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Ucrania y los orígenes del fotoperiodismo

La fotografía de guerra nació en el siglo XIX durante durante la primera guerra de Crimea

Roger Fenton y su carromato, en Crimea. Él es autor de todas estas fotos, excepto la 1 (que muestra a oficiales turcos) de Carol Szathmari.

Estos días en los que contemplamos en la prensa algunas de las fotografías más desgarradoras de la historia tomadas durante la actual invasión de Ucrania, hay que recordar que fue en este país, concretamente en Crimea, donde nació el fotoperiodismo. La primera guerra de Crimea comenzó en 1854 cuando los rusos cruzaron el Danubio y entraron en el Imperio Otomano, ocupando los principados de Valaquia y Moldavia, entonces turcos, con el supuesto fin de proteger a la población ortodoxa de la tiranía otomana. El zar Nicolás I se arrogó la responsabilidad de Rusia para proteger a los cristianos ortodoxos e invadió los territorios abandonados por los turcos. Como reacción, las potencias occidentales, Francia y Gran Bretaña, declararon la guerra a Rusia y organizaron una expedición para reconquistar la península de Crimea. En septiembre de 1855, 600 barcos de los ejércitos aliados con 57.000 hombres a bordo invadieron la península. El estratégico puerto ruso de Sebastopol sufrió un épico asedio de casi un año, en el que murieron más de 120.000 soldados rusos. También hubo un gran número de bajas en las tropas aliadas, que además fueron víctimas de las enfermedades, el clima y la falta de alimentos.

Para contrarrestar el malestar que se manifestaba en la sociedad británica, influida por las informaciones que contaban los desastres producidos por la guerra en crónicas como las de William Howard Rusell en el “Times”, el editor Thomas Agnew y el príncipe Alberto pidieron entonces a su amigo el fotógrafo Roger Fenton que se trasladase a Crimea para hacer reportajes fotográficos con el fin de calmar a la opinión pública mostrando una imagen de la guerra en fotografías sin cadáveres ni heridos, que se publicarían en “The Illustrated London News”.

Fenton era un fotógrafo reconocido por la sociedad británica y con experiencia en los países del este de Europa por su serie sobre el proceso de construcción del puente sobre el Dniéper en Kiev, y por las fotografías de las cúpulas de las iglesias del Kremlin que hizo en 1852, y tenía en Londres un estudio al que acudía la alta sociedad para hacerse retratar por el artista.  

Después de aceptar la petición del príncipe, Fenton embarcó para Crimea llevando consigo un carromato tirado por cuatro caballos (era una vieja camioneta de reparto de un comerciante de vinos), en el que había instalado un laboratorio de revelado y que le servía también de vivienda. Iba acompañado de su chófer y ayudante Marcus Sparling. Con él se trasladaba a los lugares donde se habían librado importantes batallas y recorría las posiciones de la retaguardia para hacer fotografías de la situación.

Una de las fotografías de Roger Fenton.

Cumpliendo el encargo de no alarmar a la opinión pública, las fotografías de Fenton nunca captaron la primera línea de los enfrentamientos sino los escenarios en los que ya se habían desarrollado las batallas y los campamentos de la retaguardia en los que se asentaban las tropas. En muchos casos se trataba de posados para la ocasión.

Debido a las deficientes condiciones sanitarias, Fenton enfermó de cólera y tuvo que volver a Inglaterra antes de la batalla definitiva de Sebastopol. Gracias a su gesta se hizo muy popular en Europa y América (sus fotografías, además de en “The Illustrated London News”, fueron publicadas en “Il Fotografo” de Milán y en revistas ilustradas de los Estados Unidos) y hasta fue recibido por la reina de Inglaterra. Hizo más de 300 fotografías de la Guerra de Crimea, que fueron expuestas en varias ciudades. Tenía que fotografiar al amanecer para que no se estropearan los productos de revelado por el calor mientras trabajaba en lugares alejados del fuego de la artillería rusa. Se esforzó en ilustrar las distintas facciones de los ejércitos aliados. Con la intención de ofrecer un desarrollo narrativo de la guerra, creó cuadros vivientes (posados) de tiroteos y supuestas escenas de guerra y retrató a generales, oficiales y soldados, a la camaradería en los campamentos y el aburrimiento en las largas jornadas sin actividad bélica. Antes de regresar a Inglaterra tomó panorámicas de la asediada ciudad de Sebastopol. No fotografió cadáveres de soldados ni heridos de guerra, según exigía la operación de propaganda del gobierno británico, para evitar el derrotismo que podía provocar en la sociedad la visión de los horrores de la guerra, por lo que no llegó a pisar el campo de batalla más que mucho después de haber tenido lugar los combates (la fotografía más famosa de esta serie es “El valle de la sombra de la muerte”). Fenton interpretó el papel de un testigo que narra los hechos como un observador.

Fotografías de Roger Fenton.

Además de Roger Fenton, en este conflicto de Crimea hicieron también fotografías el historiador y artista francés Jean-Charles Langlois, que participaba en la guerra como militar con el grado de coronel (su obra “Panoramas de la guerra de Crimea” se hizo muy popular) y James Robertson, que cubrió la caída de Sebastopol cuando sustituyó a Fenton por la enfermedad de éste. También Léon-Eugène Méhédin y Carol Szathmari tomaron instantáneas de esta primera guerra mediática.

Fotografía de oficiales turcos de Carol Szathmari.

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