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Celso Bugallo Actor

"No espero nada mejor de lo que ya he vivido"

Celso Bugallo cerca de su casa en Pontevedra Gustavo Santos

Discreto, parco en palabras, agradecido, modesto y humilde, el gallego de Vilalonga Celso Bugallo continúa siendo uno de los actores de reparto más asiduos del cine español. A sus 74 años interpreta en “El buen patrón” de Fernando León de Aranoa el papel de un empleado fiel que, pese a pronunciar escasas frases en la sátira sobre las relaciones laborales, logra trasmitir con sus ojos castigados la derrota, como ya lo hizo hace dos décadas en “Los lunes al sol”, con 54 años y dos después de haber debutado en la gran pantalla interpretando al vicario del pueblo en “La lengua de las mariposas” de José Luis Cuerda.

– “El buen patrón” es la tercera película de León de Aranoa en la que participa ¿diría que existe una relación de complicidad especial entre ambos?

– Supongo que , como me conoce bien, confía en mí y considera que puedo desarrollar los trabajos que me encarga en sus películas. Tenemos una relación como de hermanos por la familiaridad que se crea al trabajar tantas veces juntos.

– Y también es su tercera con Javier Bardem, tras “Los lunes al sol” y “Mar adentro” . ¿Cómo es trabajar con él?

– Es una experiencia estupenda, constructiva grata y agradable. Con él me pasa como con Fernando (León de Aranoa), es como de la familia

– ¿Cómo ha sido la experiencia en el rodaje?

– Ha sido uno de los rodajes más felices de mi vida profesional. Fue muy fácil la relación tanto con el equipo artístico como con el técnico. Me dan un trato estupendo. Por protocolos de la pandemia, llevamos mascarilla en todo momento, solo nos la quitábamos cuando decían “¡acción!” y al acabar la secuencia nos la volvíamos a poner. Nunca antes en mi vida había visto en un rodaje dos enfermeras y un encargado de desinfectar las paredes y todo lo que tocábamos.

"Cuando me veo en la pantalla pienso que podría haber dado más y me sorprende cuando me dicen que lo he hecho muy bien porque en mis adentros pienso que no es así"

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El actor Celso Bugallo Gustavo Santos

– Interviene en varias escenas aunque pronuncia pocas frases, con lo cual su carga interpretativa se centra en su mirada, ¿le ha supuesto un reto especial o le ha resultado cómodo por ser un tipo de papel que ya ha realizado?

– Mi personaje es un mecánico ajustador, como lo era mi padre, que ya había sido el empleado preferido del actual patrón, con el que tiene una relación muy próxima porque lo conoce desde niño. Me resultó sencillo porque llevo ese oficio en la sangre.

– Al igual que en “Los lunes al sol”, vuelve a abordar el mundo laboral, ¿ve similitudes tanto en los personajes que interpreta como en los proyectos?

– Aunque son mundos laborales completamente distintos -en “Los lunes al sol” se trata el tema de la crisis de los grandes astilleros y ”El buen patrón” aborda la historia de una fábrica familiar en una pequeña ciudad-, a nivel humano ambos personajes son muy próximos. Interpertar a Amador (uno de los cuatro personajes principales que pierden su empleo en el naval) fue un proyecto muy comprometido para mí. Era la segunda película que hacía tras “La lengua de las mariposas”. Cuando Fernando me eligió en el cásting, me supuso una responsabilidad tremenda, estuve muy preocupado, no lo pasé tan bien como en esta última película. Estaba deseando gustar mucho al director, que me saliera bien el papel. Lo recuerdo como un proyecto en el que me enfrente a muchos problemas que resolver.

– Esa interpretación le supuso ganar a los 54 años el Premio Chano Piñeiro como mejor actor revelación, dos años después de haber debutado en el cine. Parecen edades inusuales para emprender una carrera.

– Es curioso, pero así fue. Parece que estaba escrito en el destino.

– ¿Diría que José Luis Cuerda fue su descubridor para la gran pantalla?

– Participar en “La lengua de las mariposas” me preocupó también mucho. Pensar en trabajar con Fernando Fernán Gómez me suponía una enorme responsabilidad. Creo que más que José Luis Cuerda, mi descubridor fue Fernando León, el que me trajo realmente al cine.

“No espero nada mejor de lo que ya he vivido”

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– Ya tiene un Goya, ha participado en una película premiada con un Óscar (“Mar adentro”) y ha trabajado con casi todos los directores españoles más destacados, ¿qué le falta por conseguir?

– Tengo 74 años y me encuentro plenamente satisfecho con lo que me ha sucedido en la vida, no espero nada mejor de lo que ya he vivido. No me planteo qué hacer ni con quién trabajar; eso depende de la suerte y del destino. Estoy listo para afrontar cualquier responsabilidad desde el punto de vista de la interpretación.

