La peregrinación y culto a Santiago en Portugal sigue despertando gran interés. Ahora con un mayor aliciente, una vía jacobea que comienza a tomar nuevo impulso y que combina magníficos paisajes con un reseñable patrimonio, tanto en pequeñas villas como en ciudades. Paulo Almeida Fernandes, asesor científico del proyecto de valorización cultural y turística del Caminho de Torres, dice que este itinerario tiene una significación muy especial, ya que está revestido de la connotación literaria aportada por el escritor salmantino Diego Torres Villarroel, del que toma el nombre, y por otros ilustres creadores portugueses, algunos oriundos de localidades por las que pasa la ruta.
Son cinco las comunidades intermunicipales del Norte de Portugal (do Douro, Tâmega e Sousa, Ave, Cávado y Alto Minho) que se han unido para promocionar y divulgar este trazado, que cuenta con el apoyo del programa Norte 2020 de fondos europeos y abarca quince municipios.
Almeida Fernandes, doctor en Historia del Arte, bien conocido por sus trabajos sobre los monumentos portugueses en la Alta Edad Media, de la época románica y del culto a Santiago, así como autor de varios libros sobre el Camino a Compostela, considera que el itinerario de Torres debe gozar –como ya se está haciendo- de proyección y conocimiento por parte de peregrinos y turistas, “para que todos puedan disfrutarlo en toda su plenitud”. “El Caminho de Torres -explica- fue ideado en homenaje a Diego Torres Villarroel, profesor y escritor salmantino que realizó este trayecto en 1737, de ahí la denominación. La ruta une Salamanca con Santiago y tiene unos 567 kilómetros que pueden hacerse en 24 etapas”. A lo largo del trazado se recorren caminos ancestrales de Portugal a España, atravesando ciudades que forman parte del Patrimonio Mundial de la Unesco.
La valorización cultural y turística del Caminho de Torres, es “muy importante”, dice el historiador, al tratarse de un camino con un pasado secular y asentado en la tradición como vía para llegar a Compostela. Es un trayecto que une en un mismo camino localidades con tanto peso histórico en el imaginario medieval como Tarouca, Amarante, Guimarães, Braga o Ponte de Lima.
El historiador Paulo Almeida refiere que desde 2017 se viene realizando el estudio e identificación del camino, su promoción y divulgación y, si es posible, tendrá también su certificación.
La diversidad del paisaje es otro de los grandes atractivos del Caminho de Torres. A través de los kilómetros se suceden desde las planicies de Salamanca a las vías pedregosas de la Beira Alta portuguesa, las plantaciones de castaños en Sernancelhe o las terrazas verticales del Alto Douro Vinhateiro, región declarada Patrimonio de la Humanidad.
Con numerosas partes del trazado debidamente señalizadas, el Caminho de Torres entra en Portugal por el concello de Almeida hasta Valença y a lo largo de los kilómetros se une a los Caminos de Santiago existentes en Portugal: el Caminho do Norte, el da Costa, do Interior y el Central Português, por lo que puede considerarse un Camino integrador. Más información en www.caminhodetorres.pt.