Mujeres fuera de serie
Lucy Amigo, la economista que derrocha igualdad
Lucy Amigo fue la primera mujer decana del Colegio de Economistas de la provincia de Pontevedra. Docente apasionada y vicedecana en la Universidad de Vigo, ejerce además una labor incansable para avanzar en la igualdad en este ámbito profesional

La economista y profesora Lucy Amigo, esta semana en la facultad de Ciencias Económicas de Vigo / Marta G. Brea
El sentimiento de responsabilidad es uno de los que Lucy Amigo (Caracas, Venezuela) tiene grabado más a fuego en su ADN. Pero si a él le sumamos su pasión por el trabajo, las ganas de innovar, la perseverancia y la capacidad de adaptación a los nuevos tiempos nos encontramos con una mujer que gestiona como pocas la formación universitaria en Economía en Galicia y la relación de estos profesionales con la sociedad. La primera mujer decana del Colegio de Economistas de la provincia de Pontevedra y vicedecana de Relaciones Institucionales de la Facultad de Económicas y Empresariales de la Universidad de Vigo ejerce además una labor encomiable para avanzar en la igualdad en este ámbito profesional.
Buena parte de ese espíritu trabajador y el valor del esfuerzo asegura Lucy que lo heredó de sus padres, que emigraron, como tantos gallegos, a Venezuela en busca de una vida mejor y se dedicaron en cuerpo y alma a edificar sus sueños. En Caracas, su madre, ourensana, y su padre, pontevedrés, se enamoraron y se casaron y allí nacieron sus tres hijos. Cuando Lucy, la mediana de los hermanos, tenía 15 años, decidieron regresar a su tierra y se instalaron en Vigo, donde también tenían familia, y donde la economista se adaptó perfectamente a su nueva vida y se quedaría definitivamente.
«Mis padres nos habían vinculado con Galicia desde pequeños, viajando con frecuencia para visitar a los abuelos, y así muchas otras familias gallegas en Venezuela realizaron también el retorno, por lo que no fue tan complicado», relata la economista, que además desarrolló una gran capacidad de adaptación que le valdría para todos los ámbitos de su vida.

Con sus hermanos, en el primer viaje en barco que hicieron para venir a España desde Venezuela. / FDV
Realizó sus estudios de bachillerato en Ciencias y aunque le interesaban y valoró distintas opciones, finalmente se decidió a estudiar Ciencias Económicas y Empresariales, en la especialidad de Economía Pública y, al terminar, logró la beca-premio fin de carrera de «Introducción a la Auditoría», concedida por Deloitte & Touche. «Mis padres nos apoyaron por igual a los tres hermanos, fomentando siempre la importancia de los estudios, pero diría que a las dos hermanas nos transmitían con mayor intensidad el valor de ser independientes y hoy en día ahí siguen los dos, apoyando siempre», asegura con orgullo.
Cuando Lucy finalizó la carrera salieron convocadas plazas para la Universidad y optó a ellas sin dudarlo. «Me atraía la empresa privada pero también la administración pública en general. En ese momento grandes profesores a los que admiro, y hoy compañeros, me animaron y me incorporé muy rápido a la Universidad de Vigo. Fueron años complicados en los que compaginaba la docencia con la investigación, pero tenía tanta ilusión que conservo muy buenos recuerdos», afirma.
Realizó algunas estancias en la London School of Economics y en la Carlos III de Madrid, obtuvo el Premio Extraordinario de Doctorado –que recibió con mucha alegría de manos del prestigioso inmunólogo y patólogo colombiano Manuel Elkin Patarroyo, creador de la primera vacuna contra la malaria donada a la OMS– y finalmente consiguió su plaza de profesora titular, en el Área de Economía Aplicada, y eligió quedarse en Vigo. «El arraigo familiar siempre ha sido muy importante para mí y sentía que aquí, en mi propia universidad, había un interesante camino por recorrer», resume.

La economista y profesora Lucy Amigo, esta semana en la facultad de Ciencias Económicas de Vigo / Marta G. Brea
«Es muy gratificante la labor como profesora universitaria, te produce una enorme alegría y satisfacción volver a ver, años más tarde, a los que fueron tus alumnos siendo grandes profesionales, grandes gestores, directivos de empresas, de entidades financieras o emprendedores. Estoy orgullosa de todos ellos», destaca.
Su actividad investigadora ha girado en torno a los análisis empíricos en diferentes ámbitos de la economía y la empresa y se plasmó en la publicación de numerosos artículos en revistas científicas. Además, participa en foros, congresos y reuniones científicas de carácter nacional e internacional. También ha desempeñado diversas tareas de gestión académica: comenzó como vicedecana de Organización Académica de la Facultad CC. Económicas y Empresariales, Subdirectora del Departamento de Economía Aplicada y actualmente es vicedecana de Relaciones Institucionales en un decanato en el que, curiosamente, todas las responsables son mujeres. «Nosotras podemos desarrollar y liderar cualquier proyecto: tenemos posiblemente una sensibilidad mayor para comprender situaciones complejas y gestionarlas de forma más razonada, negociada y consensuada», opina.

