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Kinsey: el cientifíco de la diversidad sexual

@A2C ILUSTRACIONS

Os presento a Alfred Charles Kinsey, nacido en 1894, un zoólogo experto en insectos, un tipo metódico y me atrevo a decir que un poco obsesivo. Como entomólogo se dedicó al estudio de las avispas de las agallas, en las que encontró una amplia y maravillosa diversidad natural. En cada uno de los seres vivos que analizaba encontraba alguna diferencia, lo que le hizo concluir que cada uno de ellos era especial y tenía conductas y características únicas. A partir de sus investigaciones como biólogo empezó a sentir una profunda curiosidad por la diversidad en los seres humanos, y especialmente por la sexual. Así nació el Kinsey sexólogo, quien realizó probablemente el más extenso estudio sobre orientación, prácticas e intereses sexuales de las personas norteamericanas de los años 40.

¿Cómo lo hizo?

Eran los años 40 y era un tema controvertido y molesto para una sociedad conservadora y llena de tabúes, pero era un tema que le interesaba a todo el mundo, por lo que la mismísima Fundación Rockefeller puso un montón de dólares encima de la mesa para que este ambicioso estudio se llevara a cabo.

Se trataba de entrevistas personales que realizaban él y su equipo. No eran entrevistas sencillas: podían contener hasta 300 preguntas y se alargaban más de 2 horas por persona. En un tiempo en el que no existían los medios digitales como los conocemos en la actualidad, tiene aún más mérito si cabe recopilar alrededor de 20.000 biografías sexuales de personas de todo tipo, condición y raza.

Entre las obsesiones de Kinsey no se encontraba ser pulcro en la recopilación de las muestras, así que recibió críticas de los estadísticos de la época. Él creía que, antes que seleccionar una muestra reducida, era mejor la cantidad, y se dedicó a observar y a acumular una gran cantidad de opiniones y confesiones.

Resultados

Los resultados se plasmaron en dos obras: Comportamiento sexual del hombre y Comportamiento sexual de la mujer. Uno de los hitos de esta investigación fue la famosa escala de Kinsey. A partir de los datos obtenidos en su informe, Kinsey elaboró una escala que establece siete grados diferentes de comportamientos sexuales, cuando hasta entonces se pensaba que había solo tres (heterosexual, homosexual y bisexual):

  • Grado 0: exclusivamente heterosexual Grado 1: principalmente heterosexual (contactos homosexuales muy poco frecuentes) Grado 2: predominantemente heterosexual (contactos homosexuales más frecuentes) Grado 3: bisexual Grado 4: predominantemente homosexual (contactos heterosexuales más frecuentes) Grado 5: principalmente homosexual (contactos heterosexuales muy poco frecuentes) Grado 6: exclusivamente homosexual

Apoyándose en datos como que más de un 30 % de los hombres y un 13 % de las mujeres habían tenido experiencias homosexuales, Kinsey teorizó que la mayoría de las personas se encuentran en el grado 1 o 2 de la escala. Así, puso encima de la mesa de forma contundente y por primera vez la amplia variabilidad de diversidad sexual de los seres humanos, no como una excepción, sino como algo común y habitual. Además, según su estudio, un individuo puede estar en distintos puntos de la escala en distintas épocas de su vida, abriendo las puertas a la teoría de que la sexualidad no es algo fijo, sino que puede variar a lo largo del tiempo.

Más de 70 años después de esta polémica investigación, el Instituto Kinsey sigue trabajando con el espíritu ambicioso de su pionero creador y estudia el comportamiento sexual de una forma más adaptada a los tiempos. Podéis buscar en vuestros teléfonos móviles la app The Kinsey Reporter: una plataforma global e internacional donde puedes registrar en qué parte del mundo te encuentras, tu identidad, tu orientación sexual y qué tipo de práctica sexual estás realizando o acabas de realizar con preguntas como si ha sido con tu pareja o con otra persona, si ves pornografía o usas juguetes sexuales, entre otras. Todos estos datos sirven para actualizar y cuantificar cómo, dónde y por qué tenemos relaciones sexuales, además de valorar las diferencias entre países, razas y culturas. Si quieres unirte al espíritu Kinsey, ¡ya sabes cómo participar con la ciencia sexológica!

Seguimos escuchando tus dudas e inquietudes en nuestra web: www.saludplacer.com.

¡¡Feliz agosto, placeres!!

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