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Jorge Fernández Díaz Escritor y periodista argentino con raíces españolas

“En Argentina, hoy hay que elegir entre Drácula y el Hombre Lobo”

El periodista Jorge Fernández Díaz. / LUISMA MURIAS

Si hay alguien capaz de recorrer el laberinto argentino sin perderse en el intento es el influyente periodista y escritor Jorge Fernández Díaz, de hondas raíces asturianas. El autor de la inolvidable “Mamá” es sabio, lúcido y certero.

-¿Está desolado?

-Esa palabra describe a millones de argentinos que quedamos fuera de esta contienda final, frente a un cruce insólito entre dos candidatos que representan dos cosas nefastas.

-Que son...

-Uno es el propio ministro de Economía que ha creado en un año y medio dos millones de pobres nuevos. Tenemos un 140% de inflación anualizada, imagínense ustedes lo que significa vivir con una inflación de dos dígitos por mes. Ese ministro que ha dislocado completamente las finanzas fue premiado porque sacó más votos y, por lo tanto, es quien más posibilidades tiene de gobernar la Argentina. Enfrente, un candidato de ultraderecha, alguien que adora a Trump, a Bolsonaro, que tiene muy buena relación con Vox también, pero que es un ser exótico que ya ha planteado que la idea de que existe una casta, como lo que hizo también Pablo Iglesias en Podemos. Todos somos la casta salvo los que los apoyan, por supuesto.

-¿Lloramos por Argentina?

-Un personaje estrambótico llamado Milei y un ministro de Economía ruinoso llamado Massa. Esos son los dos más votados de la Argentina, es un momento dramático. Hay quienes dicen que se trata de una encrucijada final de un país que se ha venido abajo, así que esta es la segunda vuelta que nos espera, es como elegir entre Drácula y el Hombre lobo. Quienes pretendíamos un país normal, un país con una centro izquierda y un centro derecha más o menos aliadas hemos quedado vencidos y ahora tenemos que elegir entre dos errores graves. Estamos muy entristecidos, es un momento muy delicado.

-¿El peronismo usa la táctica de Pedro Sánchez de fomentar el miedo a la ultraderecha?

-Sí, ha habido una gran campaña para asustar con la ultraderecha de Milei, pero él me asusta en particular porque es completamente irresponsable y ha decidido que la táctica para derrotar al populismo de izquierda es el populismo de derecha. Entre dos populismos nos debatimos.

-¿Argentina es un ejemplo claro de cómo destruir un país?

-Sí. Ten en cuenta que cuando mi madre y mi padre viniero, en 1946-47, Argentina era un país que todavía estaba viviendo de los grandes momentos argentinos. Llegó a ser uno de las ocho economías más importantes del mundo. Desde entonces todo fue un tobogán hacia abajo, pero aún en 1969, cuando volví a España con nueve años, todavía Argentina y España estaban equilibradas de alguna manera. En 1971, cuando vivía en Buenos Aires, teníamos un índice de desigualdad muy bajo, con una pobreza de un 3%, y hoy es una pobreza del 40%. Teníamos un pleno empleo y hoy el desempleo es gigantesco y el empleo negro es prácticamente el 50% de la economía. El peronismo tomó el Estado como agencia de colocaciones y hoy hay 4 millones de empleados públicos, mientras hay solo 6 millones de empleados en blanco. Eso muestra primero la dependencia de esos 4 millones del peronismo, lo cual explica que gane elecciones siendo una ruina y un disparate.

-¿El populismo lleva al abismo.

-Cierto. La idea de la gratuidad es una falsa idea, se regala cosas que son insostenibles y que luego se pagan. Aquí el candidato del peronismo estuvo regalando de todo desde el Estado y considerando que era la justicia social, entre comillas, cuando realidad lo que estaba haciendo era creando más inflación de la que todavía tenemos, se supone que vamos de una súper a una hiperinflación en poco tiempo, somos el segundo país más inflacionario del planeta. Eso es el populismo llevado a un extremo, por eso es tan peligroso y por eso siempre hay que conjurarlo temprano porque eso produce enorme pobreza y desastres institucionales.

"Son un poco socios, pero Milei es más extravagante que Vox”

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-¿Vox tiene un equivalente argentino en Milei?