Equipo decanal de la Facultad de Económicas. / FDV
Amigo destaca que en su etapa como estudiante, la carrera estaba bastante equilibrada en cuanto a número de alumnos y alumnas, aunque los profesores eran mayoritariamente varones. «Eso ya ha cambiado y actualmente las mujeres somos mayoría en el profesorado, al menos en esta disciplina», destaca. Pero las desigualdades continúan en otros ámbitos: en el Consejo Nacional de Economistas, solo son 4 las mujeres decanas frente a 40 hombres. «Soy la primera mujer decana en el Colegio de la provincia de Pontevedra, desde 2021, lo cual es un orgullo y también una gran responsabilidad; estar al frente de mil quinientos colegiados, representando así a colegiados que desarrollan su actividad en el sector público o en el empresarial, tratando de tener siempre un desempeño ejemplar, participando además en actividades y charlas que contribuyan a visibilizar el cambio y a fomentar la igualdad de oportunidades, lo hago encantada», afirma.
Además, Lucy forma parte del Consejo Directivo del Consello Galego de Economistas como vicepresidenta primera, y de la Comisión de Igualdad del Consejo General de Economistas. «La maternidad condiciona aún en gran medida a las mujeres a la hora de enfocarse de manera plena en la gestión y en los cargos de representación; existen situaciones en las que las propias profesionales dudan o rechazan puestos de mayor nivel que impliquen mayor dedicación y liderazgo y eso solo puede cambiar con la verdadera implicación de toda la sociedad», reflexiona. «Las mujeres, en determinadas situaciones, aún sienten que tienen que demostrar su valía en mayor proporción que los hombres. Queda camino por recorrer, pues la mujer se ha incorporado más tardíamente a los estudios universitarios y por tanto a la actividad profesional; es prioritario seguir trabajando en la igualdad de oportunidades y en normalizar la situación», añade.

Consejo General de Economistas. / FDV
Lucy es madre de dos hijos –Guillermo y Mario– y aunque redujo algo el ritmo durante la infancia de ambos, asegura que fue esencial contar con el apoyo familiar, muy importante el papel de los abuelos. «En la investigación y en los cargos de gestión no hay horarios sino el trabajo ejecutado, así que sin la ayuda de todos ellos y especialmente de mis padres, no habría podido hacerlo», agradece.
Actualmente Lucy no puede, ni quiere, dejar de formarse y de implicarse a fondo en todo lo que hace y afrontar nuevos retos y proyectos. «Aunque exija un esfuerzo mucho mayor, es importante e ilusionante desarrollar labores de gestión y dirección y si un equipo confía en mí yo siempre intento dar lo mejor», advierte. La economista está volcada en fortalecer la relación de las universidades con el tejido empresarial y la sociedad en su conjunto. Pero, sobre todo, esta gran profesional disfruta compartiendo buenos momentos con su familia y amigos.
Las pioneras: Elinor Ostrom, primera Nobel de Economía

Elinor Ostrom. / Steve C. Mitchel/EFE
Elinor Ostrom (Los Ángeles, 1933-Indiana, 2012) nació en un hogar humilde durante los años de la Gran Depresión Económica y fue la primera persona en su familia en tener un título universitario en un momento en el que la presencia femenina era prácticamente testimonial.
Logró ser contratada en una empresa en Boston a los 21 años y se doctoró en Ciencias Políticas en la Universidad de California en 1965. Fue también profesora de Ciencia Política en la Universidad de Bentley y codirectora del «Taller de Teoría Política y Análisis de Políticas» en la Universidad de Indiana. Además, fundó el Centro de Estudios de Diversidad Institucional en la Universidad Estatal de Arizona.
Se dedicó durante más de 50 años al estudio de casos de autoorganización y autogestión de recursos de uso común, desafiando la creencia convencional de que la propiedad común es gestionada de manera pobre y debería ser regulada por las autoridades centrales o privatizada. Concluyó que los resultados son, con más frecuencia, mejores que los previstos por las teorías estándar.
En 2009 fue galardonada con el Premio Nobel de Economía, convirtiéndose en la primera mujer de la Historia en lograrlo.
Suscríbete para seguir leyendo
- El jesuita gallego que escucha a los presos en Tailandia
- «Opero unos mil tumores de pulmón al año»
- El legado de Eduardo Barreiros
- En Vigo entendí la importancia que para un trabajador supone tener conciencia de clase
- Los camarones de la Ría de Vigo al descubierto
- “Cuando gané el oro en Atenas sentí que rompía una maldición”
- “La crónica de cómo llegaron a Galicia los restos del Santiago no tiene ningún fundamento”
- La heroína de la justicia social