Lugar de paso de peregrinos desde la Edad Media y, para muchos, primer punto de salida hacia Santiago, la jornada de Sarria es una de las más recordadas, tanto por sus monumentos como por sus parajes naturales. A cuatro kilómetros del concello se encuentra Barbadelo, hito histórico de caminantes con su hermoso templo románico, declarado Monumento Nacional desde 1976.
Pero antes de descubrir esta joya medieval, la vieja Sarria expresa ese pasado a través de los artísticos monasterios e iglesias que jalonan su territorio. Directamente relacionado con el Camino nació el Convento de la Magdalena, fundado a principios del siglo XIII como hospital y albergue para descanso y abrigo de romeros. Lo que queda de la antigua fortaleza, el recio torreón circular de su cima, es insignia de la villa, que se alza airosa aún tras haber soportado el asalto de las revueltas irmandiñas y otros avatares del pasado.
La ruta: Sarria-Barbadelo
- Duración: 1h 10m
- Dificultad: fácil/ media
- Ruta: señalizada
- Coordenadas: 42°46’′40’’″N 7°24’′52’’″O
- Desnivel medio: 230 metros
- Longitud: 4,3 kilómetros
Por la ladera del outeiro en el que se asienta, Sarria va desplegando otros atractivos de su pasado, como la iglesia de Santa Mariña y la de San Salvador, esta última del siglo XIII, de planta rectangular y una sola nave, con puerta principal gótica flanqueada por dos pares de columnas. La de Santa Mariña –construida en el siglo XIX– se erige sobre el primitivo templo románico que allí hubo, con planta de cruz latina y estilo neogótico.
Desde el convento de la Magdalena los viajeros seguían por el viejo Ponte da Áspera –también Aspero o Aspera– para dirigirse a Barbadelo, donde se encuentra la parroquia mencionada en el referido Códice Calixtino. La historia del templo románico de este lugar corre paralela a la del Camino. Hace siglos formaba parte de un antiguo monasterio dependiente del de Samos y funcionaba como hospital de peregrinos.
La iglesia románica, de nave única, experimentó modificaciones con el tiempo. En el siglo XVIII cambió el ábside original por otro cuadrangular con sacristía adosada. Las fachadas oeste y norte mantienen sus portadas originales, en las que destaca la decoración de sus capiteles, con motivos zoomórficos, antropomórficos y fitomórficos. También destaca la torre románica de tres cuerpos que embellece el conjunto del templo. Muy cerca está el río Barbadelo, en un hermoso entorno.