Melide es el corazón geográfico de Galicia y en el centro de esta villa ligada desde siempre al Camino a Compostela se encuentra la Praza do Convento, donde están algunos de sus edificios más representativos. Aquí se alza el pazo barroco con su capilla, de la Obra Pía de San Antón, fundado en 1671 por el arzobispo de origen melidense Mateo Segade Bugueiro, que llegó a ser mitrado de México.
La finalidad de las construcciones fue inicialmente benéfica y docente, para instruir en primeras letras a niños desfavorecidos e impartir cátedras de filosofía y teología en el antiguo convento del Sancti Spiritus, del que solo queda la iglesia. Fueron donadas por Mateo Segade, primer patrón regidor de la Obra Pía. El pazo es sede de la Casa del Ayuntamiento desde el año 1960. El diseño de la portada de la capilla de San Antón se atribuye a Domingo de Andrade, arquitecto de la Torre de la Berenguela y uno de los más prestigiosos de la época.
La iglesia del Sancti Spiritus perteneció al desaparecido monasterio de la Orden Tercera de San Francisco, fundado en el siglo XIV. Reformada a través del tiempo, es un magnífico ejemplo de barroco gallego, con numerosos elementos de interés, tanto en el interior como en el exterior, desde el retablo mayor a diversos sepulcros y tallas.
En la emblemática plaza y en el que fue antiguo hospital de peregrinos se encuentra otra parada ineludible, el Museo da Terra de Melide, con fondos que van desde la etnografía a la arqueología –entre otros– y que representan un recorrido por la historia de Galicia.
En este territorio de largo pasado abundan los castros y los dólmenes, capillas, puentes y otras joyas labradas en piedra como el famoso cruceiro de Melide, considerado uno de los más antiguos –o puede que el más antiguo, según Castelao– de Galicia. Representa a Cristo en Majestad sedente mostrando las llagas de sus manos. En la otra cara representa a Jesús crucificado acompañado de dos figuras que podrían ser la Virgen y San Juan. En el centro de la villa, recibe majestuoso a los peregrinos que van camino a Compostela. Originalmente, era policromado y aún se pueden apreciar restos de la pintura a los pies del Cristo.
Aparte de los atractivos del centro urbano, Melide cuenta con aldeas típicas y pintorescas como Leboreiro, de inconfundible aire medieval, con una iglesia del siglo XIV y un antiguo hospital de peregrinos.
Duración: 4 h. 30 min.
Dificultad: Fácil
Ruta: Señalizada
Coordenadas: 42º54’30.9’’N/ 7º59’54.9’’O
Desnivel medio: 120 metros
Longitud: 16 kilómetros