigación?

–Ahí ya entramos en un dilema ético y moral. Yo, desde luego, se lo diría siempre a la Policía, además en caso de duda, aplico el reglamento legal: tengo el deber de comunicarlo.

–¿Qué tipo de vinculación puede o no puede haber entre quien les encarga una investigacion, por ejemplo, una búsqueda, y la persona a las que se busca?

–Tiene que ser una vinculación directa, que mayoritariamente se trata de un familiar. Nosotros no podemos aceptar casos de personas que llegan a nuestros despachos y nos piden que investiguemos a determinado individuo, que hasta puede ser su vecino, pero eso da igual, porque no se considera un vínculo directo.

–Y, al margen de las razones emanadas de le legalidad vigente, usted, ¿de qué tipos de caso rechaza hacerse cargo y por qué?

–Eso ocurre muchísimas veces. Normalmente, cuando dices que no, es a un cliente nuevo y que, encima, te pide algo ilegal. Los ciudadanos en España tenemos derechos constitucionales, así que si una mujer o un hombre me solicita una investigación de eso que se llama “desconfianza de pareja” o “infidelidad”, yo no puedo acceder a su wasap o conseguir las claves de su correo electrónico porque eso es ilegal, y si alguien me lo pide yo le hago ver que puedo, efectivamente, hacer una investigación de su pareja, pero que no exceda de la vigilancia “de calle”: saber a dónde va, con quién está… Como tampoco puedo emprender una investigación en la me conste que el objetivo del cliente es chantajear al investigado.

Óscar Rosa con una gabardina a lo teniente Colombo

Óscar Rosa con una gabardina a lo teniente Colombo / FDV

–Entonces ¿qué ocurre con las empresas que les encargan el seguimiento de empleados de los que sospechan absentismo laboral o de una aseguradora que sospeche que un asegurado pretende engañarles?

–En este tipo de casos trabajamos muchísimo, y cada vez más.

–¿Y pueden legalmente?

–Por supuesto que sí, porque la empresa está totalmente legitimada para hacerlo, entre otras razones porque, si se demuestran sus sospechas, y decide despedir al empleado, ese despido se convierte en procedente, y la empresa,obviamente, se ahorra dinero.

–Oiga, es que eso… ¿no es ponerse demasiado de parte de los poderosos?

–Son asuntos en los que, claro, en la prensa, y entre amplios sectores sociales, se acostumbra mucho a poner el ojo sobre nosotros, los que investigamos, pero los detectives aquí somos una mera herramienta, porque al fin y al cabo todo es cuestión de la perspectiva desde la que quieras verlo. Yo te pregunto: ¿Crees que es ético que un empleado engañe a su empresa y que, como está de baja simulando una enfermedad que no tiene, cobre de la Seguridad Social que, a fin de cuentas, somos todos y ese dinero sale de nuestros impuestos? Eso ya no se trata de que no sea ético, sino que tampoco es legal.

–A un policía que llama a una puerta de casa y solicita un testimonio, siempre se le recibe, sea por respeto, por obligación, por orden legislativa o por miedo, pero a ustedes, les pueden recibir y atender... o no. ¿Se encuentran (y le hablo de España) con muchas evasivas e incluso reacciones desagradables de quienes solicitan testimonios?

–Todo es cuestión de mentalidad y transparencia. Hay que saber cómo debes presentarte en esas casas y cómo les planteas el asunto. Cuando pides testimonios, es porque no te queda otra. Yo he trabajado mucho para empresas aseguradoras y lo primero que les digo es que llego o les llamo de parte de la aseguradora

–¿Y qué tal les va?

–Pues, mira, te confieso que hace diez o quince años la gente era más confiada, pero ahora también las personas quieren colaborar, sobre todo si han sido testigos de determinado hecho y figuran como tales en los partes elaborados por la aseguradora.

«En España se están empezando a poner de moda casos en los que propietarios de casas o pisos nos piden que investiguemos a los aspirantes a inquilinos»

–Además de los que ha citado, ¿cuáles son últimamente los casos “de moda”?

–Los inmobiliarios. Esto sucede sobre todo en Argentina, aunque en España están empezando. Pero allí ya es muy habitual que los propietarios recurran a detectives para que investiguen a personas interesadas en ser sus inquilinos, porque de ellos quieren saber si son buenos pagadores, si es una buena familia, si tienen o no antecedentes por ruidos nocturnos, si se portan bien…ya sabes, cosas de esas.

–Los informes de los detectives privados ¿son tan válidos como los que realiza la Policía o la Guardia Civil?

–A quienes primero entregamos nuestros informes es a nuestros clientes, lógicamente. Y son válidos, claro, pero bueno, la Polícía y la Guardia Civil pertenecen al Estado y por lo tanto representan a la autoridad, cosa de la que nosotros carecemos.

«Los jueces y los abogados españoles dan gran importancia a nuestros informes, porque nos conocen y saben que somos muy profesionales»

–¿Y qué importancia le dan los abogados a sus informes cuando el asunto que investigan llega a proceso judicial?

–En España, puedo decir que los abogados aceptan cien por cien nuestros informes. Somos un país donde, gracias a Dios, nos conocen en cualquier tipo de juzgados y los jueces están muy familiarizados con nuestras investigaciones. De hecho, los despachos de abogados son, potencialmente, nuestros mayores clientes, porque son quienes mejor conocen nuestro trabajo y agradecen mucho nuestros informes. Y, además, es que nuestras investigaciones acaban siempre en un juzgado.