-Son un poco socios, sin embargo Milei es más extravagante que Vox. Es un anarcocapitalista, lleno de ideas insólitas, por ejemplo cerrar el banco central, y su símbolo es una motosierra porque dice que hay que recortar el estado de manera bestial. Y ha tenido ideas como que hay que ir a un ultramercado y en ese ultramercado es posible la venta libre de armas, la venta de órganos, la venta de niños... Es un personaje realmente muy inquietante, sobre todo porque es un fenómeno que el progresismo radicalizado ha creado con una especie de imposición de reglas sociales y morales, como una especie de nueva inquisición. En contrapartida hay una reacción en todo el mundo hacia eso y es fortísima, en este caso la encarna exactamente Milei, pero siempre digo que lo contrario de una estupidez puede no ser una genialidad, lo contrario de una estupidez puede ser otra estupidez. Javier Milei tiene un ejército de trolls impresionante, y de influencers, ha hecho una campaña feroz contra sus críticos. De barbaridades. Un ovni que ha trastornado la política.

-En 2015, el proyecto de Cristina Kirchner parecía imparable...

-Sí, un proyecto chavista, de hecho su relación con el chavismo es indudable, hubo toda una resistencia política, cultural y periodística que tuvimos que dar para que la Argentina no se convirtiera en Venezuela, y en parte se logró y en parte se perdió, pero hoy la chavización del país parece un tanto alejada. Espero no estar equivocándome en eso. Hoy el problema del país es otro igualmente grave, los Kirchner no volvieron con un lavado de cara, colocaron simplemente a un candidato hace cuatro años que no era estrictamente como ellos para captar el voto de centro y con él llegar el poder. Luego empezaron a vapulearlo.

-¿Alberto Fernández fue un presidente títere?

-Alberto Fernández resultó ser un presidente ausente y un presidente domado por Cristina Kirchner, que desde afuera le fue destrozando la gestión. Él también hizo de las suyas y entre los dos se construyó uno de los peores gobiernos de la historia moderna argentina. Ese gobierno, sin embargo, acaba de sacar la mayor cantidad de votos, se ve que al degollado le gusta el cuchillo, se ve que el dinosaurio elije al meteorito. Es una situación muy impactante de masoquismo político y de cerrazón política de votar a tu verdugo. Una paradoja de una sociedad que elección tras elección muestra una especie de depresión maníaca que hace que cambie todo el tiempo de opinión y donde hay batacazos por lo tanto perpetuos. El sistema político está realmente alterado y delirante. Cualquiera de los dos que gane es un mal mayor, no hay males menores en esta segunda vuelta que vamos a enfrentar, porque es como elegir entre dos grandes equivocaciones.

El periodista Jorge Fernández Díaz Luisma Murias

-Usted ha denunciado que la policía mafiosa y los narcos grandes controlan las barriadas de grandes ciudades.

-Y ellos han progresado muchísimo en estos cuatro años, hay territorios enteros donde dominan completamente la situación, ya empiezan a penetrar en la política. Son muy preocupantes, ya lo han hecho absolutamente en las fuerzas de seguridad y el narco crece al amparo de la política, sobre todo al amparo del kirchnerismo que los dejó venir y instalarse, y en algunos casos los ha utilizado en las barriadas más pobres.

-¿El subsidio generalizado lo corrompe todo?

-Cuando primero das un subsidio para la pobreza y decías que por emergencia pero luego ese subsidio te permite ganar elecciones, entonces lo vuelves crónico y luego lo que tienes es una serie de esclavos que responden a ese subsidio. Es muy, muy delicado esto porque hay una fraseología progre de una idea de estoy ayudando a los pobres cuando en realidad los estoy esclavizando.

-¿Los gobiernos kirchneristas se apoyaron en el clientelismo?

-Sí, en el más feroz que hemos visto, y han intentado con él colonizar todo, la comunidad cultural, la comunidad científica, los pobres, la clase media a través de subsidiar el transporte... Han intentado por todos los medios tener a todos, lo que pasa es que el dinero se acabó, el dinero se acabó hace rato, los impuestos ya no pueden ser más elevados y ya no hay dinero y como no hay dinero han comenzado a imprimir dinero y ese dinero tiene respaldo, de ahí se produce la inflación. Los demagogos reparten lo que no tienen.

-¿El peronismo hizo bueno a Perón con su mala gestión?