– ¿Con qué director de los que ha trabajado se queda?

–-Sin duda con el que más simpatía y empatía tengo es con Fernando León de Aranoa.

– ¿Después de 22 años como asiduo actor de reparto, echa de menos un papel de protagonista?

– No aspiro a ser protagonista de una película, aspiro a hacer bien el trabajo que me asignan y desarrollar lo que me piden de la forma más completa posible.

– ¿Cómo se lleva mantenerse en la cartelera a su edad viviendo en Pontevedra? ¿No se ha planteado mudarse a Madrid para tener más oportunidades?

– Desde luego vivir aquí constituye un pequeño problema, pero aquellos directores que realmente te necesitan te llaman igual vivas en Pontevedra o en Madrid. Llevo casi 28 años viviendo aquí y nunca me he planteado irme a otro sitio. No cambio esto por nada.

– ¿Comedia o drama?

– Ambos géneros me gustan. El drama, quizás, porque es el que más frecuento, aunque también me gustaría poder hacer reír. No he tenido la suerte de que me hayan llamado para hacer comedia.

– ¿Qué queda del actor que empezó en teatros en Bilbao y Logroño -donde consiguió el Premio Nacional de Comedias de Teatro en 1976?

– De ese joven que empezaba queda un fondo muy rico de experiencias que he tenido durante ese periodo en mi vida, y estará siempre vivo en mi memoria y mi corazón. Siempre echo de menos el teatro, salir al escenario, aunque nunca lo he abandonado. La última vez fue con el texto “Mi alma en otra parte”, en el Centro Dramático Nacional, en Lavapiés, aproximadamente hace cuatro años.

– ¿Cuándo decidió ser actor y cómo se lo tomaron sus padres, emigrantes gallegos en Bilbao?

– inconscientemente quise ser actor el día en que vi por primera vez “Rebelde sin causa”, una película que me impresionó muchísimo. Mi padre no se lo tomó de ninguna manera porque nunca tuve que decirle que quería ser actor. Empecé a trabajar en el teatro y no comentaba nada en casa, luego no les importaba demasiado porque pensaban que era una afición.

– ¿Cuál ha sido el papel de su vida?

– Al que más cariño le tengo es a Amador, de “Los lunes al sol”. También el que hice en “Mar adentro”, donde interpretaba a José Sampedro (el hermano del protagonista), al que tuve la suerte de conocer. Recuerdo que me llevó a su casa y me enseñó la habitación de su hermano Ramón, que estaba exactamente igual a como la había dejado él, y pasamos una tarde entera juntos charlando. Luego nos volvimos a ver cuando se hizo el estreno en Boiro, únicamente para la familia, y nos dimos un abrazo muy fuerte. Vino hacia mí con los brazos abiertos diciendo que le había gustado mucho como lo había hecho. Amenábar estaba detrás sonriendo.

– ¿Dónde tiene el Goya que consiguió por esa interpretación?

– En un mueble a la entrada de mi casa, donde cuelgo mis gorras.

"Siempre he puesto mi vida en manos de la suerte, pero no me considero más afortunado que nadie"

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El actor pontevedrés Celso Bugallo Gustavo Santos

– ¿Se considera afortunado respecto a otros compañeros de profesión por seguir trabajando a su edad?

– Siempre he puesto mi vida en manos de la suerte, pero no me considero más afortunado que nadie. Mientras siga habiendo proyectos de cine para gente de mi edad y me llamen, no pienso jubilarme. Y si el trabajo no viene, ¿qué le vamos a hacer?

– ¿Cómo vivió la pandemia como actor e integrante de la población de alto riesgo?

– De manera muy consciente de que hay que protegerse. El confinamiento no me supuso ningún problema, incluso seguí comiendo fuera de casa como siempre. Aproveché para leer más y volver a ver películas que ya había visto.

– ¿Cuál es la que más ha visto?

– “El padrino”. La secuencia de la primera parte previa a la fiesta la he puesto cientos de veces. La suelo ver cada mes o mes y medio.

– ¿Por qué no tiene televisor en su casa?

– Pienso que la televisión actual es nociva para una persona creativa como yo. De todos modos, tengo un equipo para visionar cine y las productoras me mandan películas para poder votar en los Goya como miembro de la Academia.

– ¿Cómo está viviendo la promoción de “El buen patrón”, preseleccionada para representar a España en los Óscar?

– Estuve en San Sebastián cuando se proyectó y la vi por primera vez, era el único del equipo que faltaba por verla. Después estuve en el estreno en Madrid, en el Callao, con alfombra roja y toda la parafernalia .

– ¿Se gusta cuando se ve en la pantalla?

– Soy crítico, siempre me da la impresión de que no he dado todo lo que tenía que haber dado. A veces me sorprende cuando me dicen que lo he hecho muy bien porque en mis adentros pienso que no es así.

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