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Te doy una canción

En el nacimiento del blues

La última vez que escuché “Nobody Knows the Trouble I’ve Seen” fue bastante peculiar. La interpreta Sheldon Cooper (el actor Jim Parsons) en uno (en realidad, en varios) de los episodios de la serie “Big Bang”, durante los momentos en que el personaje se siente especialmente triste, acompañado por un extraño artefefacto denominado theremín, del que hay que informar: consta de dos antenas metálicas que detectan la posición relativa de las manos del “thereminista” para controlar la frecuencia con una y el volumen con la otra, de tal manera que sus señales eléctricas se amplifican y se envían a un altavoz. Me he enterado de que se trata de uno de los primeros instrumentos musicales electrónicos y que es controlado sin necesidad del contacto físico del intérprete. ¿Su inventor? Un físico ruso llamado Léon y apellidado Theremin, que lo pergeñó en 1920 y lo patentó en 1928. Entre lo “extraterreste” que suena y, encima, que la voz de Sheldon está doblada al castellano, aún tardé en percatarme de qué canción se trataba.

El origen de “Nobody Knows ...” se remonta a mediados del siglo XIX, en plena guerra civil entre yanquis y confederados. Era una canción más, musicalmente inspirada en los cánticos espirituales que denunciaban la situación de los esclavos afroamericanos de los estados del sur y que, saltándose el ámbito religioso pero sin perder su respeto sino precisamente basándose en los principios bíblicos, se pasa a la reivindicación política fundamental: la de la justicia social. De hecho, en aquella época contenían mensajes ocultos, protestas veladas contra la esclavitud e incluso daban pistas y/o ideas de cómo fugarse de las plantaciones, fuere a los estados del norte del país, o mismamente a un Canadá mitificado por los esclavos. Y fueron muchas las que posteriormente se hicieron famosas a través de las versiones, más o menos fieles al original, de algunas de las más brillantes estrellas musicales negras de todos los tiempos, desde Louis Amstrong a Sam Cooke.

“Nobody Knows the Trouble I’ve Seen”, canción aparentemente melancólica y pesimista, es en realidad un sibilino llamamiento a la rebeldía, al levantamiento contra el poder, eso sí “en el nombre de Dios”, dicho en pocas pero suficientes palabras, y forma parte de un gran repertorio en el que hallamos el nacimiento del blues. Después vendrían el jazz, el rock and roll… y el inefable Sheldon Cooper con su theremín. 

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