-El peronismo es una creación de Perón, yo siempre recuerdo como se originó porque el peronismo se presenta hoy como una especie de nueva progresía cuando en verdad Perón trajo las principales ideas de un viaje importante que hizo a Italia a finales de la década de 30, donde estuvo viendo el fascismo del Duce Mussolini, luego dijo una vez a la comunidad italiana en Argentina: voy a hacer bien lo que Mussolini hizo mal, creo que la frase exacta es ‘voy a hacer lo que hizo Mussolini pero sin sus errores’. Por lo tanto, el peronismo nació bajo la inspiración del fascismo y lo que llaman ellos el socialismo nacional adaptado a la Argentina por supuesto, sin los extremos de la experiencia italiana. Pero de ahí proviene Perón, que luego fue cambiando a lo largo de tiempo. El peronismo fue fascista, nacionalista, luego fue desarrollista, luego fue socialdemócrata, luego social cristiano, neoliberal... Fue cambiando de camiseta todo el tiempo para permanecer vigente.

-Educación, salud y seguridad. ¿Se salva algo?

-Son las tres cosas que debería el Estado garantizar, y son un desastre. El kirchnerismo destruyó la escuela pública, la devastó, la salud pública es muy defectuosa y la seguridad es mera inseguridad, es decir, hay una policía connivente con el delito por un lado y por otro lado hay un desmanejo porque la concepción del kirchneristmo es que el delincuente es una víctima, es una víctima del capitalismo y por lo tanto debe salir rápido de la cárcel. Imagínense que durante la pandemia largaron a mil presos a la calle, mil presos peligrosísimos mientras ordenaban a la gente estar encerrada en su casa y esas mil personas se dedicaron al narco, a devastar en libertad. Es decir, el peronismo y el kirchnerismo viene con una consigna: hacer un Estado fuerte, el Estado presente, y el Estado no ha Estado más que ausente y ha sido una verdadera calamidad en las prestaciones fundamentales que tenía que hacer.

"Argentina se queja de la enfermedad pero no quiere tomar los remedios: vota por el veneno y por seguir atada a su adicción"

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-¿Un país destruido cómo se reconstruye?

-Es muy difícil imaginarlo cuando la sociedad está moldeada, colonizada mentalmente por tantos años de hegemonía peronista. Siempre se habla de que la dirigencia política es un desastre unificadamente, lo cual me parece una simplificación, una tontería y además antidemocrático. Después se habla mucho de que el problema es la democracia, cuando la democracia no toma empleados públicos a granel, no crea la hiperinflación, no toma decisión, no es la democracia la que produce la devastación. Un dirigente es elegido por la sociedad, y una sociedad que no quiere revisarse a sí misma es una sociedad que no quiere curarse. Esto es básicamente la Argentina hoy, se queja de la enfermedad pero no quiere tomar los remedios y más que nada vota por el veneno y por seguir atada a su adicción. Una sociedad que con fraseología progre se ha vuelto muy conservadora.

-¿Por qué la izquierda española adoraba al kirchnerismo?

-No voy a perdonar que sectores del gobierno actual de España hayan viajado a la Argentina a apoyar a corruptos y a criticar a los medios de comunicación que han investigado a esos corruptos. Me decepciona mucho, mi familia ha votado a la izquierda española durante muchas décadas y me repugna que nos traicione de esta manera el socialismo español y sus socios.

"Bergoglio no soñaba con ser papa, soñaba con ser Perón, y sigue tratando de ejercer desde lejos esa vocación"

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-El papa...

-No ha ayudado mucho, simpatiza con el peronismo, ha intervenido directamente en la campaña política contra la ultraderecha y a favor del peronismo, se ha metido demasiado en política en la Argentina y de una manera que me parece que no corresponde. Bergoglio no soñaba con ser papa, soñaba con ser Perón, y sigue tratando de ejercer desde lejos esa influencia y esa vocación.

-¿Sindicalistas/listos?

-La mayoría son multimillonarios, esto es un escándalo absoluto, se lo permite un sistema de perpetuación, son como pequeños monarcas que deciden muchas veces contra el propio trabajador, por ejemplo cuando está un peronista en el poder lo protegen aunque ese peronista esté destruyendo el salario de sus afiliados, y cuando un no peronista está en el poder se dedican a hackearlo con huelgas. Estar en la lista negra es una medalla para mí, pero no deja de ser inquietante que eso se pueda seguir haciendo en democracia.

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