Fue el primero en Galicia en ser declarado Paisaje Protegido, con espectaculares parajes fluviales y donde la vegetación tradicional mantiene destacados ejemplos de flora y fauna. En O Val do Navea –en la comarca de Terras de Trives– habitan bosques de castaños de más de doscientos años, robles centenarios y pintorescas aldeas de granito y pizarra. Con rutas legendarias como la que transcurre por la fraga de San Xoán de Río, más de 116 hectáreas llenas de biodiversidad y colorido, que en otoño alcanza su esplendor.
Para conocer este paraje de enorme interés existe una ruta señalizada que sale de Mouruás en dirección a San Xoán de Río. Existen otros puntos de acceso en Reboledo, Domecelle, el propio San Xoán y San Miguel. En el concello permanecen cuatro miliarios de la vía militar romana que comunicaba Bracara Augusta con Asturica Augusta. Pueden verse al lado de la carretera. Sobre el Navea subsiste un puente de un solo arco que fue reconstruido en la Edad Media y que lleva el mismo nombre del río. Algunos autores sitúan por estos parajes la capital de los Tíburos, Nemetóbriga. Se supone que antes de la llegada de las tropas romanas hace 2.000 años, las Terras Altas de Galicia estaban pobladas por tribus de origen prerromano. Los habitantes del asentamiento que había en la zona del valle del río Navea se llamaban a sí mismos “Tiburos” –Tiburi en el original latino– .
Además de las notas históricas, las leyendas adornan este paisaje mágico, como la que relaciona la espada de bronce aparecida entre las rocas de A Pastora con la propia Excalibur. En 1967, durante los trabajos de barrenado para construir una carretera, saltó una pieza que hoy se exhibe en el Museo Arqueolóxico Provincial de Ourense. Hace más de tres mil años, alguien encajó el arma en una hendidura rocosa en Mouruás. La espada pesa unos 820 gramos y es una de las primeras de Europa de tipo pistiliforme, es decir, que su forma recuerda el pistilo de una flor. Que apareciese encastrada en un penedo es un misterio que puede estar relacionado con un rito funerario o como señalización de un punto de paso estratégico.
Desde la aldea de Mouruás aparecen en el trayecto grandes sotos de castaños, carballeiras y miradores, además de cascadas como la de Pintasilva.
Por su parte, A Pobra de Trives, capital de la comarca, alberga un abundante patrimonio artístico y monumental del que destacan, entre otros, los restos de arquitectura civil de la época romana —los vestigios de la antigua Via Nova— o el puente Bibei, declarado Monumento Histórico- Artístico.
Duración: 2 h. 30 min.
Dificultad: Fácil/media
Ruta: Señalizada
Coordenadas: 42º23,4’’N/ 7º18’51’’O
Desnivel máximo: 890 metros
Longitud: 6,7 kilómetros