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Los pensamientos intrusivos

Pensamientos intrusivos @A2C_ILUSTRACIONS

En los últimos meses escucho constantemente publicidad relacionada con alarmas y seguridad en el hogar en los medios de comunicación. Los eslóganes que suelen usar tienen que ver con el miedo que supone que personas intrusas o extrañas, invadan nuestra zona de seguridad, y por eso destacan constantemente la palabra hogar, que se supone que es donde sentimos esa sensación de protección y bienestar.

La combinación ya está hecha: hogar-intrusos-seguridad. Si tenemos en cuenta que una de las necesidades humanas básicas es sentirnos seguras y seguros, con esa asociación de ideas las empresas que se dedican a eso tienen su negocio casi casi garantizado.

Al igual que los intrusos que se cuelan en el hogar de los anuncios, hay otros que se alojan de forma muy inquietante en el hogar de nuestra mente; los llamamos “pensamientos intrusivos”. A veces se confunden con los pensamientos automáticos que subyacen de nuestra mente consciente y que no tienen por qué ser negativos. Un pensamiento automático se caracteriza por ser rápido: aparece como si fuera una imagen visual muy concreta y espontánea y tiene que ver con la creencia de la persona. Un ejemplo fácil puede ser me está sonriendo, le caigo bien, me invita a participar. Hasta aquí, todo bien: el cerebro humano tiene sus estrategias en forma de esquemas, estereotipos y patrones para acelerar nuestras interacciones sociales y nuestras conductas.

¿Pero qué pasa cuando estos pensamientos son negativos y se repiten con demasiada frecuencia? Aquí sí podemos percibir estos pensamientos como un intruso molesto en nuestras cabezas. Los pensamientos intrusivos se caracterizan como raros o extraños, y muchas veces se alejan de nuestros principios morales y de nuestra forma de vida. Ejemplos habituales son empujar o agredir a una persona, o estrellarnos con el coche. Está claro que la mayoría son pensamientos horribles y descarnados que queremos que desaparezcan de nuestra mente inmediatamente. También hay pensamientos intrusivos de carácter sexual; los más habituales son abusar o espiar a alguien.

Este tipo de pensamientos aparecen también en personas con buena salud mental: son pensamientos sin más, hay hasta estudios que avalan que estos forman parte del complejo cerebro humano y que pueden tener una función adaptativa y creativa. El problema aparece cuando son demasiado comunes e interfieren en la vida de la persona, e incluso los escuchas dentro de tu cabeza como algo intenso, potente y real.

En ese momento se convierten en algo patológico y que deben tratarse, sobre todo teniendo en cuenta que son un síntoma de trastornos como el trastorno obsesivo-compulsivo y que están muy presentes en personas con depresión o trastorno de ansiedad diagnosticado.

En la vida sexual y de pareja, los pensamientos intrusivos pueden ser múltiples y variados. En pasadas ediciones hablamos de los celos; pues bien, las personas celosas suelen tener pensamientos repetitivos y desagradables sobre la infidelidad.

Los pensamientos intrusivos son como el ruido de fondo que escuchamos en las grandes ciudades: están ahí, pero no siempre les prestamos atención. Para aliviar este tipo de pensamientos se recomienda primero analizarlos. Para abordar algo así, es mejor dividirlo en pequeños pensamientos, ya que será más fácil hacerles frente.

Es importante que sepas que tú no eres tus pensamientos; es decir, si alguna vez has pensado en que alguien que no te cae bien sufra un accidente o se muera repentinamente, eso no te convierte automáticamente en una asesina o asesino.

TÚ NO ERES TUS PENSAMIENTOS

Además, una de las estrategias habituales con respecto a estos pensamientos desagradables es tratar de reprimirlos. Por desgracia, el no pienses en eso, no pienses en eso pocas veces funciona. Si ahora te digo que no pienses en el elefante rosa... ¿en qué estás pensando? Correcto: en el elefante rosa de las narices.

Divide tus pensamientos y analízalos, porque suelen aparecer cuando presentamos más estrés y hábitos de salud mental poco saludables. Y, sobre todo, si no sabes cómo abordarlos y te preocupan mucho, no dudes en pedir ayuda profesional.

¡Os esperamos en las próximas entregas con mucha salud y mucho placer! Para cualquier duda, inquietud o consulta, nos tenéis en www.saludplacer.com.

¡Hasta la próxima!

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