Es este un mundo menudo pero que no se olvida, todo lo contrario. Son piezas que llaman la atención precisamente por su pequeño tamaño, minúsculos objetos que Teodoro Castro aviva con la destreza de sus manos para llevarlos a la condición de elementos emblemáticos llenos de alma. De eso se encarga este artesano de Cambre en su taller Meteoro, dedicado al modelismo y las miniaturas, que lo mismo recrea automóviles a escala que piezas de museo.
El trabajo de Teodoro es fruto de sus aficiones infantiles. Entonces le gustaba jugar con el mecano y con las construcciones de plástico, y ya se intuía su perfeccionismo. Después se dedicó a la bisutería de metal y piezas decorativas que luego comercializaba en ferias artesanales. Sus primeras maquetas estuvieron destinadas precisamente a ornamentar los stands, y pronto tuvieron tanto éxito que comenzó a producirlas en pequeñas series, lo que le llevó al modelismo y a la realización de piezas únicas que no hay en el mercado.
La documentación para cada pieza debe ser exhaustiva, puesto que no puede faltar detalle. Los materiales que utiliza son el cobre y sus aleaciones, latones y alpacas, aunque no descarta la adopción de otros (piel, madera, sintéticos, etc.) si es necesario. Emplea también la resina de poliéster y los moldes de silicona. Parte, según los casos, de planos conocidos y en otros de fotografías y dibujos.
Hechos los desarrollos de las secciones que forman el modelo, y utilizando la serigrafía, se imprimen y se graban al ácido las chapas metálicas. Después se recortan a tijera, cizalla o sierra de calar, dándoles la forma adecuada a mano y martillo para ser soldadas con estaño, siguiendo el método tradicional. El pulido y los detalles de acabado rematan el proceso.
En este universo en miniatura de Teodoro hay autos clásicos y deportivos, con series numeradas y de producción muy limitada, como el Pegaso deportivo fabricado en España en los años cincuenta. Entre sus obras también se encuentra una réplica del autogiro de De La Cierva y el hidroavión Plus Ultra, modelos que realiza por encargo del Ejército del Aire, que los entrega como premios anuales. También hace las réplicas de los premios Mestre Mateo del audiovisual gallego.
Este artesano de Cambre también restaura juguetes antiguos y piezas de exhibición en museos. Su producción está repartida por España, Canadá, Estados Unidos e Inglaterra, entre otros países.
Sus hijos han heredado su afición por el trabajo manual y paciente. Samuel estudió Bellas Artes, y Mar Castro elabora objetos con caucho reciclado de neumáticos a través de su iniciativa Adororoda, desde cinturones a mochilas, bolsos o carteras.