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Lo que nos viene en 2022

Un humano le estrecha la mano a un robot

Si 2021 fue el año de la esperanza en que el mundo cambió el rumbo en la lucha sin cuartel contra una pandemia sin precedentes, 2022 estará dominado por la necesidad de adaptarse a la nueva realidad, asumiendo que muchas cosas ya no volverán a ser como antes, y que ciertos cambios han llegado para quedarse.

Estas son algunas tendencias en el campo de la tecnología que nos esperan ya a la vuelta de la esquina:

Virtual Reality (VR) o Realidad Virtual, un entorno generado por computadora con escenas y objetos que parecen reales pero que tan solo son imágenes tridimensionales, será la tendencia tecnológica más destacada. Aunque pueda parecer extremadamente futurista, en Silicon Valley ya se investiga en este campo desde 1985, y ahora parece que ya estamos alcanzando el nivel de madurez tecnológica adecuado para la llegada del denominado Metaverso.

El uso de guantes equipados con sensores, y cascos o gafas que no necesiten cables y que permitan ver las imágenes en HD, nos sumergirán en una nueva realidad con menos barreras a la que nos gustará viajar de vez en cuando para escaparnos del mundo físico actual. El sector de los videojuegos y el entretenimiento seguirán siendo la punta de lanza de las experiencias virtuales, pero esta tecnología también empezará a transformar otros sectores como el periodismo, con videos de 360° que nos trasladarán de forma inmersiva al lugar donde ha ocurrido el evento; o también el sector del turismo, pudiendo viajar virtualmente a muchos lugares remotos inalcanzables de otra manera, o incluso a nuevos e increíbles lugares que todavía no existen pero que van a ser creados por un emergente gremio de arquitectos y artistas digitales.

Artificial Friends (AF) o Amigos Artificiales, es una tendencia que está cautivando a millones de personas en todo el mundo gracias al éxito de la aplicación Replika y que en breve también llegará a España. Se trata de una especie de diario personal que cobra vida, una tecnología basada en un chatbot que es capaz de aprender paulatinamente tu modo de actuar, sentir y comunicarte, y que se acaba convirtiendo en un amigo con el que compartir sentimientos, experiencias, reflexiones y todo tipo de preguntas. Y como toda tecnología basada en el aprendizaje automático, cuanto más interactuamos con este amigo virtual, más aprende de nosotros y más conectamos con él, o con ella.

Conectividad a la Red más rápida y fiable, gracias al despliegue progresivo de la tecnología 5G y WiFi 6, realmente útil en situaciones en las que tengan lugar grandes concentraciones de personas en espacios públicos como estadios, salas de conciertos, centros comerciales, aeropuertos, hoteles o trenes, pero que también veremos implementada a nivel privado por muchas empresas por los beneficios que pueden obtener, como una mejora considerable en la cobertura en interiores, una buena velocidad, y una mayor fluidez, con menos cortes y mejor aprovechamiento de la nube.

Última milla, el desafío de la logística del comercio electrónico.

Con el auge imparable de las ventas por internet, que crece diez veces más que las ventas en tiendas físicas, y la constante transformación de unas ciudades cada vez más humanizadas, se va a acelerar el modelo de logística digitalizada y sostenible de última milla, en la que veremos cómo multitud de pequeños vehículos eléctricos toman las calles y se encargan del reparto general de una gran variedad de productos, no solo comida y paquetes, también ampliará el servicio que dan las tintorerías, las panaderías, los mercados de productos frescos, las farmacias o las floristerías, por citar algunos ejemplos.

Netflix como nuevo modelo de negocio.

Los servicios de suscripción, similar al utilizado por Netflix, llegarán al turismo, donde los clientes tendrán acceso a ofertas de viajes y experiencias a cambio de una suscripción anual; a la hostelería, con restaurantes que ofrecerán degustaciones a cambio de una fuente de ingresos segura y continua; y también a la movilidad, dejando atrás el anhelo de ser dueño de un coche y cambiando hacia un concepto que combina el uso del transporte público, bicicletas urbanas, patines eléctricos, taxis y coches de renting o alquiler asequibles.

As a Service, se consolidará en las empresas como una nueva fórmula de pago por el uso de ciertas tecnologías, que por una parte son imprescindibles para el buen funcionamiento de los negocios, pero que por otra parte resultan costosas de adquirir y mantener. Un escenario por lo tanto en el que se obtienen más beneficios si se utilizan las infraestructuras y el software de un tercero, y que además nos da flexibilidad para crecer a la par que nuestro negocio. Alternativas como SaaS (Software as a Service), IaaS (Infraestructure as a Service) o PaaS (Platform as a Service) resultarán cada vez más conocidas y solicitadas por el mercado.

Trabajo híbrido

Este modelo impulsado por la pandemia se irá consolidando progresivamente, y supondrá grandes beneficios para todos: las empresas podrán ahorrar en costes o contratar empleados talentosos fuera de su ámbito geográfico, y los trabajadores tendrán más flexibilidad, con menos desplazamientos, y una mejor conciliación entre el trabajo y la vida.

Escuela y Educación con más presencia en la Nube

Actualmente la tecnología ya nos permite poder prescindir de libros en papel, pudiendo utilizar formatos digitales que son mucho más respetuosos con el medio ambiente, y lo que está por venir será un uso más intensivo de la tecnología Cloud, que tendrá beneficios en la gestión de los archivos, en el acceso a la información de manera remota desde casa, imprescindible en casos de nuevos confinamientos y futuras pandemias, y también con una mejora de la eficiencia del trabajo de los docentes, evitando procesos administrativos lentos y arcaicos, que además les permitirá ir incorporando contenido digital para un aprendizaje más inmersivo de los alumnos.

Sin duda predecir el futuro es complicado y arriesgado, y en la industria de la tecnología es todavía más difícil. Algunas tendencias que ahora vienen pisando fuerte, podrían fracasar si no resultan prácticas o rentables, si se adelantan demasiado a su tiempo, o si simplemente no tienen éxito en el mercado. Pero todo indica que con el coronavirus se está precipitando el principio del fin de una larga era, y el comienzo imparable de otra, que tendremos que moldear con sabiduría para que los valores del ser humano sigan siendo el núcleo esencial en nuestro devenir como sociedad.

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