500 historias irrepetibles

Juan Carlos Álvarez, jefe de Deportes de FARO DE VIGO, rebasa ya el medio millar entregas de una saga de artículos que publica, desde hace doce años, todos los lunes en este periódico

Juan Carlos Álvarez, jefe de Deportes de FARO DE VIGO, autor de la saga de artículos Historias Irrepetibles

Juan Carlos Álvarez, jefe de Deportes de FARO DE VIGO, autor de la saga de artículos Historias Irrepetibles / FDV

Salvador Rodríguez

Salvador Rodríguez

Desde hace una docena de años, todos los lunes, a la sección Deportes de FARO acude puntual una Historia Irrepetible, entre otras razones de mayor importancia porque esa fue la denominación con la que su autor, Juan Carlos Álvarez, decidió encabezar estas singulares páginas que, escritas desde la pasión, la devoción y el conocimiento de causa, cabalgan más allá de su proyección deportiva, pues atañen tanto al sentimiento humano más íntimo como al más extrovertido fenómeno social de masas, y hallan reflejo en las sensaciones, paradójicas, que generan la derrota y el triunfo, el éxito y el fracaso, atados por un tenue hilo de seda al filo de lo imperceptible.

“Decidí contar las historias que siempre me ha gustado que me contasen a mí, y dedicar una página a un acontecimiento histórico o un personaje que mereciese la pena”

La saga acaba de sobrepasar las 500 entregas, y ese es un motivo más que suficiente para que Álvarez, jefe de Deportes de este periódico, nos ofrezca unas cuantas explicaciones: “Empecé a escribirlas -recuerda- al entender que nuestro suplemento de deportes del lunes necesitaba un contenido diferente con el que cerrar la sección, para descargar a la gente de tantas crónicas que son imprescindibles para nosotros y nuestros lectores. Y decidí algo tan sencillo como contar las historias que siempre me ha gustado que me contasen a mí, y dedicar una página semanal a un acontecimiento histórico o un personaje que mereciese la pena”.

En aquel momento, nada más lejos de sus pretensiones que alcanzar las 500 historias que, por cierto, ya ha rebasado: “La verdad -confiesa- es que mi idea era que ese contenido durase unos pocos años y pasado ese tiempo darle alguna clase de vuelta a la última página del suplemento. Pero, hay tantas cosas que contar que dejé de plantearme si esto tendría algún final. De todas formas. Sigo sin ver más adelante que lo que surgirá la siguiente temporada”.

Digamos que va “partido a partido” que diría el Cholo Simeone… pero es que así hasta podría llegar a las mil…o más: “Ojalá -asiente- Creo que por temas no va a ser… otra cosa es que me canse o que los lectores, que por ahora se muestran muy agradecidos, se aburran de estas batallitas. Pero aún queda mucho que contar”.

Y es que, ciertamente, el deporte genera innumerables historias, pero también hay que saber elegirlas: “Me he guiado por varios criterios -explica Álvarez- Una parte importante son los obituarios. El día a día de la sección muchas veces no permite detenerse en la desaparición de deportistas gigantescos y acaban recluidos en una triste columna. Esta sección nos permite despedirles como se merecen, ya sea contando toda su vida o escogiendo un momento determinado de su carrera. En otras ocasiones es una efeméride la que sugiere el tema a tratar; un suceso reciente que recuerde a otro histórico…o el simple capricho que funciona muchas veces, porque al final es una sección en la que también desembocan muchas de mis obsesiones personales. No lo puedo evitar y a veces busco una excusa para volver a mi refugio”.

El fútbol ha sido, sin duda, el deporte que más historias irrepetibles ha aportado durante todos estos años, pero este periodista vigués ha encontrado muy atractivas las generadas por otros deportes: “Sí- confirma- No cabe duda de que fútbol es el más apabullante. Por su popularidad, por la importancia que ha alcanzado en lugares muy diversos y porque es el deporte sobre el que más se ha escrito, publicado…o mitificado, que también. Pero mi favorito, con mucha diferencia, es el ciclismo. Ninguno explica de forma tan clara el sentido de la épica, el valor y el sacrificio extremo”.

