En las sierras orientales de Lugo, puerta de entrada de Ancares, Becerreá sorprende con su abundante patrimonio, tanto cultural como natural. En este enclave, formando parte de la Zona de Especial Conservación Cruzul- Agüeira, integrada en la Red Natura 2000, se ubica el bosque de Os Grobos, una auténtica fronda de cuento llena de grandes rocas kársticas cubiertas de musgo con formas caprichosas. La vegetación que las rodea no hace sino aumentar la magia del lugar.

Rocas de formas caprichosas en Os Grobos turismodeputacionlugo.gal

Uno de los puntos de comienzo para acceder a la espesura puede ser el puente de Cruzul, escenario de acontecimientos bélicos ocurridos hace más de doscientos años, en la Guerra de la Independencia. Construido en la época de Carlos III, fue una conexión estratégica con la meseta y uno de los grandes viaductos de la época. Desde Cela, cerca del puente, el camino de un viejo soto de castaños conduce hasta Os Grobos, donde sorprende el tamaño y las formas de las rocas. El otoño favorece la explosión de colorido entre helechos, musgos, avellanos, carballos y otras especies.

Es uno de los momentos estelares de este bosque en el que el desgaste de la caliza ha creado un mundo de formas y colores. Muy cerca de esta fronda está otro extraño caso. El del encinar mediterráneo enclavado en el dominio atlántico, una rareza explicable por el substrato rocoso calizo en unas zonas concretas del valle. Es el aciñeiral de Cruzul que, gracias a su microclima, permite el desarrollo de estas especies vegetales.

Bosque en los Ancares turismo.gal

La Zona de Especial Protección Cruzul-Agüeira (ZEC) ocupa más de 618 hectáreas, repartidas entre los concellos de Becerreá y As Nogais, un paisaje de montaña con valles fluviales encajados por donde discurren el Navia, el Doncos y otras corrientes. En Agüeira pervive un viejo souto de castaños con tendencia a convertirse en bosque mixto de robles en las cotas altas.

Además de la naturaleza de esta Reserva de la Biosfera, Becerreá guarda numerosos monumentos repartidos por sus numerosas parroquias. Uno de ellos es el monasterio de Santa María de Penamaior, en las laderas de la Serra do Pico, un antiguo convento fundado en el siglo XII por monjes cistercienses provenientes de la vecina comarca del Bierzo. La iglesia es un hermoso ejemplar románico de gran tamaño, con portada formada con arco de medio punto, sobre la que figura el escudo de la abadía y, en la hornacina, la imagen de la Virgen.

Entre la arquitectura civil del concello destaca la Casa Torre de Cadoalla, construida en el siglo XVI, y que presenta un hermoso escudo blasonado en la fachada. Otros ejemplos son la Casa-Torre de Horta, la de Cruzul o la de Cormes.

Qué ver: Cadoalla

Ecce Homo

La iglesia de San Pedro de Cadoalla, conocida como santuario del Ecce Homo, es un magnífico templo que conserva vestigios de románico. De concurrida devoción, se enmarca en un hermoso entorno natural. Experimentó reformas con el tiempo.

Visita obligada: Gatín

El puente del demonio

Ponte Gatín es un hermoso puente de un solo arco construido, dice la leyenda, por el mismo demonio en una noche. A cambio pidió a los vecinos el primer ser vivo que naciera. El destino quiso que fuera una camada de gatos, de ahí lo de “gatín”.

Gastronomía: castañas, butelo...

Sabores de montaña

La gastronomía de la zona es tan diversa como sabrosa. Desde lacones a butelos pasando por castañas, miel o queso como el de O Cebreiro, con denominación de origen. Sin olvidar las truchas de los numerosos ríos de la comarca.