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Salud&Placer

Etapas de la sexualidad (y 4)

@A2C_ILUSTRACIONS

Cerramos las “edades del sexo” con los adultos mayores. Las formas de expresar esta etapa de la vida se van puliendo y van cambiando, lo más habitual es escuchar eso de la “tercera edad”. Cuando era pequeña me preguntaba si yo estaba en la segunda o en la primera edad, y ciertamente con 6-7 años percibía a mi abuela de 50 y pocos como una señora muyyyy mayor. Al final la edad es una percepción que varía dependiendo desde qué escalón lo estemos mirando. Sin ir más lejos, el otro día un chico en consulta me dice “es que, Emma, ya tengo 24 años, estoy muy rayado con el tema”. Por supuesto, le invité a hablar dentro de 20 años a ver qué pensaba de su supuesto deterioro por edad.

Las pérdidas

Parece que cuando pensamos en nuestro cuerpo y nuestra sexualidad a partir de cierta edad, en general nuestro cerebro se empeña en evaluar aquellas cosas que hemos perdido, o como cuando nos miramos al espejo y solo observamos aquellas partes que no nos gustan, en vez de fijarnos en las que sí. Este foco negativo afecta directamente en la percepción de las personas mayores y su sexualidad. Recuerdo a una mujer en consulta que me parecía súper inteligente y bellísima, pero hablaba del placer y del disfrute sexual en pasado: “Yo me lo he pasado muy bien”, “He disfrutado mucho del sexo”, “Antes exploraba y fantaseaba”. Le hice una sencilla pregunta: ¿Por qué hablas en pasado de tu sexualidad? No sabía qué responder, le parecía ridículo tener que decir que eso “eran cosas de jóvenes”, así que comenzó a dar una nueva orden a su cabeza y a disfrutar de su sexualidad presente.

Obviamente existen pérdidas en la respuesta sexual, sobre todo en la masculina. En otras entregas hemos hablado del tema y hemos explorado la forma en la que se discrimina la sexualidad en personas mayores.

Las ganancias

No todo son pérdidas, y no todo es rendimiento físico, hacer el pino y tener coitos de 3 horas. Una recomendación para todas las edades y que en la etapa madura se hace evidente es que perdemos esa focalización tan genital por lo que ganamos en sensibilidad y apertura sexual, es decir, al no preocuparnos por el tiempo, la rigidez del pene o la lubricación, observamos y dedicamos más tiempo a la afectividad, a las caricias, a las fantasías morbosas, y a la apertura sexual en general. Nuestra biografía sexual va a influir en cómo nos comportamos en esta nueva etapa, por lo que si hemos tenido un comportamiento sexual variado y abierto será más fácil ajustarlo cuando nuestro rendimiento físico disminuya.

Los prejuicios

Empezando por la ciencia, la investigación y las personas profesionales que nos dedicamos a la sexualidad, es muy complicado encontrar estudios sobre sexualidad en los que se incluyan a personas mayores de 60 años, y cuando lo hacen se basan en las famosas pérdidas. Sin embargo, la sexualidad es positiva para el estado de bienestar psicológico y físico de las personas mayores; es un mito que no se pueda tener una vida sexual satisfactoria a partir de los 65 años.

La investigación al respecto ya en los años 80 informaba que aproximadamente el 50% de las personas practican coito a partir de los 70 años y esto aumenta si hablamos de masturbación y otras prácticas.

Presente y futuro placentero

En la actualidad existe una revisión del tema con una mirada más amplia y se focaliza en el placer sexual, haciendo hincapié en que no sólo se trata de genitalidad, de tener más o menos orgasmos, o de la penetración, sino de otras prácticas como las caricias, y el sexo oral.

Y amigas y amigos lectores, el mejor predictor de satisfacción sexual con permiso de todos los demás ¡es el placer! Examinemos nuestras vías de placer, fijándonos en lo que tenemos ¡y a por una sexualidad placentera y eterna!

Os invitamos a dejarnos un mensaje o sugerencia como siempre en nuestra web www.saludplacer.com.

¡Hasta pronto, placeres!

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