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Ciencia portátil

Genética, publicaciones científicas y limpieza étnica en china

Manifestación contra el genocidio de los uigures. fdv

Nunca en mi vida pensé que me vería envuelto en una situación como la que describo a continuación. Lo que sucedió en la revista Molecular Genetics & Genomic Medicine me está sucediendo en la revista Genes. Pertenezco a su Consejo Editorial. Hasta el momento los artículos habían sido de lo más variopinto, pero de genética. Uno que me llamó la atención era sobre dromedarios. El Dr. Moreau, del que se habla a continuación, llamó la atención sobre un trabajo de dudosa ética que se centraba en la caracterización genética de una minoría étnica china. Al ver que tras casi siete meses no recibía respuesta dirigió un correo a todos los miembros del Consejo Editorial. Lo que narro a continuación podría ser una novela, pero es la dura realidad.

Algunos reaccionamos realmente enfadados reclamando información y pidiendo que se retirase el artículo, otros afirmaron que no sabían suficiente de ética. Lo mejor vino del Editor Jefe, que nos tachó a los que reclamábamos medidas contundentes de querer castigar a China a través de la ciencia (¡!). Por otra parte, el responsable de ética de la editorial respondió al Dr. Moreau, que había llamado la atención como lo viene haciendo desde hace algunos años, diciendo que el Consejo Editorial había decidido que no veía nada malo en ese trabajo. Algo que es absolutamente falso. Esa respuesta se redactó sin consultar con los editores. A muchos no les importa pero a mí sí.

En otro caso similar, ocho miembros del consejo editorial de Molecular Genetics & Genomic Medicine dimitieron después de que publicase una serie de artículos controvertidos que los críticos temen que puedan utilizarse para la elaboración de perfiles de ADN y la persecución de minorías étnicas en China.

The Intercept comprobó que, al igual que en el caso que me toca directamente en Genes, el editor en jefe de la revista no respondió durante meses a las reclamaciones sobre los artículos, con investigaciones sobre tibetanos y uigures, entre otros grupos étnicos. La revista la publica Wiley, una empresa multinacional con sede en Nueva Jersey y es una de las principales editoriales científicas del mundo.

Los estudios que involucran el perfil de ADN, el reconocimiento facial y el trasplante de órganos han provocado controversia en otras revistas, pero esta es la primera vez que tantos miembros del consejo editorial de una revista, ocho de 25, renunciaron en respuesta a estos problemas.

Los artículos fueron señalados por Yves Moreau, un bioinformático de la Universidad de Lovaina en Bélgica que durante los últimos años ha llevado a cabo una campaña incansable para que las revistas se retracten de artículos problemáticos o poco éticos.

Moreau comenzó en 2015, cuando Kuwait anunció planes para la recolección obligatoria de ADN de todos los ciudadanos, residentes y visitantes. Encabezó una campaña internacional contra la ley y consiguió que la revocaran. Se convenció de que si no se controlaba, la ciencia y la inteligencia artificial se utilizarían para promover el autoritarismo.

RAZA Y CIENCIA

Si bien muchos genetistas han trabajado durante décadas para anular la idea de que la raza es un concepto científico, Moreau vio que las autoridades de todo el mundo podrían explotar nuevas tecnologías como las pruebas de ADN fácilmente disponibles para obtener ganancias políticas.

Moreau centró su atención en la elaboración de perfiles de ADN en China, particularmente en Xinjiang, donde se estima que un millón de uigures y otras minorías étnicas han sido internados en campos o forzados a trabajar. Las autoridades también recolectaron muestras de ADN de los residentes.

Moreau realiza periódicamente una búsqueda automatizada de artículos sobre temas con carga ética. A principios de este año, esa búsqueda arrojó 18 artículos en Molecular Genetics & Genomic Medicine.

Algunos de los artículos describen diferencias genéticas entre grupos étnicos. La policía puede utilizar dicha investigación para la elaboración de perfiles de ADN, para hacer coincidir mejor a los sospechosos de delitos con muestras de ADN de la población en general. Otros artículos se basaron en muestras que Moreau sospechaba que se tomaron sin el consentimiento adecuado. El gobierno chino ha estado muestreando ADN de hombres de todas las etnias, con el objetivo de generar información genética para los 700 millones de hombres en China. La policía china también recoge por la fuerza ADN de ciertos grupos, incluidos los trabajadores migrantes y los disidentes políticos.

Como sugiere su título, la revista se fundó para centrarse en la investigación genética con aplicaciones médicas. Muchos de los miembros de la junta editorial estudian cómo la Genética puede ayudar a los médicos a tratar a los pacientes o ayudar a los científicos a curar enfermedades. Pero en 2019, la revista comenzó a publicar artículos de autores en China sobre Genética Forense, un campo que involucra una estrecha colaboración con la policía. La Genética Forense es una disciplina controvertida desde hace mucho tiempo en los Estados Unidos. Es aún más problemático en China, donde la recolección de ADN es parte de un esfuerzo sostenido para perseguir a las minorías étnicas y otros grupos.

Varios de los artículos incluyen coautores o fondos de instituciones afiliadas a la policía china. Uno incluye a un coautor de la Oficina de Seguridad Pública del Tíbet, la agencia policial de la región.

Recientemente, la BBC consiguió un documento que revela como el régimen chino trata a cientos de musulmanes detenidos en una red de internamiento

Recientemente, la BBC consiguió un documento que revela como China trata a cientos de miles de musulmanes detenidos en una red de campos de internamiento. El documento contiene detalles personales de más de 3.000 individuos de la región occidental de Xinjiang, expone con detalle los aspectos más íntimos de sus vidas cotidianas. El documento consta de 137 páginas de columnas y filas, incluyen la frecuencia con la que estas personas rezan, cómo se visten, sus contactos y cómo se comportan los miembros de sus familias. En una columna final se decide si quienes ya están internados deben ser liberados o no y si algunos de los que ya habían sido puestos en libertad deben regresar.

A principios de 2017, cuando la campaña de internamiento comenzó a ir en serio, grupos de trabajadores leales del Partido Comunista, conocidos como “equipos de trabajo en aldeas”, comenzaron a barrer la sociedad uigur con una red gigante. A cada miembro se le asignó un número de hogares. Los visitaron, se hicieron amigos de sus miembros y tomaron notas detalladas sobre el “ambiente religioso” que había en cada uno; por ejemplo, cuántas ediciones del Corán tenían o si observaron ritos religiosos.

Protesta de chinos uigures en Ginebra EFE / Antonio Broto

Algunos ya sabrán que este famoso poema, atribuido a Bertolt Brecht (Augsburgo, 10 de febrero de 1898 – Berlín, 14 de agosto de 1956) fue realmente creado por el pastor protestante alemán Martin Niemöller (1892-1984), pero que por cuestiones del destino, y sobre todo en lengua castellana, se atribuyó al genial dramaturgo alemán;

Cuando los nazis vinieron a buscar a los comunistas, guardé silencio,
porque yo no era comunista,
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,
guardé silencio,
porque yo no era socialdemócrata
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas, no protesté,
porque yo no era sindicalista,
Cuando vinieron a buscar a los judíos, no pronuncié palabra,
porque yo no era judío,
Cuando finalmente vinieron a buscarme a mí,
no había nadie más que pudiera protestar.

Despertemos y hagamos lo que esté en nuestra mano. En este y otros temas. Acabarán viniendo a por cada uno de nosotros.

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