DEPORTES Y LETRAS

La épica, el valor, el sacrificio... son palabras, y conceptos, manejados en la literatura de todos los tiempos, y resulta curioso comprobar cómo también actúan como ejes de tensión alrededor de los cuales giran estas crónicas de unos sucesos que, efectivamente, ya no se volverán a repetir, cual ocurre en todo acontecimiento de la vida... hasta la muerte. Por eso sorprende que, durante muchos años, deportes y letras no guardasen precisamente muy buenas relaciones entre sí, algo que, a estas alturas, Juan Carlos Álvarez entiende que “hace mucho tiempo que felizmente eso se enterró. Incluso pasamos al otro extremo y que se pusiese de moda que los escritores o artistas prestigiosos se asomen a dar su punto de vista sobre el deporte. Aunque también es verdad que sucede de forma casi exclusiva con el fútbol, con otros deportes no se asoman…”

“Veo poesía en aquel Braddock en el ring boxeando con Max Baer pese a que todos le decían que iba matarle”

Álvarez es ávido lector de los escritores latinoamericanos y españoles que, en el deporte, y sobre todo (hay que reconocerlo) en el fútbol, han encontrado un Macondo perfecto para practicar alta literatura. Ahí está, quizás por encima de todos, el argentino Roberto Fontanarrosa, con el uruguayo Eduardo Galeano, con el mexicano Juan Villoro y, entre los nuestros, Manuel Vázquez Montalbán (aunque solo fuera por “El delantero centro fue asesinado al amanecer”) y hasta el propio Camilo José Cela y sus “Once cuentos” de fútbol”. Eso sin contar a periodistas que, como Santiago Segurola, han sentado cátedra con crónicas en las que la poesía y la épica, dos elementos que también respiran en estos textos de Juan Carlos Álvarez, se funden entre sí. “¿Poesía o épica? -responde cuando le damos a elegir- Pues depende del momento y del día, pero si tengo que elegir prefiero siempre la épica. Que en el fondo no deja de tener su parte poética… porque yo veo poesía en el ciclista francés Bernard Hinault obsesionado por ganar una carrera que odiaba como la París-Roubaix, o en el boxeador Braddock subiendo a un ring para pelearse con Max Baer pese a que todo el mundo le decía que iba a matarle.”

“Mis personajes favoritos tienen que ver con la rivalidad entre Coppi y Bartali y los personajes que había a su alrededor”

Todas estas historias tienen su protagonista (bueno, a veces protagonistas), personajes fascinantes desde luego no faltan, y Juan Carlos se moja cuando le solicitamos los preferidos: “Mis favoritos tienen que ver con la rivalidad entre Coppi y Bartali y los personajes que había a su alrededor, como el masajista ciego Cavanna o sus gregarios, como Sandrino Carrea, que lloró como un niño al vestirse un día por casualidad como líder del Tour porque sentía que había traicionado a su patrón. Coppi y Bartali eran dos feroces competidores sobre los que se construyó una rivalidad exagerada porque interesaba a los políticos, que les identificaban con diferentes ideologías, y a la prensa, que vendía periódicos como nunca. Pero eran dos genios, amigos íntimos, que dedicaron su vida a buscar la manera de ganar al otro y de ofrecer algunas de las páginas más legendarias de la historia del ciclismo y del deporte”.

— Sin duda, estas historias irrepetibles merecerían ser reunidas en un libro. ¿Será posible?

— Pues siempre existe esa posibilidad, pero no es algo en lo que piense demasiado. Se publicaron en su momento las cien primeras, y muchas eran historias de sobra conocidas por el público. Creo que la sección ha crecido con personajes menos populares pero que han vivido acontecimientos igual de fascinantes. Tal vez un día…

Suscríbete para seguir leyendo