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La “I” de LGTBIQ+

La “I” de LGTBIQ+ @a2c-ilustracions

En la semana en la que con más ahínco (si cabe) se celebra la visibilidad de la diversidad sexual, queremos ir un pasito más allá y, a través de la mirada de los derechos sexuales, humanizar y arrojar un poco de luz sobre el significado de las siglas LGTBIQ+.

Es habitual escuchar el concepto LGTBI e incluso se hacen chistes con la ampliación en las etiquetas. Pero es necesario hacer visible todas y cada una de las opciones, aunque es muy complicado que todas las personas se sientan incluidas en la diversidad sexual.

  • Antes de seguir, voy a explicar el significado de estas siglas: L: Lesbianas G: Gays T: Transgénero-Transexuales-Travestis B: Bisexuales I: Intersexuales Q: Queer +: Resto de orientaciones no denominadas anteriormente (por ejemplo, las personas asexuales)

A la clásica pregunta de cuñado de “¿Por qué no hay un día del orgullo hetero?” podemos contestar que, obviamente, las personas heterosexuales no han sufrido discriminación, ni dificultades médicas, sociales o psicológicas por su orientación sexual o su identidad de género (salvo contadas excepciones). A ellos se les trata con normalidad y no como la excepción, cosa que sí le pasa al colectivo LGTBIQ+.

Si estás leyendo esto pensando que esta lucha está superada y que todas y todos somos perfectamente tolerantes y respetuosos, me encantaría poder decirte que es cierto, pero NO. Hemos avanzado, pero no lo suficiente, y eso lo podemos comprobar, por desgracia, en la prensa diaria.

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Hace bien poco, una persona muy cercana a mí decía contrariada que le daba pena una familiar por ser lesbiana: “Su vida no va a ser normal”. Por mi cabeza pasaban mil ideas y emociones pero, sobre todo, una profunda tristeza de, en lo que me toca, tener la responsabilidad de transmitir una educación sexual en la que la diversidad sea la protagonista.

Derecho a la igualdad sexual: se opone a cualquier forma de discriminación relacionada con el sexo, género, preferencia sexual, edad, clase social, grupo étnico, religión o limitación física o mental.

Este derecho forma parte desde el año 2000 de los derechos sexuales de la Organización Mundial de la Salud. Es un derecho universal que, como tantos otros, no siempre se respeta. Por eso es necesario celebrar lo que se ha avanzado, pero también visibilizar, hacer autocrítica y seguir luchando para dar un pasito más hacia el cumplimiento de estos derechos sexuales.

Mi intención en esta entrega es explicar qué significa la “I” de LGTBIQ+, una sigla que a menudo pasa desapercibida entre las demás.

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Intersexuales: son personas que han nacido con un cuerpo sexuado que no se parece a lo establecido como femenino o masculino. En algunos casos, a lo largo de su vida, han sido víctimas de intervenciones médicas y/o sociales para corregir, estas diferencias.

Profundizando un poco más, una persona intersexual puede nacer con genitales externos e internos o con una configuración hormonal y/o genética que no encaja en las típicas nociones binarias de macho-hembra y, por lo tanto, tampoco en las nociones de hombre-mujer que solemos conocer. A nivel cromosómico, podemos encontrarnos mujeres con cromosomas XY (cuando casi todas las mujeres tienen XX) y hombres con cromosomas XX o XXY. Podemos encontrar mujeres sin útero o vagina o con pene, hombres con vagina o que tienen la regla, y así muchos ejemplos más. Dentro de la intersexualidad también hay una amplia diversidad, por lo que es mejor tener una mirada amplia y no reduccionista.

Es importante diferenciar y entender que hay muchas personas no se quieran definir en una u otra etiqueta y prefieren considerarse hombres o mujeres sin más. Sin embargo, muchas otras apelan a su diversidad y visibilizan el recorrido vital que supone ser intersex.

Cuando algo no encaja en la norma solemos patologizarlo y hacer de ello una enfermedad o trastorno. Las peculiaridades físicas, genéticas o cromosómicas de las personas intersex no les suponen dificultades ni enfermedades: el problema es la forma que tiene la sociedad de tratarlos. Si es la primera vez que te encuentras con la palabra intersexual, es porque hay grandísimos tabúes en torno a ella. Es algo que hay que esconder, o eso piensan una parte de los profesionales de la medicina y algunas familias, que creen que cuanto menos se sepa, mejor.

Existe poca investigación y pocos medios, incluso en el mundo de la sexología, para abordar la dimensión intersex. Poco a poco vamos conociendo personas que nos informan y nutren con sus experiencias vitales y su activismo; este artículo, sin ir más lejos, no hubiera sido posible sin la ayuda del colectivo “i de intersex”. Si queréis profundizar en el mundo intersex, podéis hacerlo a través de su Instagram (@ideintersex) y de las siguientes páginas: grapsia.org y webkaleidos.org. Todas estas iniciativas van en pro de los derechos sexuales y en ellas hay información veraz, alejada del mito y del secretismo.

¡¡Feliz diversidad sexual, placeres!! Nos seguimos leyendo y escuchando en www.saludplacer.com.

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