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José Manuel Zapata | Tenor

“No hay que ser culto para escuchar a Beethoven”

“La buena música es como un buen pulpo: nadie se la debería perder”

El tenor Zapata acaba de publicar el libro “Música para la vida”. MÓNICA DEL AGUA

Con más de veinte años subido a los escenarios, José Manuel Zapata (Granada, 1973) ha cantado como tenor en los templos más sagrados de la ópera. En su afán por divulgar los beneficios de la música clásica en nuestras vidas, organiza espectáculos, colabora en radio y televisión, imparte conferencias a empresarios y acaba de publicar “Música para la vida. From Bach to Radiohead” (editorial Planeta).

– ¿Después de 20 años sobre los escenarios, por qué siente la necesidad de divulgar y a quién pretende llegar?

– Pretendo llegar a todo el mundo que no conoce esta regularmente llamada música clásica y horriblemente llamada música culta porque creo que todos tenemos capacidad para apreciarla y que con ella mejore nuestra vida. La necesidad de divulgar responde a un propósito vital que apareció hace unos años cuando, reflexionando, me di cuenta de que lo que más feliz me hacía era llevar la música a más gente, no solo a través de la divulgación sino también con un espectáculo que yo fuera creando para a través de charlas y shows. La buena música es como un buen pulpo: nadie se la debería perder.

– ¿Qué dicen sus compañeros de escena de ese intento suyo de popularizar la música clásica y de otros como el llevado a cabo por el pianista James Rhodes?

– Aunque para muchos de mis compañeros es el anticristo, yo creo que James Rhodes hace un trabajo fantástico. Es justo y necesario que haya gente como él, que transmita con esa emoción y pasión que a veces a nosotros nos falta. Respecto a la divulgación que hago yo, mis compañeros lo llevan cada vez mejor; al principio, cuando empezaba a sacar los pies del tiesto, me miraban raro, como diciendo ¿para qué hace este tío esto? Ahora me siento muy apoyado por la gente de mi sector.

– ¿Por qué la música clásica y la ópera siguen siendo de élites?

– Nosotros tenemos mucha culpa de eso porque no nos hemos ocupado de cambiar esa marca y luego están los prejuicios asociados a esa marca. El otro día discutía por Facebook con una mujer que me decía que era imposible pagar una entrada para una orquesta; le saqué una captura de pantalla de precios a 20 euros para ir a un concierto de la Orquesta Sinfónica Nacional de España, lo mismo que una entrada de cine y unas palomitas. Es barato. Otro tema es la ópera, pero cuando vas a ver al Celta a un buen palco, pagas más de cien euros. Verdi hacía sus piezas para que le gustaran a toda la gente, no hay que ser culto para escuchar las sinfonías de Beethoven, es buena música, nada más.

– ¿Cree que las herramientas digitales son enemigas?

– No, al contrario, tenemos que usarlas igual que otras artes. Otro error nuestro es que vamos como 17 pasos por detrás de los demás.

– ¿Y emplear el modelo de espectáculos propios de otros estilos como el rock?

– Me encantaría hacer un concierto de grandes clásicos con toda la parafernalia que conlleva hacer un concierto de AC/DC: con luces, sonidos, imágenes. Ese es uno de mis sueños.

Mi gran sueño es hacer un concierto de grandes clásicos con toda la parafernalia de luces, sonido e imágenes de un espectáculo de AC/DC”

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– Cantaba con 3 años en el patio de casa de su abuela y las vecinas le tiraban dulces, ¿qué suponía para ese niño la música?

– La felicidad y sentirme querido. Esa es la razón por la que te pones a cantar cuando eres un crío. Cantaba dramones de Gardel, parecía que me había tragado un viejo, como me decía una vecina.

– ¿Y durante su adolescencia le salvó de un posible acoso?

– Era mi amiga, mi confidente, mi escudo. Me refugiaba detrás de la guitarra ante cosas que no me gustaban. No llegué a padecer bullying, aunque era carne de ello porque era gordito y con gafas. Era listo y me di cuenta de que la música y el humor lo pueden todo. Esas dos cosas me hicieron más popular.

– ¿Con qué música creció, cuándo se encontró con los clásicos y cuál le gusta de la que triunfa actualmente entre el público más joven?

– De niño escuchaba dramones románticos, música de cortarse las venas: Adamo, Lucho Gatica, Armando Manzanero, José Luis Perales, Julio Iglesias, Luis Miguel... Todo romance. En el instituto tuve poco tiempo un maestro que me empezó a meter curiosidad y ya a los 16 años me metí en el coro amateur en Granada. Ahí descubrí a Haendel y me enamoré para los restos. Hasta hoy. De lo que triunfa ahora me gusta Billie Eilish, tiene muchísimo talento.

– ¿Continúa siendo la asignatura pendiente del sistema educativo?

– Las humanidades en general y la música en particular, que es prácticamente inexistente, ya ni es una maría, como era en mi época de estudiante. Es un grave error que veremos con el tiempo. O ya lo estamos viendo en la falta de sensibilidad.

José Manuel Zapata (d.) y Daniel Diz, durante su conferencia en el Club Faro. RICARDO GROBAS

– ¿Qué le dijo a los más de mil CEOS y altos directivos para que se pusieran en pie entusiasmados tras su conferencia en el encuentro empresarial MABS2019?

– Les hablé desde el corazón y desde mi verdad. Mezcló la ópera con la empresa porque tienen muchos vasos comunicantes. Les hablo de cómo gestionar los equipos a través de la empatía, del liderazgo humilde, del humor, de reconocer a cada individuo como un ser único dentro del equipo, algo muy importante en las orquestas. Y pensar siempre en el legado, en qué vamos a dejar para los demás, porque muchas veces solo nos fijamos en lo inmediato. En las conferencias que doy a empresarios les dejo pedacitos de mí, pienso que es importante porque son los que llevan nuestra sociedad.

– Si fuera ministro de cultura...

– Voy a contestar lo que me dijo un día Albert Boadella: lo primero que haría es dimitir. Si llegara al consejo de ministros pondría todo patas arribas, pediría dinero al de hacienda para montar una industria cultural. Siempre pongo a los americanos como ejemplo: si no fuera por la música y el cine, ¿qué conoceríamos de ellos? Han sido muy listos.

– ¿Qué opina de los talents shows televisivos?

– Son karaokes caros. Deberían ser creativos. Lo que vemos en ellos suelen ser fotocopias de otros artistas. De hecho, de los últimos 20 años desde que empezó Operación Triunfo hay un 1% de los artistas que han llegado a hacer una carrera.

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