El reloj del rock

Una fotografía de Tina Turner de joven, otra en una de sus últimas actuaciones

Una fotografía de Tina Turner de joven, otra en una de sus últimas actuaciones / FdV

Rafa López

Rafa López

Sorprende recordarlo, pero a mediados de los años ochenta Pink Floyd era tachado despectivamente por la prensa musical como un grupo de “dinosaurios del rock”. Por aquel entonces sus miembros apenas habían cumplido los 40 años. Si de aquella eran dinosaurios cuarentones como David Gilmour y Roger Waters (ahora enemigos irreconciliables), ¿cómo calificamos ahora a los veteranísimos Bob Dylan, Neil Young, Eric Clapton, Mick Jagger o Paul McCartney?

Así estaban las cosas cuando uno comenzaba a leer revistas de rock, hace casi cuatro décadas. El rockero que pasaba de los 40 años era considerado sospechoso de vivir de sus viejos éxitos y de cerrar el camino a la savia nueva. Ya entonces a la recientemente fallecida Tina Turner se le atribuía el oficioso título de “abuela del rock”, pese a que en 1985 solo tenía 45 años.

Aquel “edadismo” parece haber pasado a mejor vida, afortunadamente. Nadie descalifica a Bruce Springsteen (73 años) por su provecta edad, ni critica a Sting por sus bien llevados 71. Los años parecen haber mejorado la voz de Van Morrison (77) como el buen vino. Que Mick Jagger (casi octogenario) pueda bailar como un veinteañero no es motivo de burla, sino de admiración. Alabado sea Paul McCartney (casi 81) y su aspecto de amable señora inglesa que nos sirve té con pastas.

Diego A. Manrique lo llama “la negación del mito del rock como música de juventud. Fue música de juventud porque no habían crecido, pero ahora son señores que tienen 80 años y siguen grabando y actuando. Siguen teniendo la voluntad de estar en primera línea”, ha apuntado en el “Diario de Burgos” el veterano periodista, runo de los referentes de la prensa musical en España.

El rock continúa bebiendo del mito de Dorian Gray, toda vez que sus principales estrellas siguen intentando mantener un porte lo más juvenil posible, aunque no todos lo consigan. Siendo relativamente jóvenes, Axl Rose (61) y Madonna (64) son dos ejemplos de que el tiempo no pasa igual para todos. Elvis murió decrépito a los 42 años.

Los grupos no han tenido más remedio que abrazar el paso del tiempo y la mortalidad. Ahí tenemos a Depeche Mode, Dave Gahan y Martin L. Gore (ambos de 61), llenando estadios con un álbum titulado “Memento mori” (“recuerda que morirás”), publicado tras la repentina muerte, a los 60 años, de uno de sus miembros fundadores, Andy Fletcher. Puede que “recuerda que morirás” no sea el mejor eslogan rockero, pero lo que transmite también es “carpe diem”: “aprovecha el día”, porque vas a morir.

El Diego A. Manrique periodista musical conecta con el poeta Jorge Manrique y sus célebres “Coplas por la muerte de su padre” (siglo XV): Recuerde el alma dormida / avive el seso y despierte / contemplando / cómo se pasa la vida, / cómo se viene la muerte / tan callando…

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