El abuelo tanguero de Verónica Forqué

La amistad y el hecho de haber ejercido como secretario personal de Carlos Gardel, sin embargo, se quedan en meras anécdotas a la hora de elaborar esta semblanza biográfica de urgencia, que por fuerza se quedará corta, ante los méritos cosechados a lo largo de su trayectoria por este José Vázquez Vigo que, a los 16 años de edad, emigraba a Argentina y que, aunque ya en aquella altura sabía tocar la flauta con destreza, estaba muy lejos de prever que llegaría a ser considerado toda una figura estelar de la música.

Porque fue en su país de acogida donde, al ampliar sus conocimientos musicales, recibiendo clases de piano, violín y clarinete, y cultivando todos los ritmos como ejecutante y compositor, desarrolló mayormente su carrera artística tras entrar en el mundillo musical argentino, en el que muy pronto empezó a labrarse un gran prestigio tanto por sus composiciones como por su faceta de director de orquestas. En la primera de ellas, hay que destacar que compuso piezas firmadas por letristas como García Jiménez, Ginés Miralles, Abelardo Ferreyra, Pascual de Luca y el mismísimo Discépolo, que fueron interpretadas por cantantes cuales la diva Libertad Lamarque o José Razzano, quienes grabaron diversos temas con música y/o letra del músico gallego, como la canción criolla “Alfombrita de flores” o el vals “Nena”. Entre los tangos más conocidos que compuso es preciso citar el titulado “Maryflor”, estrenado el año 1929 por el propio Carlos Gardel, para quien había sido compuesto expresamente por Vigo. Y es que la estrecha relación que sostuvo con el rey del tango, le llevó a ser su secretario personal durante algún tiempo y, a la muerte del mítico “Zorzal Criollo” , acaecida en Medellín (Colombia) el año 1935 en un accidente de aviación, erigirse en uno de los principales oradores que intervino en las exequias fúnebres.

Por otra parte, tal y como recuerda Guillermo Llorca en la publicación “Ferroláns”, Vázquez Vigo dirigió varias orquestas y conjuntos musicales, entre ellos la orquesta de música española “Iberia” y la banda de jazz “Los Murciélagos”, grabando temas diversos y actuando en numerosos escenarios y emisoras de radio.

Fue también autor de no escasas producciones teatrales y uno de los pioneros del cine argentino, componiendo entre los año 1930 y 1950 la banda sonora de veinte películas, tales como “Cuatro corazones”, donde trabajó su hija Carmen, “Melodías porteñas”, “Ayúdame a vivir”, dirigida por Enrique Santos Discépolo, “Mosaico criollo” o “Besos brujos”. Item más. La prestigiosa orquesta Canaro interpretó numerosos temas musicalizados por Vázquez Vigo, como los tangos “La cieguita” y “Redención” o la milonga “Milongón de mi amor”.

En 1947 regresó a España y pronto entró en contacto con el ambiente del cine español. Fue él mismo quien le presentó a su hija Carmen a un entonces joven José María Forqué, con el que se casaría. Forqué se convirtió en uno de los grandes nombres de la comedia en España y su mujer, la madre de Verónica, fue una de las voces más reconocidas de los folletines radiofónicos que Vázquez Vigo se trajo en la maleta desde Argentina a España. “Mi abuelo -contaba Verónica a El País- le presentó los guiones a Manuel Aznar, padre del que luego fue presidente del Gobierno, y que entonces dirigía Radio Madrid. Al principio le dijeron que no, pero al final consiguió que se emitiesen en España y terminaron obteniendo un gran éxito”.

Seductor que gozó del éxito también con las mujeres, José se casó dos veces. Su primera esposa fue la asturiana Carmen López, y la segunda una joven con la que contrajo matrimonio en Madrid. Esta moza, a la que había conocido en Argentina, le “persiguió” hasta la capital de España. Pocos años después ambos retornaron a Buenos Aires, y todo parece indicar que fue por voluntad de la segunda esposa, pues José había manifestado que prefería haberse quedado aquí. De todas formas, este matrimonio acabó mal y terminaron separándose, cuentan que no precisamente de muy buenas maneras.