Las otras vidas de los árboles

Cada una de sus piezas es un homenaje a los árboles, especialmente los más añejos. Con la paciencia del artesano y la precisión del artista, Jorge López hace obras únicas de pequeño y gran formato que salen de su taller de Antas de Ulla. La madera usada tiene en sus manos una nueva vida

A Jorge López Penoucos le gusta dar vida a la madera, especialmente a aquella que ya ha estado en otros lugares. Rescatarla de tejados, escaleras, camas añejas, berces, armarios o todo lo que pueda haber en una casa antigua.

Carpintero y artesano, no hace el típico mueble rústico, sino que le da su propio estilo, aunque se adapta a lo que el cliente quiera. Escultor y artista, hace también trabajos de gran formato, algunos de los cuales pueden verse en O Caurel. De su Taller do Peto, en la aldea de Funsín, en Antas de Ulla, sale cualquier tipo de encargo para el país.

Las otras vidas de los árboles

Las otras vidas de los árboles / Tere Gradín

La vida de este artesano tuvo un punto de inflexión hace algo más de dos décadas, cuando decidió junto a su familia cambiar de aires para vivir en la aldea. La encontró en Funsín, donde rehabilitó una vieja casona de piedra y montó su negocio, al que bautizó como Taller do Peto en honor al pájaro carpintero, llamado así en gallego.

Dice que el acabado de la madera antigua es el mejor, no hay otra igual. Por eso busca esas piezas perdidas en casas o alpendres y le da otra forma y una nueva existencia. Y hay una frase que resume esa búsqueda y ese tránsito: “El presente se vuelve pasado inmediatamente y en ese mismo instante también futuro”. La nueva vida de la madera vieja.

Las otras vidas de los árboles

Las otras vidas de los árboles / Tere Gradín

A Jorge le gusta llamarse “recomponedor de madera” y, ciertamente, lo es. “Trabajo sobre todo con madera de roble y castaño; en su mayor parte, recuperada de vidas anteriores. Después de limpiarla, pulirla, y tratarla contra el paso del tiempo, la transformo en trabajos de carpintería como tejados, porches, puertas, ventanas, escaleras, muebles, …. Intentando, a través de su estética recuperar ese movimiento lento, ese ritmo biológico del tiempo. Que para mí, es lo que les concede esa diferencia”. Un homenaje al esfuerzo, al legado de los antiguos pobladores, a aquellos de cuyas manos salían aperos, vigas o útiles domésticos como cuncas, sellas o escaños, entre muchos otros.

Penoucos hace también escultura, que puede verse tanto en Funsín como en otras partes de Galicia. Sus muebles y creaciones están en otras partes de España, desde Valencia a Bilbao, entre otros lugares y en este momento sigue “recompoñendo” la madera que salió de las manos de los viejos maestros para que sigan teniendo nuevas vidas a través de la pericia de otro maestro como él.

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