–Las novelas negras configuran el género literario más leído. Y las películas y las series de televisión de detectives son, seguramente, las más vistas. ¿A que atribuye este masivo interés por “lo oscuro”?

–Yo creo que eso va en el ADN de los seres humanos. Desde los inicios de la Historia, cuando alguien aparecía muerto era inevitable acercarse y mirarlo. Es un instinto, y hasta lo ves en todos los animales, hacen lo mismo. Llámalo si quieres naturaleza, de manera que todo lo que provoque un morbo especial sobre alguien que ha fallecido, sobre todo si es de modo violento, te atrae y entonces empiezas a hacerte preguntas. Y yo creo que al lector o al espectador le encanta interactuar con la novela que lee o la película que ve; interiomente, se formula quién puede ser el culpable, cómo y por qué ha sido asesinado….y cuando consigue acertar en su pronóstico antes de que la obra acabe se siente satisfechísimo y se dice “¡ya lo sabía yo”!

–A su juicio, de los que conoce ¿cuál sería el detective de ficción que más se parece a los actuales detectives reales…y/o el que más le fascina?

–Ocurre que la mayoría de estas novelas no están escritas por detectives reales y, aunque algunos autores se preocupan de consultar con expertos, lo cierto es las obras, en lo esencial, son fruto de su imaginación. Particularmente, yo creo que, de los detectives de ficción, muy pocos son los que se pueden parecer a los de verdad. Pero, bueno, ciñéndonos a España, a mí me gusta mucho la película “El crack” de José Luis Garci, de la que no en vano muchos colegas dicen que es lo más similar que podamos comparar a un detective real.

–¿Y la fascinación?

–Sherlock Holmes, pero no es que me fascine, es que siento admiración por él. Esa figura esbelta, con el sombrero y la pipa, con la silueta del perfil…se la enseñas a cualquier persona en el mundo y sabe que está ante Sherlock Holmes. Conan Doyle ayudó mucho a dar a conocer la profesión de detective privado…y sin embargo, en la realidad, esta profesión es una de las más desconocidas, tanto en España como en el mundo.

El gallego Gayoso y las primeras mujeres detectives

–Su libro también incluye unas historias de los detectives pioneros y/o singulares en España, pero los reales, aunque algunos incluso son míticos. ¿Cuál de ellos le atrae más?

–Varios, por no decir casi todos, pero ya que estamos en Galicia, te voy a citar a un gallego. Se llamaba Juan María Santos Gayoso (A Coruña, 1941-2016), de alias Napoleón. Fue fundador de la Asociación de Detectives de Galicia y puso la semilla de lo que hoy es el Colegio de Detectives de Galicia. También fue presidente de la Asociación de Paracaidistas Gallegos. Gayoso era un tipo super ingenioso.

–¿Alguna anécdota que pueda contar de él?

–Tiene muchas. Era peculiar en todo. Tenía en los estantes de su despacho una colección de coches en miniatura con casi todos los modelos de automóviles que existían en España en su época en activo. Por eso, cuando se trataba de que un testigo identificase un automóvil determinado, se lo llevaba a su despacho y le preguntaba: “¿Cuál de estos coches es el que usted vio?”. Y no había fallo: el testigo siempre acababa por identificar uno.

–¿Otra más, por favor?

–En cierta ocasión, le encargaron un caso de “infidelidad”. Siguió al investigado y fue a parar a un hotel en A Coruña, cerca de Riazor. Cuando supo la habitación en que se alojaba, que estaba en el quinto piso, se le ocurrió subir por la tubería de la fachada del hotel para, desde el exterior, grabar con su cámara a la pareja en plena “faena”. ¿Y qué le ocurrió? Pues resultó que al de la habitación de al lado le dio por abrir el agua caliente para ducharse, con lo cual la tubería a la que estaba agarrado Gayoso se calentó hasta casi arder. Y, claro, qué podía hacer: ¿dar un grito? ¡Descartado! Así que aguantó y consiguió su objetivo.

–¿Y qué me puede decir de las primeras mujeres españolas detectives? Eso fue entre finales del siglo XIX y principios del XX. No lo debieron tener muy fácil, ¿no?

–Así es. A las pioneras en España se las denominaba Señoritas Detectives. Y se llamaban Señoritas porque necesitaban la autorización del marido o del padre. Imagínate lo que suponía, en aquellos tiempos, qué padre o qué marido iba a aceptar que su mujer o que su hija formase parte de una agencia de detectives.

–¿Y cómo lo hicieron?

–Pues arreglándoselas para que en sus casas no se supiese, o no tenían marido, o que su padre había fallecido... o inventando que no tenían padre.

–Y a pesar de todo, tuvieron éxito…

–¡Un gran éxito! Al principio, no lo pasaron nada bien, pero cada vez más las agencias de detectives valoraron la presencia en sus plantillas de mujeres porque notaron, y yo creo que es verdad, que ellas tienen un don especial para entrevistar testigos, son más empáticas. Hoy, en todo el mundo, la figura de la mujer detective no es solo importante, sino fundamental para cualquier agencia que se precie. ¡Son únicas!

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents