salud&placer

El desapego

@A2C_ILUSTRACIONS

@A2C_ILUSTRACIONS / emma placer

Emma Placer

Emma Placer

Mi hermano nunca se ha comprado unos calzoncillos él solo. Con esta frase una mujer en consulta describe las actitudes de su hermano y nos ofrece una imagen muy representativa del apego de una persona con su familia de origen.

El apego está plagado de patrones, situaciones y comportamientos muy concretos y relacionados con la familia; en este momento, no es tan relevante saber de dónde viene, lo que queremos es que las personas puedan comprarse su propia ropa interior sin necesidad de validación externa.

¿Cómo nos des-apegamos de la familia de origen?

Se trata de un proceso circular basado en el cambio, sin cambios no hay desapego. Los cambios se basan en la seguridad, autoestima y autoeficiencia percibida de la persona. En muchas ocasiones, se trata de sustituir pensamientos del tipo “yo no valgo nada” por otros más realistas como “todavía no sé muchas cosas, pero creo que soy capaz de aprender”; por otro lado, hacen falta conductas visibles que refuercen ese cambio, por ejemplo, realizar papeleo y burocracia sin ayuda, o pagar tus gastos, lavar tu propia ropa, etc.

El apego en la pareja: dependencia y amor romántico

Parece que el desapego de nuestras madres/padres es algo natural que va fluyendo, y que, salvo excepciones, tarde o temprano sucede. En la adolescencia comenzamos a fijarnos en las conductas de amigas y amigos, y nos empieza a interesar más lo que dice la pandilla que lo que dicen en casa. Pues bien, paradójicamente, en algunos casos pasamos de depender de mami-papi a depender de novia-novio. Esta forma de dependencia se llama “apego afectivo”. Las personas que sufren este tipo de apego de alguna manera pierden su “yo” y aquello que les diferencia para fortalecer de forma enfermiza el “nosotros”, priorizan todo lo que tiene que ver con la pareja, la persona amada de forma incondicional. Esta forma de ver el amor y las relaciones es como una plaga, una epidemia que se ha extendido, y para la que muy pocas veces en el entorno social encontramos soluciones. Vamos a dar unas pinceladas, para poner una primera piedra en la destrucción de mitos y falacias sobre el tema:

Armas de destrucción masiva para el apego afectivo

Educación:

Es muy probable que si en la escuela nos enseñaran de forma en que nos sintamos valiosas, independientes y fuertes, se darían muchos menos casos de dependencia basándonos en el esquema: yo valgo, puedo y supero por lo que: Te quiero pero NO te necesito.

Fortaleza individual:

No hay nada de malo en reconocer que nos hace sentir bien la compañía de la pareja, nos gusta y nos reconforta, no obstante se hace necesario revisar nuestras fortalezas individuales, aquellos rasgos que me hacen diferente, especial y que refuerzo por encima de mis debilidades. Un truco para revisar las fortalezas es hacerlo pensando en el pasado, en momentos en los que no tenemos pareja, qué comportamientos y actitudes destacaban tus familiares y amigos, por ejemplo: “Cuando era pequeña y hasta la adolescencia, me fascinaba la playa y recoger piedras y conchas”, “Iba todas las semanas al Karaoke con mis amigas, ahora no, porque a X no le gusta”, puede parecer una tontería pero recuperar este tipo de pequeñas aficiones diferenciales que nada tienen que ver con tu vida actual pero forman parte de ti, es el camino hacía el desapego.

Actividades en solitario:

Al menos un día a la semana, realizar alguna actividad sin la pareja; si seguimos en el ejemplo anterior, podría ser pasear sola por la playa, buscar una piedra bonita y decorarla, o realizar clases de canto, apuntarte a un coro, que aunque estas últimas ideas no son en soledad abren la posibilidad de ampliar la red social de la persona más allá de la pareja. Planifica estas actividades en función de tu agenda, no de la de tu pareja, priorízate. Es tu momento, en el corto-medio plazo dedicarte tiempo a ti aumentará tu sensación de competencia y autoestima.

Plena consciencia:

Para llegar al desapego tengo que analizar y meditar conscientemente qué comportamientos visibles son de apego en mi día a día; el clásico es ir a todas partes con la pareja o hacer cosas que no me gustan porque son aficiones o hobbies de la otra parte, en los casos más graves tenemos que ser conscientes de las veces que justificamos comportamientos intolerables de la otra parte sólo para no perderla. Por otro lado, ser consciente de los pensamientos de apego dañinos: “No puedo vivir sin ti”, “Eres lo más importante para mi”, “Mi vida no tiene sentido sin amor”; la idea es tratar de dar la vuelta a estos pensamientos para tener una relación sana y una percepción individual de bienestar.

Entendemos que no es un camino fácil, hay personas que consiguen superar el apego con el tiempo y practicando este tipo de ideas, otras piden ayuda profesional; sea como sea tu caso, el desapego emocional es un objetivo vital que va a ayudarte en todas las facetas de tu vida. A por ello!!

Gracias por esta lectura, placeres; nos vemos en próximas ediciones y como siempre en nuestra web www.saludplacer.com.

Suscríbete para seguir leyendo