Los viejos oficios: Paco Vázquez Lameiras, tapicero

En busca de aprendiz

Es el único en su oficio con carta de artesano tapicero en A Limia y de los pocos del país. Por sus manos expertas pasan piezas de siglos, tanto de pazos como de casas o iglesias. Famosos y anónimos encargan trabajos a Paco Vázquez, que quiere transmitir su sabiduría de maestro a una nueva generación

Es el único de A Limia que conserva la tradición de la profesión –también de los escasos que se mantienen en activo en todo el territorio– y que busca transmitir su legado a jóvenes que quieran aprender un oficio artesanal para que no se pierda. Paco Vázquez está volcado en enseñar todos los secretos de la tapicería manual a quien esté interesado en mantener viva esta labor que no conoce el paro, sino todo lo contrario. Y con la seguridad de que por sus manos pasará todo un muestrario de estilos y épocas. Muebles –y muchas otras piezas, desde coches a caballerías– ajenos a la producción en serie que, a través de la pericia de profesionales como Paco, mantienen su esencia sin perder funcionalidad.

Toda una vida en el oficio, que Paco Vázquez aprendió a través de un familiar que vivía en Eibar. De regreso primero a su tierra natal, Maceda, y poco después en Xinzo, abrió en 1992 en esta localidad el taller VG Tapizados en la calle Sarxento Rodríguez, donde lleva décadas siendo profesional del ramo en muebles de todo tipo, desde sofás a butacas, cabeceros o cualquier otra pieza. Se adapta a los gustos del cliente tanto en telas como en colores o tejidos y, como experto en este trabajo artesanal, sabe lo que mejor conviene a cada obra. Su memoria guarda objetos curiosos, como una antigua silla de montar de mujer –para ir de lado– con respaldo acolchado y tapizado para que, con el movimiento de la caballería, no sufriera la espalda.

Es uno de los muchos trabajos que este artesano ha devuelto a la vida, como un conjunto de once piezas (ocho sillas, dos sillones y un sofá) de principios del siglo XIX procedentes de una casona de Mondoñedo que conservaban sus ruedecillas originales en las patas delanteras, “algo muy sorprendente, dada su antigüedad”, dice Paco, que ha hecho numerosas restauraciones en pazos y casonas, además de encargos para particulares.

Los viejos oficios: Paco Vázquez Lameiras, tapicero

Un sillón rapizado por Paco Vázquez. / VG Tapizados

En el caso de muebles de época, la premisa de este artesano es ser fiel “con la pieza que se presenta” para devolverle su esplendor original. Los trabajos de Paco, además de Galicia, han ido a Suiza, Francia y “España adelante”. En su curriculum figuran también reclinatorios y sillas de iglesia, restaurados para durar. Incluso taburetes nuevos para novios y encargos personalizados para automoción, desde una limusina a otros autos nuevos o antiguos.

En este momento Paco está haciendo acopio de materiales para dar nueva vida a una sillería de nueve piezas del Pazo dos Limia, en Vilaza, para la que necesitaba un fleco determinado que ya ha conseguido. En breve las sillas lucirán en todo su esplendor, mientras Paco espera que aparezca alguien dispuesto a perpetuar este oficio de siglos.

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